“La juventud es la fuerza más activa y vital de la sociedad. Los jóvenes son los más ansiosos de aprender y los menos conservadores en su pensamiento”, Mao Zedong, Libro Rojo.
La organización GKS resalta como una de las principales y más activas agrupaciones sociopolíticas juveniles de Euskal Herria. A pesar de su reciente creación ha logrado convertirse en una fuerza política movilizadora de una cada vez más numerosa juventud nacionalista vasca y su crecimiento demanda un seguimiento acerca de sus posturas y estrategias políticas. No tenemos dudas de asegurar que representa una auténtica esperanza contestataria de entre las fuerzas juveniles de izquierda del País Vasco.
GKS y el espectro de organizaciones que le rodean, así como muchas otras a las que nos referiremos en próximas entregas revelan un interesante vigor de la juventud rebelde. Una juventud organizada en torno al cuestionamiento de las atrocidades de un orden capitalista, opresor y guiado por las lógicas de la Modernidad. Esta juventud reivindica en la actualidad un carácter comprometido y batallador, y desafía los esquemas y patrones dominadores de la mediática y la política dirigida a idiotizar a la juventud.
Esta organización forma parte de un bloque mayor, en el que se juntan diversos colectivos que luchan por cuestiones fundamentales para la vida material y espiritual, que reivindican y a la vez forman políticamente a la juventud en la lucha por los derechos y libertades del proletariado. GKS, como señalamos, forma parte de un ecosistema más complejo de organizaciones sociales y/o populares que a su vez forman parte del denominado Movimiento Socialista de Euskal Herria y que de acuerdo a su perfil integran el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV). Aunque resulta complejo delinear el mapa de cuáles organizaciones y colectivos sociales o populares forman parte de estos movimientos, llama la atención el dinamismo con el que operan socialmente. Es indiscutible, sin embargo, que la sociedad vasca, al menos la comprometida con un cambio social, que apuesta por la construcción de una alternativa socialista al sistema capitalista, no tiene los niveles de movilización de la década de los 80 y 90 del siglo XX. No obstante, sería absolutamente inapropiado subestimar la fuerza relativa y la capacidad de movilización de las organizaciones socialistas en EH.
GKS activa de forma coordinada con otros colectivos con los cuales les unen propósitos transversales y objetivos comunes.Su actividad se centra en el trabajo sociopolítico junto a colectivos como Ikasle Abertzaleak (IA, sindicato estudiantil), Emakumeon Antolakunde Sozialista (ITAIA, Organización Socialista de Mujeres), Erraki Langile Kontrolpeko Espazioen Babes Sarea (ERRAKI, Red de Apoyo de Espacios de Control Obrero), Unibertsitateko Indar Batasuna (UIB, Unión de Fuerzas Universitarias) y hasta un interesante órgano divulgativo de gran calidad y creatividad GEDAR. Estas organizaciones participan a su vez en laplataforma intergeneracional Kontseilu Sozialista
Todo esto pretende contextualizar brevemente la entrevista que hemos realizado al colectivo de GKS de Gasteiz y que encontrarán a continuación. Valga resaltar que GKS. a pesar de no ser la única organización juvenil de EH, actualmente moviliza a una gran cantidad de jóvenes formados críticamente y que reivindican la lucha histórica de la clase trabajadora.
Finalmente, esta entrevista llama la atención en la necesidad de resaltar las luchas muchas veces invisibilizadas y mediáticamente manipuladas de organizaciones juveniles que desafían los estereotipos de la juventud ensimismada, desmovilizada y secuestrada por los antivalores del capitalismo.
1. ¿Cómo se define la organización en su dimensión particular de organización juvenil vasca?
Gazte Koordinadora Sozialista (Coordinadora Juvenil Socialista) es una organización juvenil socialista de Euskal Herria. Nosotros formamos parte del “Movimiento Socialista” de Euskal Herria y estamos organizados en todo el territorio histórico vasco, tanto en “Iparralde” (ubicado en el Estado francés) como en “Hegoalde” (ubicado en el Estado español). Uno de nuestros principios fundamentales es la independencia organizativa del proletariado con respecto a la burguesía y sus partidos, por lo que GKS puede ser considerado como una herramienta política de la juventud proletaria.
Las condiciones para nuestra existencia surgen de dos factores de carácter general: por un lado, el agotamiento de un ciclo de lucha de clases en Euskal Herria y, por otro, la crisis capitalista que, entre otras cosas, ha proletarizado a muchos sectores de la sociedad, entre ellos la juventud.
GKS nació oficialmente en febrero de 2019. Desde entonces hemos mantenido una actividad política acorde con nuestras fuerzas militantes. Entre otras cosas, hemos creado espacios para la formación de la militancia (seminarios, escuelas marxistas, jornadas políticas…), campañas políticas contra el poder de la burguesía (por ejemplo, para denunciar la gestión burguesa de la pandemia o de las condiciones económicas de la juventud proletaria), creación de espacios culturales (con el objetivo de ir creando ambición artística socialista y modelos de socialización superiores éticamente a la capitalista), etcétera.
También hemos organizado encuentros nacionales de la juventud socialista (Euskal Herriko Gazte Topagune Sozialista) junto con la organización estudiantil Ikasle Abertzaleak. Estos encuentros, pretenden crear un espacio de debate en torno a un contenido estratégico, llevar a cabo procesos de trabajo de grandes dimensiones (por ejemplo para habilitar edificios que sirvan de base al desarrollo de la organización) y disfrutar de tiempo libre para la socialización con militantes de otras partes de Euskal Herria..
Finalmente, en lo que respecta a la intervención más inmediata, intentamos abordar en todo momento la coyuntura y aplicar las categorías políticas del marxismo dentro de la misma: promoviendo movilizaciones, socializando nuestro punto de vista…
2. ¿Cuáles son los objetivos principales?
Nosotros defendemos el programa histórico del comunismo como creación de una sociedad sin clases. En ese sentido, es necesario la supresión de la dominación de la burguesía y la superación de todas las modalidades de opresión que hoy en día dependen de ella, como pueden ser la opresión de la mujer trabajadora, el racismo, etc. Entendemos que el comunismo es el programa de la libertad universal, que suprime el criterio clasista de organizar la sociedad y pone las condiciones sociales para el desarrollo de una vida en libertad en todas sus dimensiones.
Dicho objetivo, la creación de una sociedad sin clases, implica necesariamente una óptica política universalista y una independencia política del proletariado con respecto a la burguesía, tanto a nivel organizativo como a nivel ideológico. El proceso político que hemos puesto en marcha responde, por lo tanto, a ese modo de comprender el proceso revolucionario.
Por todo ello, nuestra actividad política tiene como horizonte la creación del Partido Comunista de Masas, entendido como la forma de poder -y, por tanto, de organización compleja del poder- del proletariado que se articula a escala internacional y es capaz de confrontar el poder de la burguesía.
Como hemos dicho, defendemos un punto de vista político universalista y no particularista, por lo que nuestro programa político no se define en términos nacionalistas. Sin embargo, ello no nos impide desarrollar una actividad política que se adecue a las condiciones de un territorio en particular. Es más, creemos que el Estado socialista es la expresión del poder del proletariado, que instaura el control sobre el territorio y sus recursos, y que supone una hegemonía del comunismo a nivel internacional. En ese sentido, defendemos que la construcción del Estado socialista vasco tiene que estar relacionado estratégicamente con la ofensiva del proletariado a nivel internacional. Es decir, si pretendemos instaurar el control proletario sobre un territorio, ese proceso va a tener que acumular unas cuotas de poder similares a la de la clase burguesa y en un momento en el que la burguesía se organiza a nivel internacional, el proyecto comunista debe tener el mismo horizonte.
Como organización juvenil, uno de nuestros objetivos es que la juventud se alinee con el programa comunista, tanto en una forma activa generando militancia política, como en una forma más indirecta generando una masa de simpatizantes del proceso revolucionario. En todo momento, señalamos los mecanismos del poder de la burguesía y la función de los partidos políticos parlamentarios, que no hacen sino apuntalar el poder de los banqueros y grandes empresarios, reduciendo el ámbito de los derechos civiles y políticos del proletariado.
3. ¿Cómo entiende la organización la necesidad de construir un bloque de jóvenes militantes conscientes?
Como venimos explicando, la organización de la juventud proletaria no se agota en sí misma; está orientada a la construcción del Partido Comunista de Masas, que es la condición necesaria para suprimir el poder de la burguesía y sus partidos. Sin embargo, hay que construir el partido, y la juventud proletaria puede cumplir una función importante en ese proceso.
Como organización juvenil debemos identificar cuál es la función que cumple la juventud trabajadora dentro de la dinámica del poder burgués, para neutralizar dichas funciones y poder insertar los sectores juveniles en una dinámica militante que permita superar el capitalismo.
Entendemos que la juventud trabajadora cumple diversas funciones dentro de la dinámica del poder burgués. Por un lado, hablamos de la función económica. Mediante lo que podemos denominar mercado laboral juvenil se devalúa el valor de la fuerza de trabajo de la juventud: instaurando determinadas relaciones laborales, como pueden ser la combinación de trabajos parciales, los contratos de prácticas; un paro estructural disimulado por el alargamiento de los estudios…
Por otro lado, la burguesía fomenta la despolitización constante de los jóvenes, mediante determinados tipos de ocio, las redes sociales, los medios de comunicación, la escuela… Además, también nos parece importante señalar el papel que cumplen diferentes dinámicas con apariencia alternativista, pero que desarrollan sus reivindicaciones dentro de las posibilidades del capitalismo.
Estas intervenciones sobre la juventud hay que entenderlas no solo desde la óptica de la sociedad actual, sino también con una perspectiva de futuro. Las intervenciones que se realizan hoy en día en la juventud trabajadora, además de transformar la juventud del presente, también están transformando la clase trabajadora del futuro: la despolitización y la devaluación de la fuerza de trabajo de los jóvenes, por lo tanto, están devaluando y despolitizando la clase obrera del futuro.
Por todo ello, es fundamental abrir procesos de lucha y neutralizar dichas intervenciones. Por un lado, porque conlleva la mejora en las condiciones de vida de la clase trabajadora: combatir reformas laborales reaccionarias, hacer frente a medidas que recortan libertades… Por otro lado, estos procesos de lucha nos permiten crear condiciones para vincular a la juventud a la organización comunista y poder dibujar un horizonte de superación del capitalismo.
4. ¿Con cuáles organizaciones sociales o políticas GKS privilegia su actividad permanente?
Como organización juvenil que forma parte del Movimiento Socialista de Euskal Herria tenemos una relación normalizada y sistemática con las demás organizaciones del movimiento: por ejemplo, con la ya mencionada Ikasle Abertzaleak (organización de carácter estudiantil), con ITAIA (organización de mujeres socialistas), con los distintos Consejos Socialistas que trabajan por la construcción del Partido Comunista a nivel territorial en distintos puntos de Euskal Herria, etc.
El movimiento socialista tiene una agenda política propia, pero estamos abiertos a establecer relaciones con otros grupos u organizaciones. Como es lógico, creemos que esas relaciones deben construirse sobre unos mínimos, fundamentalmente sobre el principio de la independencia del proletariado. Por lo tanto, no queremos alimentar la dinámica institucional burocrática de los partidos existentes en Euskal Herria, porque esa dinámica es parte del problema al que nos enfrentamos. Es decir, hoy en día, el poder de la burguesía se efectúa, entre otras cosas, mediante los partidos políticos tanto de derecha como de izquierda. Esto ha quedado en evidencia con la gestión de la pandemia: todos los partidos políticos han impuesto estados de excepción, han suprimido derechos civiles y políticos, han criminalizado a sectores proletarizados, etc.
Para ser concretos, estamos dispuestos a colaborar con todos aquellos que quieran alimentar la perspectiva revolucionaria del socialismo y la independencia del proletariado.
5. ¿Cuáles consideran son los frentes fundamentales de la lucha por la construcción del socialismo?
Por una parte, en la coyuntura actual consideramos imprescindible la lucha por las libertades políticas. Es decir, creemos que es urgente crear toda una serie de condiciones (políticas, culturales…) para el desarrollo del proceso revolucionario. Este frente puede abarcar múltiples cuestiones, pero una de las más importantes es asegurar las condiciones para la organización política: que los partidos políticos no arrebaten los derechos civiles y políticos que posibilitan dicha organización, que en la calle exista un sentido común hegemónico que legitime la militancia comunista, que los fascistas no bloqueen la organización del día a día…
Por otra parte, otro frente fundamental es la lucha de clases cultural; es decir, la lucha por la construcción y expansión de la cosmovisión comunista, en contra de la cosmovisión burguesa. Toda práctica, por distinta que sea, tiene una dimensión cosmovisional, y en todos los conflictos políticos debemos ganar posiciones a favor de la cosmovisión comunista.
Es evidente que estas dos cuestiones están interrelacionadas. Además de estas, existen otros ámbitos estratégicos para la construcción del socialismo. En primer lugar, no hay construcción del socialismo sin construcción económica del mismo. Ello implica, al menos, una articulación conceptual del poder de la burguesía con la cual debe romper el socialismo, y una propuesta estratégica de actividad y organización del poder económico del proletariado. En pocas palabras, la necesidad de un desarrollo científico de la propuesta estratégica del socialismo.
6. ¿Cómo organizan la formación sociopolítica de sus militantes?
La formación de la militancia se lleva a cabo en distintos planos. En primer lugar, la militancia misma es un continuo modelo de formación ética de las personas, en tanto que construye un modelo racional y responsable de participar en cuestiones colectivas y sociales. En ese sentido, la militancia es una formación ética permanente que fomenta una forma de participación responsable en los procesos deliberativos colectivos, en los cuales se impone la racionalidad política superior e implica una ejecución disciplinada de las decisiones más racionales.
Por otra parte, la organización lleva a cabo un proceso sistemático de formación teórica-política, y ello obedece a un principio básico: establecer una conexión entre la militancia y la tradición socialista del proletariado revolucionario. Es necesario estudiar el conjunto de las experiencias que intentaron construir el socialismo, sacar las conclusiones políticas de dichas experiencias, recuperar la teoría política del marxismo… Hay que heredar (y heredar implicar una asunción crítica del pasado, entendiendo la crítica en términos marxistas) la tradición socialista para poder llevar a cabo el programa histórico del comunismo.
En ese sentido, intentamos que la formación en la teoría política sea una constante en nuestra actividad. Organizamos seminarios de formación mensuales, jornadas de debate, charlas, intentamos que en nuestro modelo de organización y en la actividad del día a día siempre haya espacio para el debate…
7. ¿Cuál es el rol de la juventud frente a las estructuras de poder que ejercen el gobierno vasco, el gobierno español y la Unión Europea?
La juventud como tal no puede hacer frente a esas estructuras de poder, tampoco la juventud proletaria organizada políticamente: de ahí la necesidad del Partido Comunista. El poder de la burguesía es demasiado grande y complejo como para poder combatirlo realmente desde un ámbito abstracto de la sociedad.
Sin embargo, eso no implica que se deba dejar de lado la militancia política en el ámbito juvenil, es más, lo que implica es, como ya se ha dicho, la necesidad de una forma de organización superior: el Partido Comunista. Pero, hay que poner las condiciones para la construcción de dicho partido, porque la creación del Partido Comunista no es un acto performativo. Es decir, no nos parece correcto afirmar que somos el Partido Comunista, sin tener un modelo propio de articulación de poder proletario.
En todo caso, es necesario llevar a cabo una crítica de las instituciones de poder que has mencionado en la pregunta. En primer lugar, ¿de quién dependen esas instituciones? Pues bien, de aquellos que las financian; de los banqueros y grandes empresarios. Son instituciones capitalistas, que no pueden organizar una vida en libertad. Además, todos los partidos parlamentarios hacen suyas las reglas de juego de esas instituciones (están integrados en los Estados burgueses y demás estructuras de poder) y ninguno tiene una hoja de ruta de superación de estas. Nosotros intentamos señalar la dinámica de opresión del régimen de los banqueros y grandes empresarios, y destapar la farsa de todos los partidos políticos.
8. ¿Cómo desarrollar los objetivos en base a las condiciones subjetivas y objetivas en la lucha por la construcción de una alternativa socialista en EH?
Consideramos que en la coyuntura actual existen condiciones para desarrollar los objetivos descritos, es decir, consideramos que existen condiciones para avanzar en el camino revolucionario.
En un plano económico a nivel internacional observamos un escenario de crisis capitalista. Desde finales de la década de 2000 estamos viviendo en toda Europa un proceso de proletarización. Por un lado, gran parte de la clase media no puede sostener el nivel de vida que ha sostenido durante la segunda mitad del siglo XX. Por otro lado, es evidente que el paradigma del estado del bienestar está completamente agotado: la participación que tenía la clase obrera en la producción social mediante el salario indirecto se ha reducido considerablemente. Entendemos, por lo tanto, que este proceso de proletarización vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de construir el socialismo, como única alternativa que garantice las condiciones de vida y libertades del proletariado.
En Euskal Herria, más o menos coincidiendo con el periodo de crisis capitalista, se produjo el final de un ciclo de lucha de clases, fuertemente marcado por la confrontación armada. El final de ese ciclo de confrontación ha dejado diferentes consecuencias. Por un lado, observamos la integración total de Sortu y EH Bildu en la dinámica institucional del Estado español. Aunque mantengan cierta retórica aparentemente revolucionaria, hoy en día son un apoyo activo e indispensable del gobierno español. En Iparralde nos encontramos con una situación similar: la apuesta principal de Sortu y EHBai (la coalición electoral) es optar a gobernar ciertos municipios, sin cuestionar en ningún momento el estado de las cosas. Sin embargo, el anterior ciclo de lucha de clases también ha dejado elementos positivos: predisposición a la militancia de parte de la juventud, una tendencia a la organización superando el ámbito local…
Por lo tanto, podemos afirmar que las condiciones para el surgimiento del movimiento socialista son las mencionadas hasta ahora: un proceso de proletarización que hace que empeoren las condiciones de vida de gran parte de la sociedad (sobre todo los jóvenes) y el agotamiento de un ciclo de lucha y la falta de referentes revolucionarios.
¿Cómo desarrollar los objetivos a partir de estas condiciones? Precisamente, combinando las condiciones subjetivas y objetivas que encontramos en la actualidad. Es imprescindible romper el bloque (bloqueo) socialdemócrata que impide el desarrollo del poder del proletariado. Se ha demostrado en innumerables ocasiones que la socialdemocracia actúa como agente del orden y garante del poder de la burguesía. En Euskal Herria no es diferente. A esto, tenemos que añadir que necesitamos romper el control cultural que ejerce la burguesía sobre el proletariado: tenemos que contraponer una cosmovisión comunista a la hegemonía de la burguesía.
Todo esto tiene que desarrollarse en base a un criterio de crecimiento proporcional. En primer lugar, el crecimiento del movimiento comunista tiene que mantener el equilibrio entre la cantidad y la calidad de la militancia. Es necesario garantizar el desarrollo de la militancia a la par que crece la organización. Entendemos que el aumento de la construcción del Partido Comunista no es solo una expansión de la militancia, sino un desarrollo de la capacidad de la organización. En segundo lugar y en relación con lo expuesto, es necesario acertar en el modelo organizativo que mejor se adecua a cada momento y desarrollar formas de lucha efectivas.
En todo caso, el crecimiento del Movimiento Socialista tiene que implicar una lucha constante por la mejora de las condiciones políticas, es decir, el criterio es ir aumentando las cuotas de poder del proletariado y no solo mejorar sus condiciones de vida.
Jonathan Montilla A., militante revolucionario bolivariano.
Gasteiz, enero 2022
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