Hace tres meses su nombre le resultaba más familiar a los solicitantes de asilo colombianos que a los militantes de Izquierda Unida. Enrique Santiago aparecía más en las informaciones del juicio contra Pinochet que al lado de las siglas de la coalición. Sin embargo, este fin de semana del 10, 11 y 12 de diciembre su nombre estará en boca de todos los militantes de Izquierda Unida. Y es que desde que Enrique Santiago surgió a mediados de septiembre como la gran apuesta de los sectores más jóvenes de Izquierda Unida que buscaban dar un vuelco a lo que consideraban un panorama necesitado de una renovación, sus partidarios no han cesado de aumentar. Nacido en 1964, muchos le recuerdan como secretario general de Unión de la Juventudes Comunistas de España (UJCE), allá por los años 1990 al 1992. Miembro del equipo jurídico de la acusación popular contra Augusto Pinochet en representación de Izquierda Unida, es hasta ahora secretario general de la Comisión Español de Ayuda al Refugiado (CEAR). Su penúltima cruzada fue representar a las ONG´s y colectivos sociales en la misión de observadores en el referéndum revocatorio de Venezuela el pasado 15 de agosto
La primera vez que surgió públicamente tu nombre con motivo de la Asamblea Extraordinaria de Izquierda Unida fue como una propuesta de un sector de jóvenes militantes el mes de septiembre que plantearon tu nombre como candidato a la coordinación general. Tu ni confirmaste ni desmentiste. ¿qué estaba pasando entonces?
Un grupo de jóvenes de IU, militantes del PCE unos, otros antiguos militantes de la UJCE y otros militantes independientes, llegan a la conclusión de que IU atraviesa una seria crisis que tiene que ver con su conversión en un partido político clásico -abandonando en la práctica la caracterización y funcionamiento como movimiento político y social- , con la dificultad para ocupar un espacio político autónomo del PSOE en el panorama político de la izquierda del estado, con las limitaciones al ejercicio de la democracia interna y la falta de canales participativos y con la falta de renovación sustancial de los órganos de dirección de IU, toda vez que el núcleo fuerte directivo lleva ejerciendo esas tareas más de 10 años ininterrumpidamente.
El discurso de la renovación general, que no estrictamente generacional, comienza a calar entre la militancia porque responde a una necesidad en la que muchos compañeros/as coinciden. Este es el inicio de este movimiento de renovación general en IU -en lo político, en lo organizativo, en lo metodológico- que nos ha sorprendido a todos por la dimensión que ha alcanzado en apenas cuatro meses.
Para este movimiento de renovación, es innegociable salir de esta Asamblea Federal Extraordinaria de IU con una estrategia política clara y renovada, con una variación sustancial en las formas de funcionar de IU -incluido el regreso al funcionamiento como movimiento político y social- y con unos órganos sustancialmente renovados -en torno a un 60% de componentes nuevos. Es absolutamente negociable quien encabece ese proyecto así como los equipos, siempre que se cumplan las anteriores premisas
Ya han transcurrido algunos meses, has liderado una candidatura para delegados en la asamblea regional de Madrid, en algunas federaciones han existido otras candidaturas que se dicen seguidoras de tu iniciativa y ayer ya era pública tu candidatura, ¿cuál es tu objetivo en Izquierda Unida?
Nuestra intención en convertir en hegemónico en IU el discurso del movimiento político y social, de la estrategia de superación del actual marco constitucional y de la imperiosa y urgente renovación interna. Creemos que nuestros análisis y propuestas pueden ser compartidas por una mayoría de IU, y estamos convencidos de que nadie sobra para abordar esta nueva etapa, al igual que creemos que todo el mundo -los dirigentes históricos y los cuadros medios de la organización- puede aportar mucho en esta nueva etapa, no necesariamente en los mismos lugares y responsabilidades que se desempeñan ahora.
Nuestra intención es llegar hasta el final para que se pueda abrir esta nueva etapa que evite el hundimiento de IU como proyecto político, uniendo más que dividiendo, dejando claro que todos los compañeros/as que coincidan con el análisis y las soluciones que proponemos caben en el proyecto, y aun más, que también caben aquellos que sin coincidir plenamente con nuestros planteamientos, entienden que es necesario trabajar con lealtad respetando las decisiones mayoritaria y democráticamente adoptadas por la organización.
Si ello requiere presentar una candidatura unitaria en torno a estos planteamientos, o bien si para ello es necesario presentar una candidatura diferenciada frente a otras opciones, cuando llegue el momento oportuno de plantearnos tales pasos lo haremos sin defraudar las expectativas levantadas por este movimiento de renovación de IU.
Es obvio que hemos conseguido una primera y clara victoria: ahora mismo el discurso de la renovación -llámese «pacto intergeneracional», o «porcentaje de menores de 30 años en los órganos», por mencionar algunas de las propuestas lanzadas por otros sectores de IU tras el lanzamiento de nuestro discurso de renovación general- ha sido incorporado por todas las sensibilidades de IU a sus planteamientos esenciales
Hasta ahora lo habitual es que todos los nombres que lideraban movimientos o alternativas en los momentos congresuales de Izquierda Unida eran más o menos conocidos en esos lares. Sin embargo lo tuyo no parece una iniciativa al uso, ¿cuál es la novedad?
La única novedad es que muchos de los que trabajamos en este movimiento-empezando por mi- no pertenecemos en este momento a órganos de dirección de IU, pero eso no significa que vetemos o denigremos la pertenencia a los órganos, más bien lo contrario. Estamos acreditando que todos los militantes tiene el mismo derecho a opinar sobre los problemas y propuestas de IU, tanto los dirigentes de los órganos de dirección como aquellos otros que no lo son o que dedican su trabajo prioritariamente al desarrollo de los movimientos sociales. Unos y otros son igual de necesarios para IU y unos y otros están en igualdad de condiciones para asumir responsabilidades en IU. Todos tenemos derecho a acertar y a equivocarnos, al margen de los trienios de cada uno en órganos de dirección.
¿En qué momento se encuentra Izquierda Unida?
Un mal momento sin duda. Arrastramos un descenso en los resultados electorales que no tiene visos de corregirse si no variamos sustancialmente la orientación de la organización. Hemos perdido y seguimos perdiendo militancia que en la mayoría de los casos no se marcha a sus casas, sino que se desvincula de IU y se vincula a otras expresiones de los movimientos sociales. Es decir, no somos un proyecto atrayente para demasiados luchadores/as sociales. Hemos perdido nuestra identidad de movimiento político y social, desvinculándonos de los movimientos sociales y abandonando la elaboración colectiva y la convergencia social en torno a un programa.. Arrastramos una degradación interna que se manifiesta en las dificultades de convivencia interna y en la proliferación de grupos internos que pretenden presentarse como corrientes político-ideológicas diferenciadas, cuando en la mayoría de los casos no responden más que a afinidades personales. Nuestra actividad se encuentra interiorizada y utilizamos demasiado tiempo de militancia en resolver conflictos o peleas internas. En resumen, nosotros mismos no nos vemos o no nos comportamos como una fuerza política alternativa, por lo que es prácticamente imposible que otros nos identifiquen plenamente como tal.
Entonces, ¿qué es lo que ha hecho mal Izquierda Unida?
Fundamentalmente interiorizar su actividad: no saber ocupar su espacio político, desvincularse de los movimientos sociales, abandonar la elaboración colectiva, relajar los métodos participativos internos y limitar la democracia orgánica.
¿Cómo se deberían afrontar los problemas de Izquierda Unida?
Necesitamos una reflexión general en la que participe el máximo de militancia, tras la que se adopten medidas y se pongan en práctica soluciones colectivas, tras un incremento de la participación interna y externa, también de otras personas que sin ser militantes de IU coinciden en las luchas sociales con nuestros planteamientos.
Tenemos que elaborar una estrategia de transformaciones democráticas de la sociedad española que sea claramente identificable y defendible por importantes sectores sociales, que vean en dicha propuesta una alternativa justa y viable, posible de conseguir y por la que merece la pena luchar. Solo así ocuparemos nuestro espacio político, el de la izquierda transformadora, un espacio no defendido por ninguna fuerza política y diferente en lo económico a las alternativas liberales propias del pensamiento único que defienden -con poca imaginación y nada de creatividad por cierto- las dos fuerzas políticas hasta ahora mayoritarias en el estado.
En tu discurso y en las personas que te apoyan es frecuente denunciar la existencia de una Izquierda Unida organizada en torno a familias con intereses y rencillas personales más que con una propuesta de regeneración y mejora. ¿en qué os diferenciáis?, ¿por qué no seríais vosotros otra familia más?
Defendemos la renovación de IU desde la pluralidad política e ideológica que es seña de identidad de esta organización. En la práctica, las corrientes u opiniones políticas han sido sustituidas en demasiadas ocasiones por grupos de intereses o de afinidades no estrictamente política que llegan a defender incluso intereses meramente personales.
El origen de esta proliferación de grupos de intereses lo situamos en la sustitución de los procesos de síntesis política (elaboración y construcción de síntesis dialécticas) por procesos de consensos porcentuales en torno a la elección de órganos de dirección, listas electorales o porcentajes de delegados. El consenso se ha centrado en las personas y no en las políticas, motivo por el cual los grupos no pueden surgir como corrientes de opinión sino como meros grupos de intereses.
No podemos convertirnos en un grupo o corriente más porque rechazamos los consensos porcentuales y porque en este movimiento coinciden -en torno a la gran fiesta democrática interna que es una Asamblea Federal, el marco por excelencia de debate de ideas- personas procedentes de distintas corrientes políticas de opinión pero unidas en un análisis conjunto de los problemas actuales de IU y la forma de solventarlos
También reivindicáis los orígenes a los principios fundacionales de Izquierda Unida, es decir, a un movimiento político-social, según habéis afirmado, la organización se ha convertido en un partido tradicional. ¿qué es lo que debería diferenciarle de un partido tradicional?
IU nació como un lugar de encuentro de los movimientos sociales y la conciencia política en torno a programas de actuación. Ambas partes eran necesarias para conformar un resultado global, dialéctico, que hiciera avanzar los necesarios cambios sociales. Para ello se articularon mecanismos participativos inéditos en el panorama político español: las áreas de elaboración, la elaboración colectiva etc.
Hay que volver a estos orígenes máxime en un momento en el que claramente los movimientos sociales surgidos en torno a la lucha altermundista se reivindican como sujetos políticos.
IU debería, de forma natural, ser un referente organizado para todos los integrantes de esos movimientos sociales de nuevo tipo que pretenden cambiar la sociedad.
Ultimamente se oyen mucho las llamadas al consenso, al acuerdo entre todos los sectores. ¿es esa la solución?
Ya hemos dicho que los acuerdos son buenos para cambiar radicalmente las cosas, nunca para dejarlas como están con reformas meramente estéticas o rejuvenecimientos anecdóticos.
No parece que las relaciones entre la dirección de Izquierda Unida y el Partido Comunista pasen por buen momento, ¿cuál es tu interpretación de esas diferencias?
Probablemente han faltado cauces de comunicación y reflexiones conjuntas. La actual dirección no ha sabido o no ha podido incorporar a todas las sensibilidades políticas de IU a las tareas de dirección cotidiana. Han existido importantes oscilaciones ideológicas utilizadas muchas veces como cortinas de humo para tapar graves problemas de funcionamiento. Por otra parte, militantes del PCE existen en las mas diversas posiciones internas de IU, por lo que no debiera resultar difícil avanzar en una nueva relación mas camaraderil entre ambas direcciones, la de IU y la del PCE.
¿En qué se diferencia la izquierda unida de Gaspar Llamazares de la Izquierda Unida de Julio Anguita?
Sin duda alguna en el abandono de la elaboración colectiva y de la voluntad de convergencia con los movimientos sociales en torno a un programa. La IU de la época de Anguita era mucho más clara a la hora de ocupar un espacio político diferenciado en el panorama político español. No cabe duda sin embargo que la actual dirección de IU ha mejorado las relaciones con otras organizaciones sociales, los sindicatos por ejemplo, y ha pretendido buscar un nuevo papel político, aunque no parece que ese objetivo se haya alcanzado.
Cuando la dirección de Izquierda Unida propuso unilateralmente la persona de Jiménez Villarejo como cabeza de lista a las elecciones europeas, Frutos le dijo a Llamazares que se fuera a su casa, ¿cómo valoras lo que sucedió entonces?
Uno de los peores errores que hemos cometido ha sido personalizar las crisis y las soluciones a estas. Una crisis electoral no se arregla con un «candidato estrella y sorpresa» ni tampoco mandando a casa al máximo responsable de la organización sin realizar antes un análisis en profundidad de nuestros problemas.
Tampoco el papel de IU en Euskadi parece que sea del gusto de muchos
Respecto al papel de EB-IU, ha que destacar que IU siempre ha defendido el derecho a la autodeterminación de los pueblos y esos trae consecuencias coherentes como apoyar los cauces de expresión del pueblo que quiera manifestarse respecto a una posible decisión de autodeterminación. Ello no significa que IU apoye la independencia de ningún territorio actual del estado, ni tampoco que la coincidencia coyuntural en un determinado aspecto -el ejercicio de la autodeterminación- con las fuerzas políticas nacionalistas vascas signifique que nuestra visión de la situación en Euskadi coincide con estas últimas, especialmente respecto al terrorismo, que IU condena y considera el principal factor que impide el ejercicio del derecho de autodeterminación del pueblo vasco. También es cierto que fuera de Euskadi se ha manipulado y tergiversado intencionalmente y con ánimo electoral, la posición de EB-IU en el contexto político vasco. Probablemente, los compañeros de EB-IU tampoco han realizado los necesarios esfuerzos para explicar, fuera de Euskadi, nuestras diferencias con las fuerzas nacionalistas vascas,
¿Algunos dicen que ahora Izquierda Unida es cuando menos votos tiene, pero cuando más poder institucional ha logrado?
El poder institucional, sin apoyo político sólido, es meramente coyuntural y como tal poco útil para una fuerza política que, aspirando a gobernar, aspira fundamentalmente a construir una sociedad mas justa. Nuestra vocación es ser fuerza política mayoritaria, ganar los procesos electorales a los que concurramos, no ser una fuerza «bisagra» de otras fuerzas políticas mayoritarias.
Elementos básicos de Izquierda Unida en su última etapa han sido la oposición a la guerra de Iraq, al Plan Hidrológico Nacional o a la Ley de Enseñanza. Todo eso se diría que ya lo ha resuelto el gobierno de Zapatero. ¿Se ha quedado sin discurso Izquierda Unida?
El discurso del actual gobierno ha hecho bandera de propuestas clásicas de la izquierda. Sin embargo, no es más que discurso. A la retirada de Iraq le ha seguido el incremento de la presencia en Afganistán o el envío de tropas a Haití sin un mandato claro y dando coartada a la maniobra política internacional que dio como resultado el derrocamiento del gobierno legitimo de Aristide.
En lo político y en lo económico, el PSOE nos dice que se oponen al cierre de los astilleros públicos pero no se oponen a una Constitución europea que impide que el estado intervenga económicamente para salvar sectores económicos en crisis debido a la deslocalización o al dumping económico y social propio de la globalización neoliberal.
La vivienda ha subido un 8% en el ultimo semestre -ya bajo gobierno PSOE- y el ministerio ad hoc nos enreda a todos en una ceremonia de confusión estéril. El empleo se precariza por momentos y la educación pública sigue perdiendo calidad y recursos frente a la enseñanza privada concertada sufragada con dinero publico.
El sector de economía social no es debidamente potenciado y la pequeña empresa cada día se ve mas asfixiada por la competencia de las grandes compañías internacionales.
Evidentemente, el PSOE no nos ha quitado el discurso. Lamentablemente existen demasiadas injusticias, y día a día estas aumentan en lugar de disminuir.
¿Cuál es tu opinión sobre el desarrollo de las asambleas previas a la asamblea federal de diciembre?
En todas ellas se ha producido una tensión entre lo viejo y lo nuevo, que en algunas ocasiones se ha resuelto mediante una síntesis y en otras mediante una confrontación. Cada federación de IU es distinta, pero la suma de todas ellas dan como resultado nuestra organización. Somos respetuosos con los análisis y valoraciones que se han realizado en cada una de ellas sobre la actual situación de IU. Solamente pedimos que todos los que no comparten nuestro análisis y nuestras soluciones sean igualmente respetuosos con nosotros, pase lo que pase en la Asamblea Federal, haya consensos o confrontación democrática. Incluso aunque nos equivoquemos como tantos otros se han equivocado antes en IU. Nadie esta en posesión de la verdad absoluta
Todo parece indicar que Gaspar Llamazares y Felipe Alcaraz presentarán su candidatura al Consejo Político Federal. ¿Existe alguna posibilidad de que os incorporéis a alguna de ellas?
Ninguna, nuestra opción es la renovación y ninguna de esas candidaturas la representan.