La cara más visible de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca fue este martes al Congreso de los Diputados para defender la Iniciativa Legislativa Popular contra los desahucios que han presentado con más de un millón de firmas y decir que no van a permitir «que se sacrifique a una generación entera que ha […]
La cara más visible de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca fue este martes al Congreso de los Diputados para defender la Iniciativa Legislativa Popular contra los desahucios que han presentado con más de un millón de firmas y decir que no van a permitir «que se sacrifique a una generación entera que ha sido víctima de una estafa». Ada Colau (ver su intervención completa) lleva muchos años peleando en la calle, en despachos, en conferencias, por todos los medios, contra este drama social por el que más de 500 personas cada día están siendo expulsadas de su vivienda.
Por eso, tras la intervención en la Comisión de Economía del Congreso del portavoz de la Asociación Española de la Banca, en la que éste defendió la actual legislación hipotecaria, reconoció que se había tenido que contener para no tirarle un zapato y aprovechó su intervención para llamarle «cínico» y «criminal», lo que provocó el reproche del presidente de la Comisión y que sus palabras llegaran rápidamente a los medios de comunicación y las redes sociales.
Este miércoles, mientras regresa en tren a Barcelona para preparar la manifestación del próximo 16 de febrero, explica su intervención a Público.
¿Cuáles son los crímenes que le imputaría?
No sólo a él, se lo dije como representante de las entidades financieras, pero es extensible a todos los directivos de estas compañías en este país. Lamentablemente creo que me quedé corta, porque la lista de delitos y agresiones de las que son responsables esta gentuza es terriblemente larga.
Son responsables de haber estafado a gran parte de la población, no sólo con las hipotecas sino también con las preferentes, las swap y varios productos tóxicos más. Además esas estafas se han hecho engañando expresamente a la gente, sin informar de todo lo que podía pasar, con contratos abusivos. Y lo han hecho ganando muchísimo dinero.
Cuando todo esto ha estallado se han desentendido completamente de las consecuencias sociales terribles que provocaba su estafa y han seguido chantajeando al Gobierno amenazando con que podía ser todavía peor si dejaban caer al sistema bancario.
No sólo han estafado a muchísima gente, sino que han hundido la economía del país y han hecho que miles de millones, que nos dicen que no hay para Educación y Sanidad, se hayan tenido que destinar a tapar la pésima gestión que ha hecho esta pandilla de criminales.
Al terminar la intervención, el presidente de la comisión deslegitimó sus argumentos aduciendo que ellos son los verdaderos representantes de la voluntad popular porque han sido votados.
Votar cada cuatro años es totalmente insuficiente. La ciudadanía hace mucho tiempo que está diciendo que votar no es un cheque en blanco. En el siglo XXI hay posibilidad de poder construir una democracia mucho más participativa y el hecho de que se esté impidiendo la participación de la sociedad en las grandes decisiones que nos afectan es muy sintomático de cómo algunos se aferran al poder e intentan mantener algunos privilegios en nombre del voto cada cuatro años. Esto ya no cuela. Hay un clamor social que pide una regeneración democrática.
Yo le diría que la esencia de la democracia, más que votar cada cuatro años, es que los representantes democráticos escuchen a la ciudadanía y trasladen al Congreso sus demandas para traducirlas en políticas públicas.
Si hay tema en el que está claro el consenso social es en los desahucios. El 90% de la población apoya nuestras demandas en las encuestas, hemos reunido más de un millón de firmas para la Iniciativa Legislativa Popular (ILP). Mientras, el PP dijo el martes que ni siquiera va a votar a favor de su admisión a trámite en el Congreso. Esta gentuza no tiene que darme lecciones de democracia.
«Hay muchas formas de violencia», ha afirmado. ¿Cuáles son las peores?
Hay acciones que muy fácilmente se califican de violencia, como tirar un zapato al rescate de la banca, y en cambio hay violencias sistémicas que están produciendo muchísimo más daño, que están generando un sufrimiento intolerable en miles de personas, que las están dejando al borde de la exclusión social, que las están empobreciendo de por vida provocándoles la muerte civil.
Los desahucios son uno de los actos más violentos que existen. El hecho de poner las fuerzas represoras policiales y judiciales del Estado al servicio de los intereses privados de las entidades financieras, haciéndoles el trabajo sucio, para hacer algo como despojar a una familia de su vivienda sin alternativa sin garantizarle realojo es violencia.
Lo dice también Naciones Unidas y los estándares de derechos humanos, que consideran el desahucio el último de los recursos que ha de tomar el Estado, y que ha de recurrir a él de forma excepcional y siempre facilitando el realojo. En el Estado español ni es excepcional ni se garantiza el realojo.
Esta violencia no provoca ninguna indignación a sus señorías.
La portavoz socialista le dio la razón a usted y a la PAH y además dijo que hay que ir a por máximos más que a por mínimos.
De momento este cambio de actitud lo vemos con desconfianza. Lo celebramos porque queremos que todas las fuerzas políticas recojan nuestras demandas. Queremos que rectifiquen: más vale tarde que nunca.
Pero una cosa son las palabras y otra son los hechos. Y teniendo en cuenta los hechos de los últimos cinco años comprenderá la portavoz socialista que desconfíe de sus palabras y hasta que no se plasme en hechos no nos lo creamos. Porque el PSOE no sólo no ha legislado para evitar esta situación cuando podía hacerlo, sino que durante todos estos años ha despreciado totalmente la movilización ciudadana. Les hemos interpelado en diferentes ocasiones y no hemos tenido respuesta. Y por eso tenemos cierto recelo y prudencia ante su cambio de actitud.
Las medidas de la ILP son de mínimos y esperamos que cuando termine el trabajo de esta comisión y se vote su tramitación realmente demuestren que han cambiado su actitud y han adoptado estas medidas.
Llevó a los diputados un sobre, pero en vez de estar lleno de dinero estaba lleno de propuestas.
Eran las propuestas de la ILP acompañadas de una carta en la que recordamos cómo hemos llegado hasta aquí, como hice yo en mi intervención, y explicarles que estamos en un punto de inflexión y ya no podemos esperar más. Si no votan a favor de estas medidas de mínimos pasaremos a actuar y señalarles como responsables de un genocidio financiero.
¿A qué se refiere con señalar?
Lo iremos desvelando poco a poco los próximos días. Es una actuación progresiva de menos a más en la que no vamos a utilizar la violencia contra las personas, porque somos un movimiento pacífico. Pero sí que vamos a actuar con mucha más contundencia, señalándoles en su ámbito de trabajo y en sus barrios. Es una idea tomada de otros países, como Argentina, que también han sufrido situaciones de dictadura y que han necesitado hacer justicia social porque desde la institución no se impartía.
Con esta misma filosofía, se trata de que no puedan comportarse como si no fueran responsables, que allí donde vayan haya alguien recordando que son responsables del sufrimiento de miles personas.
¿Son los políticos realmente conscientes del drama humano que hay detrás de cada desahucio?
En general hay un problema en las instituciones democráticas de lejanía respecto a la mayoría social. En general se han quedado atrás y no están actualizadas con respecto a la sociedad.
Esto no quiere decir que todas la formaciones políticas sean igual. Hay algunas que están más cercas de la realidad social que otras. También ayer se vio; algunas nos escucharon más que otras, algunas han recogido nuestras demandas y otras nos han ninguneado de forma sistemática.
Cuanto más poder han tenido las fuerzas políticas más se han alejado de los intereses de la ciudadanía y más se han acercado a la defensa de los privilegios de la minoría.
Hay una relación obscena entre el poder político y el poder financiero. Quien pasa por los lugares de poder supuestamente democrático acaba habitualmente en consejos de administración de grandes multinacionales. Y éste es el principal déficit democrático que tenemos en este país.
¿Y cuáles cree que son las razones por las que el Gobierno no legisla la dación en pago?
Porque hay una relación de dependencia entre el poder político y el financiero en este país. Los partidos tienen deudas y a ellos sí que se las condonan, no como a las familias.
Tenemos el caso del Rato: de ministro pasó al FMI y de ahí a Bankia, donde produjo el desastre. Y ahora está trabajando para Telefónica. O el señor De Guindos, que primero estuvo en Lemman Brothers, uno de los fracasos más sonados que dio inicio al estallido de la crisis, y luego pasó a Nova Caixa Galicia, que es una entidad actualmente intervenida por su pésima gestión, y ahora al Ministerio de Economía.
Hay gente que el paso por la política no lo entiende como la defensa de los intereses de la ciudadanía sino como una forma de hacer carrera personal y defender los privilegios de una minoría, que luego les permite mantenerse en el poder.
Muchos dicen que si el Estado, como ustedes proponen, cogiera las viviendas vacías de los bancos para crear un parque público el sistema financiero se desestabilizaría y la crisis sería aún mayor.
Quienes dicen esto son parte interesada, por lo que no tienen ninguna credibilidad. Las amenazas del sector financiero de que el sistema se va a hundir a nosotros nos producirían hilaridad si no fuera porque tienen consecuencias tan terribles.
El sistema financiero ya se ha hundido por sí sólo, por la pésima gestión, y lo hemos tenido que rescatar con miles de millones de euros que nos están recortando los servicios básicos. Mientras, este rescate no llega a las personas, que son víctimas de esas entidades financieras.
El parque público de viviendas es una demanda de mínimos como contrapartida al rescate. Si no se hace, no sólo hay un perjuicio social sino también económico, porque todos estos miles de viviendas no tienen ningún tipo de salida en el mercado, ni en el interno ni en el internacional, están condenadas a quedarse vacías durante años.
Además, estas entidades son los peores vecinos, porque son sistemáticamente morosas en los pagos a la comunidad, todos son perjuicios. Lo mejor en términos sociales y económicos es que cumplan la función que manda la Constitución y lo que este país necesita.
Cientos de desahucios evitados a pie de calle a través de la resistencia civil no violenta, más de un millón de firmas, concentraciones, peticiones ante los tribunales internacionales de derechos humanos… Ha afirmado que si los diputados no aceptan a trámite la ILP no os quedaréis de brazos cruzados. ¿Por dónde vais a continuar vuestra lucha?
Nosotros pensamos mantener y ampliar nuestras actuaciones mientras ellos no respondan. La ciudadanía será la que seguirá movilizándose para defender los derechos humanos. Continuaremos con la desobediencia civil, es decir, la paralización de los desahucios y la recuperación de viviendas vacías en manos de entidades financieras.
La del 16 de febrero no va a ser una movilización cualquiera. No sólo hemos interpelado a la gente afectada, sino que hemos llamado a toda ciudadanía y esperemos que tenga una buena respuesta en todo el Estado.
Pero esto no es suficiente. A partir de ese día iniciaremos la campaña de señalar a los culpables y empezar una fase en la que se acabe con la impunidad.
Fuente: http://www.publico.es/450238/esa-gentuza-no-tiene-que-darme-lecciones-de-democracia