El partido verde reclama de la Junta de Andalucía que tome la iniciativa ofreciendo acoger a parte de esas personas que huyen de la guerra y la persecución, como muestra de solidaridad entre los pueblos. Igualmente, anima a la población andaluza a prestar ayuda a los mismos y reclamar solidaridad a las instituciones. EQUO Andalucía […]
El partido verde reclama de la Junta de Andalucía que tome la iniciativa ofreciendo acoger a parte de esas personas que huyen de la guerra y la persecución, como muestra de solidaridad entre los pueblos. Igualmente, anima a la población andaluza a prestar ayuda a los mismos y reclamar solidaridad a las instituciones.
EQUO Andalucía considera que, frente al actual y dramático momento de crisis con la llegada de refugiados al territorio de la Unión Europea, es un deber moral de todas las administraciones y personas tender la mano a quienes vienen huyendo de conflictos bélicos, persecuciones y otras amenazas graves para su existencia.
Ante la miopía y egoísmo de numerosos gobiernos de la UE, empezando por el español, EQUO Andalucía hace un llamamiento a las administraciones de nuestro país, comenzando por la Junta de Andalucía, para que se declaren tierras de acogida y ofrezcan ayuda concreta ante la mayor crisis humanitaria que ha vivido Europa desde la guerra de los Balcanes.
En palabras de Isabel Brito, coportavoz de EQUO Andalucía, «Los andaluces y andaluzas han vivido una y otra vez los dramas de la guerra, el exilio y la persecución, como prueban la elevada cantidad de andaluces y sus descendientes que viven hoy en día fuera de Andalucía, testimonios vivos de la dramática historia de nuestra tierra, historia y drama que hoy se repiten en Siria, Libia o Afganistán. Aunque parezcan dramas lejanos, no lo están más de lo que lo estaban México, Chile o Venezuela de la España de 1939, por ejemplo. Debemos preguntarnos si queremos, si sabremos estar a la altura de quienes dieron refugio y una vida mejor a los andaluces que huían de la guerra y la larga represión que aquí vivimos. Si la respuesta es positiva, debemos dar la bienvenida a una parte de los refugiados que llegan a Europa con los mismos miedos, la misma esperanza que nuestros abuelos llevaban en los barcos que los trasladaron a sus países de acogida».
Por su parte, la coportavoz de EQUO Andalucía, Carmen Molina, ha reclamado una acción efectiva e inmediata a la presidenta de la Junta de Andalucía: «Ha llegado el momento de actuar o de ser cómplices. Si la Junta de Andalucía y su presidenta no comparten la egoísta y criminal política del PP, deben declarar la disposición de Andalucía de acoger a parte de las familias que vemos cruzando las alambradas en Hungría, llegando en barcas de juguete a Grecia o jugándose la vida a manos de mafias para buscar un futuro para los suyos. Andalucía no es tan rica como Suecia o Alemania, pero debe ser mucho más solidaria que la España de Rajoy o tantos otros países que prefieren que los refugiados mueran en el mar que tener que atenderlos.»
«Igualmente, EQUO hace un llamamiento urgente a la ciudadanía para no abandonar a estas personas en extrema necesidad. Europa debe ser mucho más que leyes comunes y una moneda compartida. Invitamos a las mujeres y hombres de Andalucía a unirse a las protestas y concentraciones en favor a un trato humano y solidario para los refugiados, así como a colaborar con las entidades que les prestan ayuda, en la UE y fuera de la misma» ha concluido Molina.
EQUO Andalucía considera que nos encontramos ante un reto con mayúsculas para Europa, ya que la forma en que tratemos a las poblaciones que buscan llegar al supuesto paraíso europeo determinará en gran medida el tipo de sociedad europea del futuro. Frente a las pulsiones xenófobas, de extrema derecha, de cierre de fronteras y egoísmo, es necesario impulsar la solidaridad entre pueblos y personas, buscando de forma conjunta soluciones a los problemas que empujan, y seguirán empujando, a millones de personas a arriesgar la vida en busca de un futuro. El cambio climático (sequías, hambrunas, enfermedades, etc.), las guerras o las crueles dictaduras no van a desaparecer por muy altas que se levante las alambradas.