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¿En las elecciones de Bogotá ganó la opinión? ¿O ganó la plata?

Fuentes: Rebelión

En un tik tok (1) subido al día siguiente de las elecciones donde decía que en Bogotá no había ganado la opinión sino la plata, recibí más de 23k visualizaciones y más de 700 comentarios. A lo que me refería allí es que, aunque a primera vista se puede decir que el voto de opinión es un voto pensante, bien informado, crítico, y capaz de comparar propuestas para decidir con imparcialidad, pero sobre todo con libertad, difícilmente podemos creer esto en la capital.

Comencemos por reconocer que hacer política en Colombia requiere una combinación hábil de varias cosas: capital económico, contactos en medios de comunicación, estrategia y por supuesto el manejo de redes sociales (aunque contadas excepciones llegan a ocupar curules con un golpe de suerte mediático).

Pero la cuestión es: ¿Cómo se puede afirmar que en Bogotá gana siempre la opinión, si la ciudadanía no logra conocer todas las candidaturas y sus respectivas propuestas? Más aún: ¿Cómo se configura la opinión?

Opinar es la elaboración de un juicio que implica la acción de pensar, para pensar tenemos que referirnos a la información de un “algo” o “alguien” sobre lo cual pensar y es ahí donde las campañas con todos los juguetes pueden marcar el ritmo electoral ya que orientan a la gran masa a través de sus canales diciéndoles sobre qué pensar, aunque no les digan exactamente qué pensar. Así se deja por fuera de la agenda mediática a quienes compiten únicamente con propuestas, liderazgo y sin dinero. Aludir a un mal llamado voto de opinión es hacer creer a la gente que es libre de elegir, pero sin serlo realmente, ya que, como bien nos ilustró el filósofo Enrique Dussel, solo se fractura el sistema cuando se escucha la vos del otro (a), del distinto (a), del marginado (a) porque la liberación se hace desde las periferias, es popular, feminista y de los oprimidos (as).

Así, cuando el pensamiento crítico se cultiva con base en la información objetiva, la libertad emerge para trascender las estructuras de poder dominante y no seguir eligiendo por inercia. Sin embargo, debo rescatar que en esta difícil campaña electoral en la que fui candidata al concejo y tuve que volver a caminar desde los barrios periféricos de las localidades de Bosa o Ciudad Bolívar hasta los más privilegiados como Rosales y Santa Bárbara, me conecté profundamente, no solo con las verdaderas necesidades del territorio a través de un diálogo comunitario real y cotidiano que alimentó cada una de mis propuestas, sino también experimenté en carne propia la urgencia real de impulsar canales de comunicación alternativos, eficientes e imparciales que realmente informen a las comunidades y que combatan la ignorancia que nos esclaviza.

Las campañas de los sectores alternativos

Actualmente cada campaña se financia como puede y por supuesto los partidos tradicionales ya cuentan con todos los mecanismos para hacerlo. Entonces quienes vienen de sectores alternativos y no obtienen el dinero, difícilmente pueden impactar con la publicidad de sus ideas. Lo que conlleva a que la ciudadanía no tenga acceso a toda la información y muchas veces, no logran identificarse con ninguna propuesta mientras las candidaturas que valen la pena sucumben en la invisibilidad.

Se necesita entonces que primero, todas las campañas sean financiadas con dinero del Estado, en igualdad de garantías y/o condiciones (aunque me surge la duda de cómo prevenir que se lleve la ventaja el gobierno de turno si solo se financia con dinero del estado). Segundo: sería diferente si todas las listas estuvieran en la obligación de ser abiertas o cerradas y no unas de una manera y otras de otra, dado que en las cerradas se funden los liderazgos y en las abiertas el camino es más escabroso. Tercero: es básico que todos los partidos cuenten con mecanismos internos realmente democráticos y formativos donde el liderazgo, las ideas, la visión y las capacidades sean una prioridad.

¿Cómo se puede tener un voto de opinión sin acceso a la información y educación para el pensamiento crítico?

Así entonces, vemos socavadas las características de un verdadero voto de opinión porque el acceso a la información es deficiente, el pensamiento crítico no tiene sustento y la libre elección es una fantasía con los límites ya prefabricados e impuestos por quienes ponen la agenda mediática. No son votos de opinión informados porque no tienen la información, ni críticos porque el argumento es dado, ni libre porque el sistema está condicionado, aunque tal vez le llaman “de opinión” en sentido filosófico donde la Doxa es aquella opinión creada desde las conjeturas, las creencias e incluso la fe misma, pero que una vez instauradas ya no son cuestionadas por las personas.

En contraposición a la Doxa cuando se trata de proponer y opinar, prefiero la Episteme, respondiendo a la información verídica, a la argumentación y al análisis en pro del saber objetivo. No por ello me atrevo a despreciar el conocimiento popular, sino al contrario lo rescato para ponerlo en función del bienestar social y lo valoro como escenario propicio para la transformación cultural desde la educación cotidiana o como propondría Iván Illich sacando la educación a las calles, a las casas y en un acto por desescolarizar la sociedad, dejar de confundir enseñanza con saber, adiestramiento con educación, pensamiento con información e infancias educadas con obediencia.

Mi propuesta de implementar el bilingüismo a través de escuelas deportivas, artísticas, musicales y ambientales con enfoque de crianza respetuosa en los centros Nido y Crea (2), busca desescolarizar la educación de manera que protejamos el sentido real de educar para la libertad, sin matar la capacidad infinita de quienes genuinamente tienen sed de aprender, para qué además accedan aquellos que no se encuentran escolarizados por razones de inequidad y como forma de prevención a todo tipo de violencias.

La crianza respetuosa es una revolución liderada por madres y cuidadores conscientes que puede superar el sistema adulto-centrista y patriarcal en el mundo

Con base en mi experiencia académica, personal y profesional recorriendo el país, he propuesto conectar con las necesidades reales del territorio, atacar las causas de la desigualdad como el hambre o la falta de educación digna y sembrar desde la niñez una auténtica revolución que permita superar el adulto-centrismo estructural, que además es machista, racista, capacitista, clasista y normaliza la violencia contra las niñas y los niños, por eso hoy más que nunca propongo adoptar el enfoque de Crianza Respetuosa inspirado como política pública desde una transversalización didáctica del enfoque, que enseñe a madres, padres, educadores y cuidadores en general a relacionarse de forma horizontal pero respetuosa con los recién llegados al mundo, que busque detener los ciclos de violencia al interior de las familias y que como dice la psicóloga infantil colombiana Manuela Molina nos haga mejores seres humanos, pero además, que no criminalice la pobreza con la excusa de proteger la niñez vulnerando aún más sus derechos, tal como actúa el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF (3) hacia las familias trabajadoras en las calles: arrebatando a las madres empobrecidas sus hijos e hijas sin dar una solución que proteja la niñez. El ICBF necesita reformarse y preguntarse realmente cómo mantener el vínculo familiar y fortalecer los cuidadores sin sacar a las niñas y los niños de los entornos donde realmente los aman, aunque no cuenten con los medios económicos.

Soñar para hacer realidad el Cambio

Sueño una política pública conectada a la realidad, creada con base en el conocimiento científico que promueva la economía popular, el deporte comunitario, con un sistema que libere a las mujeres del cuidado y proteja la infancia, brindando a las nuevas generaciones una vida libre de violencias, con garantías del derecho al juego, a la alimentación saludable, a la educación digna y bilingüe, para que dejen de ser privilegios de clase. Podemos transitar al verdadero estado social del derecho, poniendo en el centro de acción a la infancia, otorgándoles una educación que les enseñe a pensar y no a obedecer, donde descubran su propia voz, y conviertan al arte, el deporte y la cultura, en motores del desarrollo.

Conclusión

Dicho lo anterior, es obvio por qué el voto no es consciente y sucumbe siempre ante la superficialidad marketera, y no valen las lecciones de historia porque todo el sistema funciona mal desde el nacimiento, no es racional, ni emocional, es más bien primario, reptiliano.

La apuesta, es por el cambio, desde una perspectiva descentralizada, comunicativa, educativa, popular, critica, feminista, respetuosa con la niñez y justa con el planeta. Es un proyecto que compartimos mujeres y hombres de todo el país y que nos convoca a crear una gran fuerza transformadora llena de amor para toda Colombia.

NOTAS

  1. https://vm.tiktok.com/ZMjvhNATr/
  2. Los centros Nido y centros Crea son lugares administrados por IDARTES con oferta cultural/artística para la niñez y la adolescencia buscando descentralizar las experiencias artísticas, gestionar las prácticas de crianza y garantizar el acceso y disfrute del arte. Sin embargo, a pesar del potencial para la transformación cultural y educativa, profesionales que laboran allí manifiestan que el proyecto ha sido desfinanciado drásticamente en las últimas dos alcaldías de Bogotá.
  3. Morsolin C. La Alcaldesa de Bogotá, Claudia López rechaza las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de NO estigmatizar a los/as migrantes venezolanos/as durante el IV Foro Mundial “Ciudades y Territorios de paz”. Disponible on-line: https://www.sur.org.co/la-alcaldesa-de-bogota-claudia-lopez-rechaza-las-recomendaciones-de-la-comision-interamericana-de-derechos-humanos-cidh-de-no-estigmatizar-a-los-as-migrantes-venezolanos-as-durante-el-iv-foro-mundi/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-alcaldesa-de-bogota-claudia-lopez-rechaza-las-recomendaciones-de-la-comision-interamericana-de-derechos-humanos-cidh-de-no-estigmatizar-a-los-as-migrantes-venezolanos-as-durante-el-iv-foro-mundi

Dalila Hernández, pedagoga, Licenciada de la Universidad Pedagógica Nacional, Especialista en Desarrollo Humano de la Universidad Distrital y lideresa nacional en asuntos de Mujer, Niñez, Educación y Deporte.

Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica, autor de varios libros sobre derechos humanos y políticas emancipadoras, entre los cuales: “Nunca Mas Estado Genocida. El boicot europeo en contra de las armas y de las mafias de Colombia” (Ediciones Antropos, 2023, prólogo del p. Francisco de Roux, Presidente de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad CEV).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.