«Yo no tuve la suerte de que me corriera sangre vocacional por la danza, sino anemia por hambre… por casualidad caí en el baile (…) Sin generalizar, estamos viviendo un momento donde se está más pendiente de la cantidad de espectadores que del análisis y resultado cultural de la obra. Las producciones de televisión se […]
«Yo no tuve la suerte de que me corriera sangre vocacional por la danza, sino anemia por hambre… por casualidad caí en el baile (…) Sin generalizar, estamos viviendo un momento donde se está más pendiente de la cantidad de espectadores que del análisis y resultado cultural de la obra. Las producciones de televisión se ensalzan o se tiran a la basura, sin fijarse en el bien, o mal que, debido a su influencia, puedan ejercer en la cultura y sólo se rigen por criterios de mayor audiencia. Los creadores para poder realizarse tienen que hacer un esfuerzo sobrehumano que va en detrimento de la propia creación. (…) Tiene que ser competencia del político diferenciar quién hace cultura y quién no. Son ellos los que deben estar atentos a las realidades artísticas y obrar en consecuencia».Extracto del discurso de Antonio Gades en el Día Internacional de la Danza, 2003.
El sábado, 28 de febrero, se celebra en Madrid un homenaje a la figura, y sobre todo, al compromiso cultural y anticapitalista, del bailaor flamenco Antonio Gades. Dicho evento, organizado por la Fundación Obrera de Investigación y Cultura (FOIC), con el apoyo del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) y del Ministerio de Cultura de Cuba, que envía a este acto a una delegación encabezada por su titular, Abel Prieto, supone la conquista de una meta, la culminación de un camino largo y sinuoso, que no se ha librado de las trabas burocráticas, ni de los intereses creados.
En este diálogo, la directora de la FOIC, Lola Jiménez, evalúa el proceso que ha dado lugar a este homenaje y habla de la necesidad de construir un modelo cultural que se enfrente al de la burguesía y recupere la memoria de las luchas de los pueblos. También habla de Gades, de su decisión de permanecer siempre al lado de los trabajadores.
¿Cómo ha sido el proceso de gestación de este homenaje y qué valoración cabe hacer, a día de hoy, del mismo?
El proceso ha sido largo y difícil, ya en el año 2008 planteamos como actividad el homenaje a nuestro camarada Antonio Gades. En ese momento las trabas burocráticas de la administración hicieron imposible su realización.
Sin embargo, no nos desanimamos, todo lo contrario, aprendimos a sortear las dificultades y con renovados bríos nos pusimos al empeño. A menos de una semana del homenaje, ya es todo un éxito, por las adhesiones alcanzadas en el manifiesto, por el nivel de movilización de quiénes están trabajando para su desarrollo, por la inestimable colaboración de múltiples organizaciones que de manera desinteresada nos están ayudando a extender el homenaje y, cómo no, por los intelectuales que directamente están participando y nos apoyan.
Háblanos del nacimiento de la Fundación Obrera de Investigación y Cultura (FOIC), ¿a qué necesidades responde y cuáles son sus líneas de trabajo en el terreno cultural?
La FOIC se creó en el año 2007, se trata de una iniciativa del PCPE que estuvo varios años pensándose. Entre sus objetivos están la promoción y participación en eventos que guarden relación con el estudio y debate de los intereses de la clase obrera, edición de publicaciones especializadas y, la cultura, o más bien la construcción de un modelo cultural propio de la clase obrera, alejado de los modelos alienantes que construyen las clases dominantes tiene un papel destacado entre nuestros objetivos. En esa necesaria búsqueda de la cultura al servicio de los pueblos, la FOIC participa también mediante proyectos en la recuperación de la memoria gráfica de las luchas obreras del siglo pasado.
La vinculación directa que esta Fundación hace, desde su propio nombre, entre la clase obrera y la cultura es, sin duda, innovador, en una tradición en la que la Cultura ha sido históricamente reservada a las elites de poder económico. ¿Cómo se piensa materializar esa vinculación?, ¿qué papel van a desarrollar la clase obrera y los sectores populares en la elaboración del trabajo de la FOIC?
Desde luego la clase obrera y los sectores populares son el eje de nuestro trabajo. En primer lugar para traer, hasta sus luchas del presente, todas las lecciones que podamos extraer del pasado, especialmente en el campo cultural. Nunca antes hubo un desarrollo tan espectacular en todos los ámbitos de las artes como con la Revolución bolchevique, cuando los obreros y obreras rompieron modelos, también en la cultura. Modestamente claro, eso es lo que la FOIC pretende impulsar, traer hasta nuestros días a nuestros propios referentes culturales, nuestros mitos, para proyectarlos y contribuir con ello a la construcción de un modelo que enfrente en lo cultural a la burguesía dominante.
Si queremos hacer nuestra la cultura, entonces tenemos que enfrentarnos a la dirección marcada, es decir, tenemos que eliminar todos los privilegios que van unidos a ella y situar en su lugar nuestras propias aspiraciones como clase.
¿Por qué Gades?, ¿qué relación tiene la trayectoria de este artista del baile flamenco con el papel que la clase obrera está llamada a protagonizar, también, en el terreno de la Cultura compartida por los pueblos que conforman el Estado Español?
Como dijera Bertolt Brecht » en este tiempo de decisiones el arte también debe decidirse» y Antonio Gades decidió. Decidió mantenerse al lado de los suyos, de su clase, al lado de los trabajadores; así se reconocía a sí mismo, «no soy un artista, soy un trabajador del arte».
Y eso fue, un revolucionario; en el arte y en su compromiso político, entregó su creación a la clase obrera y a los pueblos que luchan. Parafraseando a Roque Dalton, Antonio Gades tuvo dos patrias, la de su clase y Cuba. Por eso en este homenaje ambas están muy presentes, la clase obrera y la Revolución Cubana.