El sábado 15 de octubre, en Salamanca, una multitud solidaria respaldó el camino abierto en América Latina por la alianza estratégica entre Cuba y Venezuela en base al ALBA, la Alternativa Bolivariana de las Américas. Ahí están las cifras. Mientras por la mañana la extrema derecha cubana reunió a 100 personas, por la tarde la […]
El sábado 15 de octubre, en Salamanca, una multitud solidaria respaldó el camino abierto en América Latina por la alianza estratégica entre Cuba y Venezuela en base al ALBA, la Alternativa Bolivariana de las Américas.
Ahí están las cifras. Mientras por la mañana la extrema derecha cubana reunió a 100 personas, por la tarde la manifestación de apoyo a Cuba y Venezuela convocó entre 4.500 (datos del gobierno local del PP) y 15.000 personas (datos de la organización). Desde Euskal Herria viajaron 3 autocares y muchas personas se desplazaron por su propios medios.
El gobierno y la prensa local hicieron lo posible y lo imposible para desmovilizarnos: una brutal campaña de intoxicación, mentira y miedo durante las semanas previas; la denegación de todos los locales solicitados -hasta un total de 6-, lo que obligó a cerrar la manifestación en un acto político al aire libre sin la menor medida de seguridad, suspendiéndose la participación de las delegaciones oficiales; la retención durante horas de decenas de autocares procedentes de Portugal, etc.
Pero no lo consiguieron. Pretendieron silenciar a miles de personas solidarias con los procesos revolucionarios de Cuba y Venezuela, para así poder presentar como única referencia informativa la ridícula representación de los cubanos partidarios de la política genocida del gobierno Bush contra su propio pueblo que, eso sí, contaron con todos los permisos de utilización de dependencias municipales.
Pero a pesar de tener apoyos financieros multimillonarios, una desproporcionada cobertura mediática y un notable respaldo institucional, estos mercenarios y fascistas recibieron en Salamanca su merecida respuesta, en forma pacífica, festiva y solidaria.
Gracias a todos y todas por vuestra participación. Cuba y Venezuela constituyen hoy la esperanza de los pueblos de América Latina y del mundo, y seguirán necesitando nuestro apoyo y solidaridad.
* José Manzaneda miembro de la Asociación Euskadi-Cuba