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Entrevista a Oriol Porta sobre la película Hollywood contra Franco

Fuentes: Rebelión

«[…] lo que a mi me interesaba íntimamente era hablar de la relación entra el cine y la política, en concreto tal y como se da en el principal país productor de cine y de política: los Estados Unidos. En este sentido, es más una película sobre los EE.UU. que sobre la guerra civil española».

Déjeme en primer lugar felicitarle por su magnífica película y arrancar con algunas preguntas sobre la génesis de su trabajo. ¿De dónde la idea de hacer una película sobre Hollywood y el franquismo?

Gracias. Bien, en realidad el tema histórico -las películas americanas (y más) con referencias a la guerra civil española- estaba ya estudiado, por cinéfilos e historiadores, por lo que yo no he descubierto nada. Lo único que he hecho ha sido trasladarlo a su medio natural y difundirlo a un público más amplio. Por otro lado, lo que a mi me interesaba íntimamente era hablar de la relación entra el cine y la política, en concreto tal y como se da en el principal país productor de cine y de política: los Estados Unidos. En este sentido, es más una película sobre los EE.UU. que sobre la guerra civil española.

¿Cuándo tiempo le ha llevado la realización de la película? No debe haber sido fácil conseguir permisos para la inclusión de fragmentos de, por ejemplo, Tal como éramos o Casablanca.

Ha sido un proyecto muy largo -9 años- debido a lo que usted menciona, la adquisición de derechos de los más de 40 minutos que el documental incluye de películas de Hollywood, una tarea complejísima en términos financieros y legales.

Si no es indiscreción, ¿cómo se ha financiado? ¿Han tenido ayudas públicas?

He conseguido dinero público de las 4 fuentes «clásicas» para financiar este tipo de películas: Televisió de Catalunya, Televisión Española, el ICAA (Ministerio de Cultura) y el ICIC (Generalitat de Catalunya). Pero también he tenido que poner una importante parte de dinero de mi propia productora. Es uno de los documentales más caros de la historia de España. Demasiado caro, y no rentable en términos económicos…

Usted es, al mismo tiempo, y acaso sin contradicción, productor y director de HCF. ¿Es posible moverse consistentemente en ambas tareas sin que estalle algún circuito

Yo soy básicamente productor y esta ha sido mi opera prima como director. (Aprovecho para decir que esta tarea es mucho más gratificante que la de ir pidiendo dinero por el mundo, o batallando con cuestiones legales). Por una parte ha sido un sobresfuerzo, pero por otro ha tenido sus ventajas. Al ser un proyecto personal -fui yo mismo, como productor, quien tomó la decisión de embarcarse en él, con motivos comerciales pero a la vez con otros más íntimos-, la verdad es que encargar su realización a otro director hubiera acabado siendo una fuente de frustraciones. Así he podido desarrollar el proyecto con más afinidad a mis motivaciones iniciales. También el hecho de conocer el componente financiero que implicaba cada decisión respecto a los derechos de las películas utilizadas ha sido muy beneficioso.

Puedo decir que el resultado final ha dejado razonablemente satisfechos tanto al director como al productor.

El guión de HCF es de Llorenç Soler, Isabel Andrés y de usted mismo; la música es de Carles Pedragosa, la fotografía de David García y la voz narrativa en catalán y castellano de Lluís Soler. Su película obtuvo el segundo premio de la sección «Tiempo de Historia» de la Seminci vallisoletana en 2008 y el premio al mejor documental en el New York International Independent Film & Video Festival. Felicidades, no son cualquier cosa esos dos premios. ¿Ha conseguido otras distinciones? ¿La ha presentado a otros festivales cinematográficos?

Gracias. Sí, la película ha participado en unos 15 festivales, alguno tan prestigioso como el de «Films du Monde» de Montréal o el de Mar del Plata, en Argentina. Últimamente hemos obtenido el premio a mejor documental catalán en Som Cinema de Mollerussa (Lleida), un pequeño festival centrado en la producción local. Hemos tenido alguna decepción y alguna sorpresa, pero sé que no hay que dar más importancia a estas cosas, porque cada festival tiene su propia dinámica, en la que a veces puedes encajar y en otras no.

¿Cuántas películas produjo Hollywood con referencias a la guerra civil española? ¿De dónde ese interés de la industria usamericana?

Más de 50, entre 1938 y 1975, cuando muere Franco. A veces son referencias muy pequeñas, pero son significativas porque se hacen de nuestra guerra y no de otros acontecimientos históricos. Ello prueba el impacto que la guerra española causó entre los artistas -más que entre la industria: los grandes productores, como buenos empresarios, primero eran más profranquistas que prorrepublicanos y después intentaron eliminar del cine toda referencia política, porque les hace perder negocio.

La guerra civil tuvo tanto impacto internacional por dos razones principales: históricamente, porque fue el primer escenario en el que las dos grandes ideologías del momento -el comunismo y el fascismo- se enfrentaban directamente, por las armas, y el mundo era consciente que allí se dirimía su futuro. Mediáticamente, porque coincidía que a finales de los años 30 el cine estaba ya implantado como el principal mass-media, lo que permitía que la gente (los americanos en este caso) pudiera «vivir» la guerra con una inmediatez absolutamente desconocida hasta entonces, a través de los noticiarios de las salas cinematográficas. Ello provocó una empatía directa. Los artistas de Hollywod veían a veces documentales sobre España en sus cenas y reuniones privadas, y hay que tener en cuenta que muchos de ellos provenían de Europa o, en general, estaban muy concienciados políticamente por el ambiente de la Gran Depresión que vivía los EE.UU. en aquella década.

Durante los años de la guerra civil Hollywood produjo una sola película sobre nuestra guerra: Blockade. ¿Quién dirigió Bloqueo? ¿Quiénes la protagonizaron? ¿Qué posiciones defendía?

En realidad hay más (El gran tipo, El último tren de Madrid y Love under Fire, entre otras), pero sin la carga política que tiene, efectivamente, Bloqueo, una iniciativa del dramaturgo John Howard Lawson, dirigida por el exiliado austríaco William Dieterle y producida por Walter Wanger, un productor liberal. Lawson era el cabecilla del Partido Comunista Americano en Hollywood y sería uno de los primeros represaliados en la posterior caza de brujas. Querían denunciar el bloqueo internacional a la república española y provocar que la gente denunciara el embargo de armas del gobierno de Roosevelt. Pero tuvieron que lidiar con el mecanismo de autocensura de los estudios (la Oficina Hays) ya desde el momento del guión. Sin embargo, la arenga final de Henry Fonda mirando a cámara -al espectador-, en pro de la intervención para defender al pueblo español, no deja lugar a dudas sobre sus intenciones.

Hollywood contra Franco, ¿no es un título paradójico? Usted mismo señala que los tiempos y circunstancias políticas influyeron de manera poderosa en las posiciones político-culturales de las películas que Hollywood iba produciendo.

Tiene razón, pero es imposible resumir todo el contenido de mi película en un título, sin que pierda su capacidad de atraer / intrigar al público. Pero también es verdad que el Hollywood del que yo hablo es el de los artistas por encima del de la industria y, en este sentido, me he fijado en la frase que Fred Zinnemann dijo -precisamente en Barcelona en los años 80-: «la derrota de España quedó como una herida abierta en los corazones liberales de Hollywood». En este sentido, mi película es un homenaje a tantos artistas -principalmente guionistas y directores- que mantuvieron su estima por la España democrática a través de los años.

¿Podría hablarse también de «El apoyo de Hollywood a Franco»? ¿Podría darnos alguna referencia concreta de ese apoyo si fuera el caso?

Apenas se da. El caso más paradigmático sería Las nieves del Kilimanjaro, donde cambiaron la localización de una de las historias del cuento de Hemingway -de la 1ª guerra mundial a la guerra civil española-, para dar una visión antirrepublicana del conflicto. Pero ello fue más por interés propio (estrategia geopolítica) que por apoyar específicamente a Franco. Le apoyó el gobierno americano de otro modo. No digo más, lo explico en la película.

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HcF tiene, además, la ventaja de darnos dos en uno. En paralelo es también la historia de Alvah Bessie, uno de los diez de Hollywood. ¿Quién fue Alvah Bessie?

Alvah fue un escritor, crítico y guionista que nació en Nueva York en 1904 y murió en San Francisco en 1985. Miembro del Partido Comunista Americano, vino a luchar en España en 1938 con el Batallón Lincoln de las Brigadas Internacionales. Escribió unas magníficas memorias de su estancia aquí (Men in Battle, 1939). A su vuelta a los EE.UU. trabajó como guionista en la Warner Bros., hasta que fue represaliado por negarse a declarar sobre sus ideas políticas en el Comité de Actividades Antiamericanas. Un hombre comprometido con sus ideas hasta las últimas consecuencias, alguien a quien creo que había que rescatar, y que presento en mi película como un ejemplo de entereza moral.

Por cierto, antes de que me olvide, el hijo de Bessie, Dan Bessie, está inconmensurable. Se sale, felicidades por ese hallazgo. Intervienen también en HcF otros guionistas y actrices. Por ejemplo, Susan Sarandon. ¿Por qué Sarandon? ¿Cómo lo ha conseguido?

Sí, Dan es un hombre extraordinario, generoso y sabio. Me ha abierto los ojos a una América diferente, verdaderamente comprometida, progresista y tremendamente activa. El también militó en el PC Americano en los años 50 y ha estado en todos los movimientos de defensa de derechos y de denuncia de los abusos de su gobierno. Hay que verle ahora enviando correos a favor de la reforma sanitaria y motivando a su amplia red de contactos a apoyar al gobierno Obama para que no ceda ante las presiones de los lobbies médico-farmacéuticos. Dan es mi amigo americano.Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.

Respecto a Sarandon, yo no quería hacer una película histórica; quería que tuviera relación con el presente. Nuestro personaje principal había muerto hace 25 años, y necesitábamos alguien que tomara su testigo de artista comprometido. Susan Sarandon es quizás el ejemplo más paradigmático en la actualidad, y tuvimos la suerte que entendió nuestro proyecto y aceptó ayudarnos. Es evidente que hay un cierto elemento «comercial» en su presencia en la película, pero creo que al final tiene su coherencia, porque sus intervenciones aportan siempre el punto de vista moral.

Además de Romà Gubern, en su película aparece otro crítico e historiador cinematográfico, Patrick McGilligan del que yo, lo confieso con rubor, no sabía nada. ¿Quién es McGilligan? Creo que es autor de «Querido camaradas».

Pat McGilligan es un historiador cinematográfico americano que da clases en la Universidad de Wisconsin. Es autor de varias biografías de cineastas americanos (Capra, Lang, Eastwood), pero su gran especialidad es el Hollywood rojo. Tender Comrades es un libro de entrevistas a un gran grupo de actores, directores, guionistas y técnicos que sufrieron la caza de brujas. Es el resultado de una larga investigación en los años 80, que debía haber dado como fruto un documental que nunca acabó de realizarse. Las primeras imágenes de mi película, la entrevista con Alvah Bessie, son las únicas que han visto la luz, 30 años después (la voz del entrevistador que se escucha, por cierto, es la del mismo Pat). McGillan fue de gran ayuda en la investigación de mi película, y el resultado final le sorprendió muy favorablemente.

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Fred Zinneman apuntó en una ocasión que la derrota de la España republicana dejó una herida abierta en los corazones «liberales» de Hollywood. ¿Fue así en su opinión? ¿No exageraba el director de Julia?

Ha pasado ya mucho tiempo y pocos protagonistas de la época quedan, pero al menos nosotros hemos encontrado unos cuantos que confirman la afirmación de Zinnemann. Muchos han quedado fuera, pero Bernstein y Laurents así nos lo manifiestan en la película. Tengo un fax firmado por el mismísimo Gregory Peck en el que me apoya en el proyecto y me dice que el fue «un decidido antifranquista».

Hollywood contra Franco pude verse actualmente en Barcelona en dos salas, en una única sesión.¿Por qué se distribuye en tan pocos lugares? ¿Se ha podido ver, se puede ver en otras ciudades españoles? Por cierto, ¿existe versión castellana de su película?

El tema de la distribución cinematográfica es un tema aparte. Después de los 6 años de proyecto y 2 de realización, he tenido que dedicar el último a la distribución. Salí con 10 copias, que son una miseria para una película comercial, pero muchas para un documental. Efectivamente, siete de ellas murieron a la semana, la de Valencia aguantó modestamente un mes y ahora solo quedan las de Madrid y Barcelona. No deja de sorprenderme que este tipo de cine no tenga público fuera de estas dos capitales. Sin embargo, la película va haciendo bolos sin cesar por canales alternativos: cineclubs, asociaciones, muestras, ciclos, festivales, etc.

Y sí, hay versión castellana.

¿Está usted preparando nuevos proyectos? ¿Puede darnos alguna pista?

Estoy trabajando en un documental con TV3 sobre la Iglesia rebelde (en Cataluña), la actividad política o de resistencia ante el régimen de Franco desde el Concordato con el Vaticano (1953) hasta la muerte del dictador. Quiero investigar qué queda del espíritu cristiano en las organizaciones civiles, culturales y políticas actuales.

¿Quiere añadir algo más?

Agradecer su interés y recomendar mi película a los lectores de Rebelión, porque creo que es un colectivo al que interesará. Y anunciar que la película puede verse en los cines Luchana de Madrid y en los Alexandra y Méliès (a partir del 15 de Enero), en Barcelona.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.