A continuación reproducimos la denuncia que familiares y organizaciones de DDHH realizaron en el País Vasco ante las torturas a los ciudadanos vascos Juan Carlos Besance y Xabier Atristain. Estas supuestas declaraciones de estos dos ciudadanos son las que han dado paso a una nueva campaña mediática contra Venezuela. Y a estas alturas coincidimos plenamente […]
A continuación reproducimos la denuncia que familiares y organizaciones de DDHH realizaron en el País Vasco ante las torturas a los ciudadanos vascos Juan Carlos Besance y Xabier Atristain. Estas supuestas declaraciones de estos dos ciudadanos son las que han dado paso a una nueva campaña mediática contra Venezuela.
Y a estas alturas coincidimos plenamente con el gobierno español en que es necesario investigar y hay que investigar:
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¿Porque se habla de declaraciones ante un juez si esa declaraciones fueron echas en dependencias de la policía española?
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Hay que investigar ¿porque si no hubo torturas, el abogado de oficio, puesto por la propia justicia española, se negó a firmar la declaración al ver el estado físico en el que ese encontraban los detenidos?
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Hay que investigar ¿Porque el estado español utiliza la tortura para arrancar falsas confesiones a ciudadanos vascos y con ellas lanzar campañas contra nuestro país?
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Y hay que investigar ¿porqué nadie dice que los detenidos negaron ante el juez las declaraciones firmadas en dependencias policiales y solamente declararon las torturas?
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Y finalmente habrá que preguntarse ¿Que moral tiene un juez que no investiga una denuncia de torturas, para acusar a nuestro país?
Podríamos seguir haciendo preguntas que sabemos que nadie aclarará y podríamos seguir escribiendo sobre este caso, pero realmente después de leer las declaraciones de las torturas a estos dos camaradas creemos que sobran todas las palabras.
Colectivo de Solidaridad Internacionalista «Pakito Arriaran» (Venezuela)
Denuncias de tortura a los militantes revolucionarios vascos detenidos el 29 de septiembre de 2010
Juan Carlos Besance:
El momento de la detención fue bastante fuerte. Tumbaron la puerta de casa y detuvieron a Carlos y a su hermano. Los registros posteriores se llevaron a cabo con más tranquilidad.
Al principio, la Guardia Civil lo metió en un Nissan Patrol y en ese momento el trato fue bastante correcto. Pero luego lo introdujeron en un coche y allí comenzó el infierno que se prolongaría por 5 días.
Cuando iban en el coche, le colocaron «la bolsa», dejándolo sin respiración, casi al extremo de ahogarlo. Repitieron este método 3 veces, y en el trayecto que realizó en el coche, se desmayó 2 veces. Los guardias civiles le saltaban encima y los gritos y las amenazas no cesaban.
Al llegar a Madrid, comenzaron los interrogatorios. Durante 5 días, mantuvo los ojos tapados con un antifaz, y al terminar la sesión de incomunicación, había perdido por completo la noción del tiempo.
Le hicieron de 2 a 3 interrogatorios por día, con una duración de 2 horas cada uno, sin abogado y rodeado de un montón de guardias civiles, entre torturas, insultos y amenazas. Interrogatorios realizados de forma ilegal.
Lo desnudaban de cintura abajo y le obligaban a hacer flexiones, mientras le daban patadas en el vientre.
Lo envolvían con una manta, lo ataban con una cinta y le ataban las manos con goma espuma, le colocaban la bolsa en la cabeza hasta dejarlo sin respiración, y le daban patadas en los testículos, le golpeaban en el cuerpo, hasta dejarlo empapado de sudor. Estando mojado en sudor, lo llevaban a una habitación a la que le llamaban «el frigorífico», donde hacía muchísimo frío. Temblaba del frío, no veía nada.
Le aplicaron «la bolsa» en la cabeza, por lo menos 12 veces, le apretaban mucho y le dejaban sin respiración, casi asfixiado. En Madrid volvió a desmayarse otra vez.
Le echaron una especie de spray en la cabeza y en las manos, sentía que se le endurecía el cabello, pero no tuvo ningún otro síntoma.
En los interrogatorios escuchaba muchas voces, gritos, amenazas constantes a los familiares, a su hermano, a su sobrino. Está claro en que a su hermano lo detuvieron con la finalidad de amenazarle a él. Sabían desde el principio que no tenía nada, sin embargo lo mantuvieron durante 3 días, como forma de presión.
Le obligaron a aprenderse la declaración, y a decir lo aprendido en el momento de realizar la declaración policial. Casi no comió y no durmió en 5 días.
El último día se sentía derrumbado, no podía más, y la Guardia Civil cedió un poco en su actitud.
Anteriormente, no tenía ningún problema en la vista, ahora no ve bien y los ojos le lagrimean constantemente.
Xabier Atristain:
El momento de la detención fue bastante tranquilo. Cuando lo metieron en el coche de la guardia civil, comenzó el infierno de la tortura, que se prolongaría por 5 días.
En el coche le colocaron «la bolsa», muy apretada, sin poder respirar, casi asfixiándose. Se desmayó en dos oportunidades en el viaje a Madrid. Está claro de que la guardia civil tenía muy bien controlado el tiempo que podían mantener la bolsa en la cabeza, cuándo podía desmayarse, etc.
Nada más llegar a Madrid, comenzaron los largos interrogatorios, en los que participaban muchos guardias civiles, sin abogado, totalmente fuera de la legalidad.
Le colocaron «la bolsa» muchas veces, apretándole fuertemente, dejándolo sin respiración. Vomitó 2 veces, la bilis, porque no tenía nada que vomitar.
Lo envolvían con goma espuma, cuando estaba mojado de sudor, le colocaban «la bolsa» en la cabeza. Luego le echaban agua fría, generando en el cuerpo un contraste muy fuerte.
Sufrió 2 taquicardias, y le dieron medicamentos, tranquilizantes o algo parecido. A pesar de esto, continuaron con las sesiones de torturas hasta el último momento.
Los golpes, los ejercicios físicos y las amenazas se repitieron constantemente. Le amenazaron con su novia. Le hicieron tocar una bala y le dijeron que esa bala la emplearían para implicar a su novia.
Sintió que le aplicaban algo caliente en la cabeza. Ahora se le ha desprendido el cuero cabelludo en una parte de la cabeza.
Le obligaron a hacer ejercicios físicos, y no comió ni durmió durante 5 días.
Cabe destacar, que al realizar la declaración policial, donde tomaba parte el abogado de oficio, este abogado se negó a firmar la declaración policial, debido al estado en que se encontraba el detenido. Indicó el mismo, que no lo firmaría y que no estaba de acuerdo con la incomunicación.
En el caso de Atristain, he aquí, las siguientes irregularidades que quisiéramos denunciar:
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Xabier Atristrain fue detenido en el aeropuerto de Biarritz y posteriormente trasladado al estado español, por medio de una Euroorden. Por la misma causa, por la que ha sido detenido ahora, declaró en esa oportunidad ante el juez negando todo cargo.
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Al cabo de varios meses fue puesto en libertad pero lo detiene la guardia civil. Después de 5 días de incomunicación, reconoce en la declaración policial, varios cargos en su contra, no obstante niega todo ante el juez y denuncia haber sido torturado. Es decir, las dos veces que ha estado ante el juez ha negado absolutamente todo, pero mientras ha estado en manos de la Guardia Civil ha realizado declaraciones en su contra, en una declaración policial, que no ha sido admitida ni por el abogado de oficio.
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No se pueden abrir dos procedimientos judiciales por el mismo hecho. Está claro, que el objetivo de este nuevo procedimiento era la detención e incomunicación de Atristrain. Jurídicamente es totalmente ilegal lo que han realizado.
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Si en este procedimiento hubiera habido nuevos elementos, tenían que haber ordenado su detención y por ley, haberlo presentado directamente ante el juez.
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Los abogados han puesto la denuncia ante la Audiencia pero hasta ahora han hecho caso omiso a la misma. A pesar de ello, seguiremos denunciando.
José Luis Besance:
Fue detenido junto con los dos anteriores y puesto en libertad el sábado.
En el trayecto hacia Madrid, tuvo amenazas, golpes y preguntas, cuando llegaron a Madrid el comportamiento hacia él fue más tranquilo.
Dejaban la puerta de su calabozo abierta para que escuchara los gritos y las sesiones de tortura de los otros dos detenidos.
Denuncia del Movimiento Pro-Amnistía:
Exigimos compromisos claros ante las nuevas denuncias de tortura de ciudadanos vascos. En este sentido, extendemos una invitación a todos los actores políticos, sociales y sindicales, así como a las diferentes organizaciones a fijar posición ante las mismas.
A aquellos que dicen que el denunciar torturas forma parte de una estrategia, les hacemos un llamado a responder las siguientes preguntas: ¿Cómo se explica que una persona pueda realizar declaraciones policiales en contra de su persona, sabiendo que en el juicio estas van a utilizarse como pruebas, y servirán para encarcelarlo por largos años? ¿Cómo se puede explicar lo sucedido con Atristain cuando el propio abogado de oficio se ha negado a firmar la declaración policial?
Al no disponer de otro medio, el Gobierno Español sigue colocando encima de la mesa la violencia más salvaje. Quiere condicionar el proceso político que se está dando en Euskal Herria y llevarla al precipicio. No tienen voluntad para sacar a este pueblo del círculo del sufrimiento y es por eso que ha tomado la decisión de generar mayor sufrimiento.
El gesto de distensión de una parte, no ha logrado parar la represión y la persecución ciega de la otra parte. Sólo con la presión de los patriotas vascos, y el trabajo organizado se logrará parar la represión, y creemos que en ese sentido debemos multiplicar las fuerzas. No podemos admitir que un vasco más sea torturado.
Queremos dar a conocer que los testimonios de las torturas sufridas por estos últimos detenidos serán entregados a diferentes instancias internacionales.
En especial al Gobierno de Venezuela, a su Embajador en Madrid, y a los diferentes organismos y movimientos políticos de ese país. Junto con ello les haremos llegar también el informe y las peticiones de los observadores de la Organización de Naciones Unidas.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.