Trabajador incansable, activista de largo recorrido, Nando Zamorano es miembro de Espai Marx, ciudadano-filósofo amante y deseoso de todo saber -nada humano le es ajeno realmente, puedo corroborarlo personalmente- y como fuera el caso de uno de sus maestros, aquel revolucionario de Tréveris renacido estos último años, se ubica en el mundo combatiendo toda injusticia, […]
Trabajador incansable, activista de largo recorrido, Nando Zamorano es miembro de Espai Marx, ciudadano-filósofo amante y deseoso de todo saber -nada humano le es ajeno realmente, puedo corroborarlo personalmente- y como fuera el caso de uno de sus maestros, aquel revolucionario de Tréveris renacido estos último años, se ubica en el mundo combatiendo toda injusticia, todo proyecto, todo programa de mentes irresponsables que pretenda situar al ser humano en un lodazal antidemocrático de explotación, marginación social, miseria psíquica, desamor y maltratado de la Naturaleza.
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Espai Marx, no sé si con alguna colaboración más, organiza el próximo 9 de junio de 2012, a las 10 h, unas jornadas sobre «Experiencias políticas por una nueva cultura». ¿Qué es Espai Marx? ¿Quiénes formáis parte del colectivo ?
Espai Marx es una asociación política y cultural formada por personas que provenientes de diferentes de diferentes espacios e incluso tradiciones políticas, consideran que los trabajos, las propuestas metodológicas, las y las finalidades señaladas por Marx continúan siendo básicamente significativas. Nos juntamos para debatir bajo el amplio paraguas que nos ofrece el binomio de forman la democracia y el socialismo.
El lugar del encuentro es el Casal Popular 3 Voltes Rebel, del Paseo Urrútia, 125, de Barcelona (Metro Llucmajor, línea 4). Creo que el Casal tiene una historia interesante. ¿Nos la cuentas?
El Casal 3 Voltes Rebel es un proyecto de la Trobada Alternativa de Nou Barris, un espacio político abierto y participativo que formada por un grupo de personas de izquierda, que provenientes de diferentes culturas políticas trabajan por devolver a la política a la calle, el lugar que le corresponde.
La Trobada se organiza en grupos que desarrollan diferentes proyectos: Una Oficina de Derechos Sociales, donde un colectivo de vecinas y vecinos ofrecen asesoramiento laboral gratuito a personas que se lo solicitan, una Cooperativa de consumo agroecológica «El Levat», una Comisión Municipalista o el propio Casal. Se trata de un espacio de encuentro, donde compartir inquietudes pero también reforzar los lazos y la solidaridad vecinal.
¿Puedes darnos detalles de la jornada? ¿Quiénes participan? ¿Para qué ciudadanos habéis pensado el encuentro?
Las jornadas se realizarán el sábado 9 de junio y consistirán en dos mesas de debate, una por la mañana y otra a la tarde. Son unas jornadas de intercambio de experiencias de miembros pertenecientes a asociaciones políticas que conciben la acción política como autoorganización ciudadana al margen de la profesionalización, y como ponentes participarán personas que pertenecen a diferentes asociaciones y nos explicarán la suyas. Contaremos con Miguel Ángel Doménech, de la Asociación Republicana de Cuenca, Carlos Gutiérrez, del Movimiento de Izquierda Alternativa de Pinto, Alex Casademunt, del Centre per a la Sostenibilitat Territorial, Josep Bel, trabajador de telefónica y miembro del sindicato Cobas, Manuel Cañada, del Colectivo por los Derechos Sociales La Trastienda de Mérida y Toni Marcó, miembro de la Trobada Alternativa de Nou Barris. Las mesas de debate intentan huir del formato clásico ponente-público y tratar de que la relación sea más horizontal, favoreciendo la participación de todos los participantes que no vienen sólo a escuchar sino a debatir, a deliberar.
Entendemos que la mayoría, por no decir la totalidad, de las personas que acostumbran a participar en este tipo de jornadas participa, de una manera u otra, en alguna actividad y que muchas de las cosas que aquí nos expliquemos les puedan ser útiles.
¿Desde cuando celebráis estos encuentros? ¿De qué temas habéis hablado?
Venimos celebrando jornadas de debate desde hace algunos años. En este tiempo se han tratado diversos temas; en el 2007, coincidiendo con el setenta aniversario de su muerte, organizamos unas jornadas sobre el pensamiento político de Antonio Gramsci, las del 2008 trataron sobre la democracia y el socialismo y tuvimos la suerte de contar con amigos como Santiago Alba Rico o Carlos Fernández Liria. Las del año pasado se centraron en la relación entre la democracia y la economía, tema de máxima actualidad en los tiempos que corren en los que la ciudadanía es expoliada a la luz del día y a cara de perro de sus propios impuestos y derechos para beneficio de ladrones y sin embargo, la propia ciudadanía parece asistir impávida a este latrocinio, porque ¿Qué poder de decisión tenemos los ciudadanos respecto de la economía
¿De qué experiencias políticas pensáis hablar?
Se trata de pequeñas experiencias políticas, pegadas al territorio y construidas «a mano y sin permiso», al margen de los marcos institucionales, sin las prisas que nos imponen las agendas electorales, de un tipo u otro.
Esa nueva cultura que anunciáis, ¿qué componentes tendría? ¿Dónde residiría su novedad?
Entendemos que es necesaria una cultura política basada en la actividad, en la participación y en la organización de los subalternos, donde todas y todos somos necesarios. Se trata de que los ciudadanos se apoderen de la política, que ha quedado en manos de profesionales. Romper esta de cadena de producción fordista, con su división entre especialistas que tienen el saber y el resto que se han de limitar a votar y dejar hacer. El 15M ha demostrado que esa manera de entender la política ha entrado en crisis, que ya no es aceptada por un buen número de ciudadanos, pero también es conveniente que la izquierda haga su lectura y asuma su propia incapacidad organizativa.
Si no ando errado, no habéis invitado a nadie de ningún movimiento del 15M. ¿Por qué?
Me consta que algunas de las personas que vienen a explicar sus experiencias, como pueden ser Josep Bel o Manuel Cañada, han tenido un papel muy activo en el denominando 15M. Con todo, cuando nos planteamos la organización de estas jornadas pensábamos en asociaciones que llevan un cierto tiempo trabajando. Puede parecer una tontería, pero a mi entender, fundamental contar con experiencias que se mantengan en el tiempo si queremos llegar a tener algún tipo de incidencia y salir del círculo de nuestro pequeño mundo. A la izquierda le cuesta muy poco crear espacios nuevos que no acostumbran a durar mucho, los quemamos o llevados por diferentes urgencias son substituidos por otros nuevos. Mi madre diría que somos muy «noveleros».
¿Qué otras actividades realiza Espai Marx?
Mantenemos una revista electrónica http://www.espai-marx.net , una biblioteca virtual de ciencias sociales «Los árboles de Fahrenheit» http://www.
En la presentación del encuentro señaláis que en Espai Marx lleváis tiempo reflexionando sobre la necesidad de que la izquierda asuma como objetivo político la creación de una nueva cultura política basada en la radicalización de la democracia. ¿En qué consistiría esa radicalización de la democracia?
En la participación directa de la gente, que entiende que sólo juntándose a otros, organizándose, podrá de resolver sus problemas. Eso significa fomentar espacios, pequeños regímenes, de paideia, con formas de hacer que fomenten la participación y la toma de decisiones colectiva, de democracia directa. Se trata de generar una cultura autoprotagonizada por la gente, no por una élite política o intelectual. Además, a mi entender, la única posibilidad de una salida de la crisis, que no suponga el mantenimiento del actual estado de las cosas con el consiguiente encarnizamiento sobre los más débiles, pasa por la participación de los subalternos en la cosa pública, por la radicalización de la democracia.
¿La izquierda no ha asumido esa radicalización en vuestra opinión? ¿En qué izquierda pensáis?
Aquella que concibe la política como mera ingeniería llevada a cabo por profesionales de la gestión desde las instituciones y no como acción en la sociedad civil y desde la misma. Que entiende como su único fin la gestión desde las instituciones del estado de los pocos o muchos recursos económicos que pongan a su disposición los impuestos y que para ello es capaz de llegar a pactar con la derecha y de aplicar recortes sociales contra los que dice representar.
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