El ejecutivo ha decidido que no quiere quedarse al margen del botín libio. Gas y petróleo, dos necesidades que valen una ocupación para el gobierno. La ministra de Defensa, Carmen Chacón, anunció ayer en la base aérea madrileña de Cuatro Vientos que España pondrá a disposición de la OTAN sus bases de Rota (Cádiz) y […]
El ejecutivo ha decidido que no quiere quedarse al margen del botín libio. Gas y petróleo, dos necesidades que valen una ocupación para el gobierno.
La ministra de Defensa, Carmen Chacón, anunció ayer en la base aérea madrileña de Cuatro Vientos que España pondrá a disposición de la OTAN sus bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla), así como medios navales y aéreos, para que pueda poner en marcha cuanto antes el embargo de armas y la zona de exclusión aérea, autorizadas por la ONU.
Según la ministra, se hará con la debida autorización parlamentaria, cosa que no tendrá problema dado el apoyo del PP y la derecha nacionalista. La Armada ya participa en el dispositivo naval de la OTAN desplegado frente a las costas de Libia con el submarino Mistral, que realiza misiones de inteligencia. También está alertado, por si fuera necesario, el patrullero Vigía.
Para participar en la zona de exclusión aérea, el Gobierno tiene sobre la mesa varias opciones. La más rápida sería el despliegue de entre cuatro y seis cazabombarderos F-18, con unos 150 efectivos. Esos aparatos podrían estar en bases italianas en un plazo de entre 48 y 72 horas a partir de que el Gobierno diera la correspondiente orden, para participar en la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíbe al régimen de Gadafi el uso de aviones y helicópteros contra su población, según fuentes militares.
Se trataría de un despliegue similar al destacamento Ícaro que, entre 1994 y 2002, aplicó la zona de exclusión aérea sobre Bosnia-Herzegovina y posteriormente participó en la guerra de Kosovo, siempre bajo bandera de la OTAN. Aquel destacamento se desplegó en la base de Aviano, cerca de Venecia, pero en este caso se considera que el emplazamiento más idóneo es la base de Sigonella, en Sicilia, siempre que las autoridades italianas lo autoricen.
Esta sería una de las opciones más rápidas y eficaces que tiene el Ministerio de Defensa sobre la mesa. El presidente Zapatero, quien comparecerá junto al secretario general de la ONU, explique la decisión española.
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ya anticipó que, en el caso de que se aprobara la resolución, España «asumirá sus responsabilidades, en coordinación con sus socios y aliados» de la UE y la OTAN. Está previsto que este fin de semana se celebre en la sede de la OTAN una conferencia de generación de fuerzas en la que se concretará la aportación de los distintos países.