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Ecologistas en Acción critica la decidida apuesta por el coche eléctrico

Enrocados en el crecimiento

Fuentes: Diagonal

La escasa implicación en la lucha contra el cambio climático y la apuesta por «falsas soluciones tecnológicas» marcan el proyecto del Gobierno para fomentar una economía sostenible.

La futura Ley de Economía Sostenible (LES) tiene como objetivo fundamental el crecimiento de la economía como si viviésemos en un planeta de recursos y sumideros infinitos, en el que el crecimiento continuado fuese posible. Así, el grueso de las medidas que incluye el anteproyecto tiene como finalidad el crecimiento.

En materia energética se reafirman los compromisos de la UE: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20%, y que las renovables aporten el 20% del mix energético (10% en el transporte) en 2020. Son compromisos tremendamente insuficientes en la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, la rebaja de emisiones del 20% a nivel de la UE significa que el Estado las incrementará un 30% respecto a 1990 según el reparto interno en la Unión. El 20% de renovables es un objetivo tremendamente conservador, con el desarrollo actual de las renovables. Y el 10% de renovables en el transporte sólo podrá llevarse a cabo mediante la importación masiva de agrocarburantes que, además de no resolver el problema del cambio climático, agravarán otros como la pérdida de biodiversidad o las afecciones a la población local.

Uno de los elementos claves de la futura ley será el tema del transporte. Se habla de movilidad sostenible, de cheques-transporte para incentivar el uso del transporte público o de un mayor peso del transporte ferroviario de mercancías. Sin embargo esto es coherente, a juicio del Gobierno, con el Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT), que incluye 6.000 nuevos kilómetros de autovías y 9.000 de AVE. Un plan que crea menos y peores puestos de trabajo que la apuesta por el transporte público, que está detrás de la mala calidad del aire de nuestras ciudades, y que es corresponsable de que el Estado español no vaya a cumplir el Protocolo de Kioto.

Falsas soluciones

En el apartado de movilidad, la promoción del coche eléctrico es una de las medidas estrella. Es cierto que los vehículos eléctricos podrían generar menor contaminación acústica, de gases y de partículas en las ciudades. Pero los coches originan otra serie de problemas: expansión urbana, construcción de grandes infraestructuras, gran ocupación de espacio público, limitaciones a la movilidad de otros medios más sostenibles, siniestralidad… y eso sin garantizar una menor emisión de gases de efecto invernadero. Las medidas contempladas para internacionalizar más la economía significan un mayor trasiego de mercancías, lo que implica más consumo energético y cambio climático. También suponen un apoyo al expolio que están realizando las transnacionales españolas en el extranjero. Así, la ley apunta realmente a que la lucha contra el cambio climático (y por la sostenibilidad en general) se centre en falsas soluciones tecnológicas y en el mercado (como el de carbono). Es decir, usar los mismos mecanismos que nos han llevado a la crisis actual.

Esto no debe impedir valorar positivamente algunos de los aspectos. Entre ellos cabe destacar la limitación a 40 años de la vida de las centrales nucleares. Eso sí, teniendo en cuenta que lo que debería aparecer es un calendario de rápido cierre escalonado.

Otros elementos a destacar son el anuncio del final de la deducción por la compra de vivienda a las rentas mayores, la equiparación de las desgravaciones con el alquiler y las ayudas para la rehabilitación de viviendas para incrementar su eficiencia energética. Estas no son medidas suficientes para salir del agujero inmobiliario pero apuntan en esa dirección.

En todo caso, estas acciones se ven acompañadas de una prórroga en la aplicación de la Ley del Suelo que beneficia a los especuladores, que han visto como el valor del mismo ha caído a causa de la crisis.

También merece la pena señalar las deducciones por inversiones e investigaciones medioambientales. La apuesta por la innovación será un avance hacia la sostenibilidad, suponiendo que este desarrollo técnico se centre en mejorar la eficiencia. Sin embargo, ésta no es una condición suficiente: el parque automovilístico español ha ido reduciendo su consumo progresivamente, sin embargo hoy sus emisiones totales de gases de efecto invernadero son mayores que hace diez años, ya que el número de vehículos y los kilómetros recorridos se han incrementado.

Lo verdaderamente fundamental para la sostenibilidad española es un decrecimiento drástico en el consumo energético y de materiales. Todo ello acompañado por una reconversión hacia las fuentes energéticas renovables. Esto no aparece en la LES. En resumen, lo que presenta el Gobierno tiene poco que ver con la sostenibilidad y mucho más con conseguir un crecimiento sostenido.

Luis González Reyes es miembro de Ecologistas en Acción

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Enrocados-en-el-crecimiento.html