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Esto no significa que sea la primera vez que leo una noticia donde policías, de cualquiera de los muchos cuerpos existentes, son condenados.

Estado de Derecho… ¡Tiembla!

Fuentes: Rebelión

Y no es para menos. La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a tres policías por detención ilegal, coacciones y falsedad en documento público. Nunca llegue a pensar que un día pudiese leer semejante noticia. Esto no significa que sea la primera vez que leo una noticia donde policías, de cualquiera de los muchos cuerpos […]

Y no es para menos. La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a tres policías por detención ilegal, coacciones y falsedad en documento público. Nunca llegue a pensar que un día pudiese leer semejante noticia.

Esto no significa que sea la primera vez que leo una noticia donde policías, de cualquiera de los muchos cuerpos existentes, son condenados.

Lo han sido por asesinato, por torturas, por secuestro, por robo, por proxenetas, por camellos, por espiar, por violencia de género, por amenazas…. por todas aquellas cosas que no les inmuniza, o casi, su placa y su puesto de trabajo.

Seguramente son o han sido muchos más los detenidos que los que se han publicado en la prensa, muchos más de aquellos que los que la televisión se han dignado mostrarnos y muchos más los que se han archivado las sospechas por ser lo que son y porque un Estado de Derecho o no puede, o no debe, o no quiere, lavar sus trapos sucios donde todos los vean.

Pero bueno… ahora se ha condenado, también nos dicen que la mencionada sentencia no es firme y va a ser recurrida, a penas que oscilan entre los 3 y 5 años de cárcel lo que, según creo recordar, conlleva cumplimiento y pérdida, inhabilitación, del puesto de traba, a unos policías acusados de detención ilegal.

El recurso contra la sentencia, según Teresa Fernández de la Vega vicepresidenta del gobierno, se formulará a través de la Abogacía del Estado, sus palabras fueron corroboradas por los Ministros de Interior y Defensa, y por la Fiscalía que ha decidido impugnarla ante el Tribunal Supremo. También me imagino que los propios sentenciados la recurrirán.

No es hora, como tantas veces se dijo antes de creer en la justicia y mantenerse al margen de sus decisiones, ahora hay que intentar por todos los medios hacer que la inestable balanza de ésta se incline siempre hacia el Estado de Derecho del que la policía, todas ellas, es parte.

El Ejecutivo -el poder, claro- «no comparte sus fundamentos jurídicos, creemos que no está bien fundamentada y nos parece que no es una sentencia que se ajuste a derecho».

La dimisión del Delegado del Gobierno en Madrid es, también según declaraciones del titular de defensa, «un acto de dignidad política que le honra», para añadir «no ha habido ni la más mínima orden ni indicación ni interferencia política. Ni la más mínima, ninguna -insistió-. Ha quedado claro, en consecuencia, que el Gobierno ha dicho siempre la verdad y que el PP ha mentido siempre porque siempre ha sostenido que hubo detenciones políticas y eso no es cierto».

Me da la sensación que cuando se necesita tantas declaraciones del siempre y jamás quedan muchos flecos por analizar de uno a uno. Si las detenciones ahora condenadas no fueron políticas ¿de que dignidad política habla o le honra al ex delegado a la hora de dimitir?

Según el diputado del PP estas detenciones ilegales son «el mayor atentado a la democracia desde 1978» o «es usted el primer ministro de Defensa que comparece con el título de tener a sus espaldas una sentencia por detención ilegal». Que me expliquen donde he vivido yo desde entonces o donde ha estado mirando éste desde aquel entonces.

No me hago ilusiones, tampoco me importa mucho, con la bondad final de la sentencia, con la posible jurisprudencia que pueda crear o con el «miedo» que la misma genere entre las llamadas Fuerzas de Seguridad. Más bien ninguna.

Tampoco creo que los policías ahora condenados cumplan la sentencia, o al menos lo hagan en su totalidad, sabiendo, por experiencia, que el Estado tiene suficientes comodines para descafeinar incluso sus sentencias, llámese, por ejemplo, indulto.

Si hoy traigo a estas paginas estas reflexiones sólo es porque una vez más la democracia y/o el estado de derecho, ambas con minúsculas, vuelven a burlarse de todos nosotros, en especial de Euskal Herria y en singular de la Izquierda Abertzale.

El 20 de enero del 2001, no he encontrado otras estadísticas mas actualizadas pero cualquier calculadora nos puede actualizar las cifras, se publicaron unas estadísticas que hablaban de 15.000 detenidos, 5.000 torturados, denuncias de torturas, en los últimos 25 años, desde el 1978 que hace referencia el diputado popular.

En el año 2.000 fueron detenidos 698, 253 incomunicados, 77 torturados, denunciaron torturas, y al final 504 fueron puestos en libertad.

Un seis de marzo del también 2001 llamaron a la puerta de unos amigos míos, eran las tres de la madrugada, y se llevaron, entre muchos policías, a uno de sus hijos acusado de ser el hijo de la serpiente, cosas garzonianas por cierto, y lo tuvieron preso, no denuncio torturas por cierto porque nadie le torturo, casi cuatro años, menos un día, que es lo máximo que la ley contempla para la llamada prisión preventiva… los jueces y los fiscales no encontraron las pruebas para condenarle hasta los 14 años de cárcel que solicitaban y se conformaron con 3 años y 6 meses por asociación ilícita. Los detenidos fueron muchos, muchos más los policías, aunque no todos fueron sentenciados o condenados.

Ese mismo día, 6 de marzo, llamaron -de madrugada siempre- también a la puerta de otros amigos y también se llevaron a su hijo entre muchos, lo tuvieron preso 9 meses y dejaron en libertad condicional, tremenda contradicción libertad y condicional, con fianza incluida. Tampoco denunció torturas esta vez. El juicio lo absolvió de los cargos y las pruebas sin que la AN, el Estado en su defecto, haya devuelto por ello la fianza o haya decretado prisión e inhabilitación para quien firmo la orden de detención o materializó su detención, como dice hoy la sentencia por falsedad de pruebas o detención ilegal.

Esta sentencia también está recurrida, dentro de poco hará un año. Casi cuatro años para enjuiciar, casi cuatro años detenidos provisionalmente, más de un año para considerar un recurso… la justicia tiene ritmos que no siempre nos acogen a todos por igual.

Si la detención ilegal y falsedad de documento publico el 22 de enero del 2005 de dos militantes del PP o AVT, es decir de AVT o del PP, ha sido, 7 de mayo del 2006, enjuiciada y sentenciada con una celeridad digna del más moderno y democrático Estado de Derecho sin que sus ahora condenados fuesen recluidos en prisión provisional, tampoco lo fueron los detenidos, ilegalmente según parece, por agresión al entonces Ministro de Defensa esta más que claro que tanto los unos, condenados, como los otros, detenidos, lo han sido con carácter político, con una interferencia mucho más política que lo que ambos, PP y PSOE, tratan ahora de convencernos.

Por cierto cuántos miembros de la Guardia Civil, policía Armada, Ertzaintza, policía Foral, Mossos d’esquadra…. y demás deberían ser condenados a x años de cárcel y xx de inhabilitación profesional por detenciones ilegales, cuantos jueces por falsificación de documentos públicos y cuantos políticos deberían dimitir por ese acto de dignidad política que «les honra» si esta sentencia se extrapolase a Euskal Herria. ¿Cuántos…?

La justicia es el pan del pueblo. Siempre esta hambriento de ella. Chateaubriand.

Nada se parece tanto a la injusticia como una justicia tardía. Séneca

Estas dos frases servirían por si solas para sentenciar todo lo dicho y lo callado, que no es poco, anteriormente por su simplicidad y por la genialidad de sus autores pero hoy voy a dejar como colofón la que nos dejó aquel mago del teórico Estado de Derecho al que tantas veces recurro al hablar del poder, de la justicia y del derecho.

Una injusticia hecha al individuo es una amenaza a la sociedad. Montesquieu

Estado de Derecho… tiembla, la justicia cabalga desbocada entre Audiencias y Juzgados de guardia. El brazo incorrupto e incorruptible del PP blande amenazador la Memoria Histórica de su España para recordarnos a todos que cualquier tiempo pasado fue mejor.