Los amables lectores de este blog estarán, quizá, un poco hartos del hincapié que he hecho en la reciente decisión de los señores y señoras ediles del Ayuntamiento de la capital de España de quitar los nombres de dos calles de la ciudad a Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto. Posteriormente, unos cuantos albañiles han eliminado la placa que recordaba, en la Plaza de Chamberí, el lugar de nacimiento del primero. Algunos desalmados han descendido al nivel de las letrinas y han pintarrajeado en rojo (color muy apropiado para los vándalos) las estatuas de ambos políticos socialistas en los Nuevos Ministerios madrileños. El Excmo. Consistorio ha expresado, siempre amable, el deseo de que se las retire. Las estatuas. No las pintadas. Por desgracia el área en que están levantadas no es propiedad del Excmo. Ayuntamiento sino del Gobierno de la Nación.
Como es sabido, la decisión de los ediles miembros de VOX, Ciudadanos y el PP suscitó numerosos revuelos en los medios de comunicación y en las redes sociales. Inmediatamente se preparó un informe técnico sobre la actuación de Largo Caballero y Prieto en la historia que circuló por ambos conductos. A este informe técnico la respuesta de la grey de docentes e historiadores fue inmediata. Al viernes pasado lo habían suscrito más de trescientos hombres y mujeres conocedores del pasado español y, en especial, de los años de la denostada República y del exilio. La lista la publico separadamente. Espero que también aparecerá en otros blogs. Merece la pena.
¿Cuántos son quienes, con autoridad, han intentado contestar al informe-técnico? Que yo sepa, ninguno. Claro que entre los preclaros miembros del PP, Ciudadanos y VOX, el elenco parece limitado. Es cierto que alguien, que no mencionaré, ha hecho algunos comentarios negativos sobre Largo Caballero. Pero, ¿puede reprochársele que azuzara al PSOE, vía supuestamente revolucionaria, a que se levantase en armas contra los Gobiernos de 1936? No. Es cierto que una facción socialista predicaba la revolución. Otra siempre se opuso. ¿Qué pasos dieron una u otra para poner en práctica su verbalismo? Que lo cuenten..
El PSOE siguió apoyando a los dos gobiernos que hubo tras las elecciones de febrero. Con desgarros, ciertamente, pero desgarros internos. ¿Movió Azaña un dedo para manipular al PSOE? Azaña prefirió, probablemente, que Prieto hubiese sido su sucesor y se ha dicho que Prieto hubiese impedido el golpe. Esto es mera especulación. Quizá sí, quizá no.
En mayo de 1936 el golpe, en mi opinión, era difícilmente parable. Ya lo había advertido a Mussolini en octubre de 1935 el exaltado Don Antonio Goicoechea, con toda su autoridad de celoso conspirador y pedigüeño de las dádivas fascistas, en nombre de los monárquicos y de un sector del Ejército. ¿ES QUE LA DEMOSTRACIÓN DOCUMENTAL DE TAL FECHORIA NO HA CIRCULADO?
Ahora bien, yo nunca he especulado ni sobre Largo Caballero ni sobre Prieto y espero demostrar que el no especular conduce a otros resultados. Lo que es necesario es, con EPRE, modificar la perspectiva tradicional.
En todo caso, la responsabilidad de la guerra civil NO RECAE EN EL GOBIERNO AZAÑA O CASARES QUIROGA. RECAE EN LOS CONSPIRADORES Y EN SUS SOPORTES MEDIÁTICOS Y FASCISTAS. PORQUE PARECE EVIDENTE QUE LA DIRECCIÓN DEL ABC Y DE LA NACIÓN, POR CITAR DOS EJEMPLOS SEÑEROS, ESTABAN AL TANTO Y LA FALANGE PRIMORRIVERISTA, QUE ALGUNOS QUIEREN TODAVÍA RESCATAR DE LA IGNOMINIA, TAMBIÉN. Y QUE EL SEÑOR GIL ROBLES SE DEJÓ ARRASTRAR, ESTUVIESE ENTERADO O NO DE LA CONEXIÓN FASCISTA.
En lo que sigue haré unos comentarios estrictamente personales a la acogida del informe técnico. No busquen los amables lectores tres pies al gato. Solo quien esto escribe es responsable de tales comentarios.
- Llama en primer lugar la atención que en cuestión de un par de semanas un tan elevado número de firmantes se haya declarado dispuesto a apoyar dicho informe. A una gran parte de ellos los conozco personalmente o, con frecuencia, por sus obras. A otros, no. Están representadas varias generaciones de los historiadores que han trabajado o trabajan sobre la España contemporánea. Proceden de una gran variedad de tradiciones culturales y dominan, al lado de la española, la francesa, la británica y la latinoamericana.
- Sin duda se trata de mujeres y hombres con experiencias muy diversas y de edad muy varia. Unos son jubilados, otros estarán a punto de llegar a esta fase de sus carreras profesionales, muchos se encuentran en plena producción, otros ya han empezado la gran aventura de la docencia y de la investigación, hay quienes se hallan en períodos de formación, etc. La disparidad es muy amplia. Unos trabajan o han trabajado en Universidades, otros en los tramos de la segunda enseñanza. No faltan quienes están en centros de investigación. ¿Qué los ha unido?
- No es exagerado afirmar (pero estoy dispuesto a que se me corrija) que probablemente ha sido la desazón ante una decisión de unos, tal vez eminentes políticos municipales, pero que carecen de formación histórica o, lo que es más grave, de curiosidad histórica. Dado que la iniciativa ha procedido de un nuevo partido que solo cabe caracterizar de ultraderechista, es verosímil que algunos lectores se hayan hecho cruces ante la reacción de otros partidos que presumen de ser centristas o de centro derecha. Pero el que calla, otorga y el que vota a favor, debe cargar con la responsabilidad por sus actos. Bye-bye al “centrismo” que predican.
- Tal vez algunos, como quien esto escribe, se hayan preguntado qué tiene España de diferente, al no practicar una política de “cordón sanitario”, como se ha hecho y se hace en países de gran influencia sobre, o admirados en, nuestra sociedad (Francia y Alemania en primer lugar) y cuyos representantes en el Ayuntamiento de Madrid se han dejado llevar por las muy peculiares concepciones históricas proferidas por un partido como VOX.
- Personalmente me pregunto, en tanto que mero firmante del informe técnico, ¿será capaz tan novedoso partido de suscitar una respuesta parecida de historiadores que le sean afines y que desmientan los argumentos que en él figuran? ¿Lo hará Ciudadanos? ¿Y qué decir del PP? No conozco a nadie que exhiba su pertenencia a VOX y haya salido al ruedo (intelectual, por supuesto) y demolido con argumentos históricamente fundados las razones por las cuales la decisión del Excmo. Ayuntamiento de Madrid no es absurda y sí motivada por razones de política presentista y llena de resquemor. En todo caso, poco confesables, porque las que ha aducido VOX no son de recibo en términos de historiografía. Y, si no, que alguno de sus escuderos en la Universidad, en los Institutos o en los centros de investigación las defienda
¡Ah!, pero si se trata de política baja y rastrera (por parafrasear a W. H. Auden), entonces habrá que esperar y desear que otro consistorio, de signo diferente, revierta tal decisión y muestre que, al menos un sector de la población madrileña, es capaz de recordar algo de su historia auténtica en las antípodas de las mentiras que unos cuantos ediles, eso sí, en mayoría, se empeñan en hacer tragar, por las buenas o por las malas, a sus conciudadanos.
La batalla por los nombres de las calles de Madrid -o de otras ciudades españolas- no es sino la manifestación de que algo no se ha hecho bien en nuestro país. No conozco en Alemania ninguna Göringstrasse o ninguna Goebbelsplatz. No hay que referirse al innombrable caudillo austríaco de la época. Tampoco en Francia conozco una Allée Maréchal Pétain o una rue Pierre Laval. Por no hablar de Bélgica con las impensables Avenues Léon Degrelle. Y cito estos casos por poner unos ejemplos mínimos.
Claro es que algunas sociedades aprenden y saben historia. Me temo que los políticos del PP, Ciudadanos y VOX, no. Porque, claro, no me atrevo a pensar que se trate de personajes ignorantes, de corto aliento, barriobajeros. No, eso no. ¡Por Dios! ¿Quién podría pensarlo?
Fuente: Blog de Ángel Viñas