Ni risas ni lágrimas. Ni payasos ni equilibristas. El espectáculo de la política española es el de una ciénaga de la que ha desaparecido la vida fundamentada en la ética, el pensamiento, la razón. La ley existe: pero es la ley creada, impulsada, inspirada en los fascismos. Fascismos en la justicia. Fascismos en la economía. […]
Ni risas ni lágrimas. Ni payasos ni equilibristas. El espectáculo de la política española es el de una ciénaga de la que ha desaparecido la vida fundamentada en la ética, el pensamiento, la razón. La ley existe: pero es la ley creada, impulsada, inspirada en los fascismos. Fascismos en la justicia. Fascismos en la economía. Fascismos en la cultura. Nos preguntamos: escribir, ¿dónde, para qué, para quiénes? Retiran estatuas de Franco y algunas, no todas, de quienes le acompañaron en su organización criminal, pero muchos de aquellos que hoy aparecen hablando, escribiendo, siendo entrevistados en los medios de comunicación, no son sino sus descendientes, trajeados y adaptados a las nuevas circunstancias sociales e históricas. Pueden sentirse satisfechos quienes protagonizaron las leyes de la traición de la transición. Muertos o vivos consiguieren que el franquismo no desapareciera nunca. Hoy las hienas se ríen, aúllan los lobos, y balan débiles y patéticos los corderos. Y los mendigos se lamentan de que sean tan «malos» quienes roban miles de millones de euros un día sí y otro también, o se sientan en los lugares que santifican las tablas de la ley, de la Iglesia, del llamado Derecho. Y mientras, huecos, vacuos, necios, todos hablan de Democracia. La democracia que pretenden imponer como ejemplo para los pueblos sometidos y expoliados de América Latina, de África, de otros lugares del mundo: la democracia occidental. ¿Cómo no van a pedir que desaparezcan para siempre los castristas, bolivarianos, evomorelianos, si no aceptan entrar en su ciénaga, en la que llos chapotean como amos?
Fuente: http://andressorel.blogspot.com/2010/04/espana-un-circo-repugnante.html