Arnaldo Otegi ha sido entrevistado este fin de semana en Gara y, dada la trascendencia de sus palabras y del momento político, hemos decidido reproducir la entrevista íntegra. Otegi aborda la necesidad que tiene Euskal Herria de que los partidos se comprometan urgentemente con la búsqueda de «un acuerdo que permita construir un proceso que […]
Arnaldo Otegi ha sido entrevistado este fin de semana en Gara y, dada la trascendencia de sus palabras y del momento político, hemos decidido reproducir la entrevista íntegra. Otegi aborda la necesidad que tiene Euskal Herria de que los partidos se comprometan urgentemente con la búsqueda de «un acuerdo que permita construir un proceso que garantice un escenario final de democracia para este país. Pero no sólo plantea la necesidad de hacerlo, sino también la posibilidad de lograrlo en unas pocas semanas». Además, aborda otras cuestiones de actualidad como la ofensiva del PP y la crisis en el seno del PNV.
La actividad política de la izquierda abertzale se centra en estos días en la propuesta para la resolución del conflicto que su comisión negociadora presentó públicamente el pasado 7 de febrero. Arnaldo Otegi explica que dicha propuesta «es consecuencia de un esfuerzo que hace la izquierda abertzale para encontrar una solución acordada y democrática a los dos nudos que alimentan el conflicto: territorialidad y derecho a decidir». Y añade que se trata de una «propuesta razonable, que parte de la situación actual y que concluye en un marco de autonomía a cuatro territorios que sólo entraría en vigor si la ciudadanía de las dos comunidades estuviera de acuerdo. Además fija un escenario de igualdad de oportunidades para todos los proyectos políticos. Esa es la solución para superar definitivamente el conflicto y lo que está encima de la mesa».
Hay quien plantea que eso de aceptas mi proyecto o no hay solución es un chantaje…
Este no es nuestro proyecto. Nuestro proyecto es la independencia y el socialismo. Lo que planteamos es superar la división territorial mediante un proceso de suma de voluntades, y que en un marco de autonomía para los cuatro territorios haya la posibilidad de que, en igualdad de condiciones, en paz y en democracia, todos los proyectos se puedan materializar si así lo desean los ciudadanos y ciudadanas de este país. Eso no es nuestro proyecto, eso es democracia para este país. Y lo que deberían explicar quienes dicen eso es qué solución plantean ellos. ¿Mantener la división territorial y un régimen político que impide a algunos proyectos materializarse por vías democráticas? Eso no es una solución.
¿Cuál ha sido la reacción de los otros partidos?
Lo que vemos es que PNV y PSOE tratan de huir del debate de la propuesta. A nuestro entender se debe a que es tan escrupulosamente democrática que no se puede atacar. Creo que demuestran debilidad pro su parte, porque ni se pronuncian sobre esta propuesta ni ofrecen alternativas, quizá porque no las tienen o tal vez porque no se atreven a hacerlas públicas. No entendemos, por ejemplo, qué problema tiene el PNV con esta propuesta.
El Gobierno de Lakua dijo que estaba por debajo de la propuesta del Plan Ibarretxe…
Yo creo que decir que la propuesta que se hizo en el Parlamento de Gasteiz para tres territorios, en los términos en los que se hizo, es una propuesta que supera la que ahora ha hecho la izquierda abertzale no resulta razonable ni creíble. El PNV hizo un pacto de estado en el 77, con quien lo hizo, para gestionar un territorio de tres provincias sin derecho a decidir. En todo caso, nosotros queremos entender que si el PNV hace esa lectura de la propuesta de la izquierda abertzale no tendrá ningún inconveniente en defenderla. Nosotros proponemos un marco para cuatro territorios y no con un esquema de integración o anexión de Nafarroa. Lo que planteamos es que la ciudadanía de Nafarroa, con la del resto de territorios, construya un nuevo marco político. No planteamos una suma de marcos sino un marco nuevo.
Hay quien hace la lectura de que el PNV podría oponerse porque en una autonomía a cuatro podría perder el poder que tiene en una autonomía a tres…
Pero supongo que aquellos que nos consideramos demócratas entendemos que en un marco con reglas de juego democráticas todo el mundo aspira a lograr la hegemonía. Las reglas de juego son muy simples. Cada cual tendrá que presentar a la ciudadanía cuál es su proyecto y ésta tendrá que tomar su decisión libre y democráticamente. Si esa decisión pasa porque la hegemonía la tenga el PSOE, el PNV o la izquierda abertzale es lo que habrá que aceptar. Nosotros no tenemos ningún problema en eso e imaginamos que el PNV tampoco.
Lo que dicen públicamente es que no se van a sentar con ustedes mientras siga habiendo violencia de ETA o Batasuna no se desmarque de esa violencia…
La población de este país tiene el deseo mayoritario de que se abra un diálogo político multilateral. Además, esta propuesta busca una aproximación razonable con todo el resto de propuestas que pueda haber sobre la mesa. Y sobre la violencia hay que recordar ETA mantiene un alto el fuego permanente. En esta situación decir que no se quiere dialogar es decir que no se quiere solucionar esto de manera democrática.
¿Creen posible que aborde la propuesta en corto plazo?
En las próximas semanas, las fuerzas políticas, fundamentalmente las que bloquean el proceso democrático, tienen que manifestar su máximo compromiso para abordar una primera aproximación que permita poder decir al pueblo vasco que se inicia un proceso de negociación y diálogo político multilateral con bases sólidas y que tiene como objetivo alcanzar un escenario en el que todos los proyectos sean posibles.
¿Cuáles son las fuerzas que bloquean ese proceso de solución?
Desde nuestro punto de vista el PNV y el PSOE, que ni debaten la propuesta ni ofrecen alternativas. Que expliquen por qué no quieren buscar soluciones.
Pero es que, insisto, estos partidos aseguran que antes de sentarse a dialogar con ustedes deben darse determinadas condiciones sobre la violencia…
Nosotros seguimos considerando válida la metodología propuesta en Anoeta. Quienes parece que no siguen en Anoeta son aquellas formaciones políticas de este país que se niegan a desarrollar el diálogo político que es lo que nos corresponde a nosotros. En lo que hace referencia a ETA, lo que tienen que hacer es hablar con ETA. Pero el bloqueo y el desbloqueo está en la mesa de partidos. Los partidos políticos no podemos esperar más para cerrar un compromiso en nuestro ámbito de responsabilidad que es el de resolver el conflicto en términos políticos. Y eso hay que hacerlo con urgencia, en las próximas semanas. La prioridad es en estos momentos desbloquear el proceso de manera integral y global. En lo que respecta a la responsabilidad de los partidos, este pueblo necesita con urgencia un acuerdo que permita construir un proceso que garantice un escenario final de democracia para este país. Eso hay que hacerlo con urgencia. Y se puede hacer en las próximas semanas si hay voluntad política. Eso es lo que nos estamos jugando en esta coyuntura.
Pronto se cumplirá un año del anuncio de alto el fuego permanente de ETA. ¿Qué valoración hace de este periodo?
Que se han vivido constantes espacios de tiempo de ambigüedad y de falta de compromiso que han generado continuos escenarios negativos en lugar de positivos. Hay dos elementos que han sido constantes en estos doce meses: la represión estructural contra la izquierda abertzale y la falta de de compromiso para poner en marcha un diálogo político multilateral. Eso es lo que provoca que este sea un proceso convulso. Frente a eso, la izquierda abertzale apuesta por hacer un proceso estable, de mutuo acuerdo y con garantías para todas las partes. Y es lo que tratamos de construir, en lo que a nosotros nos corresponde, con la propuesta que hemos hecho desde la comisión negociadora. Pretendemos estabilizar nuestro carril lo que a su vez estabiliza el proceso en términos globales e integrales.
Ha llamado mucho la atención su reciente declaración de que el Estado no tiene que pagar un precio político ni a ETA ni a Batasuna. ¿Qué significa esa afirmación?
Algo muy sencillo: que el Estado español no tiene un problema con ETA o con Batasuna. A lo sumo tendrá una parte del problema. Tiene un problema con el pueblo vasco, que mayoritaria y democráticamente exige ser reconocido, que se le respete el derecho a decidir y a vertebrar su territorio. Por ello, el Estado no tiene que pagar un precio político a la izquierda abertzale, tiene que respetar el acuerdo que alcancemos las fuerzas de este país para solucionar el conflicto en términos democráticos.
¿Y creen que con la que le está cayendo a Zapatero en este momento desde el PP puede dar o avalar nuevos pasos?
Nosotros siempre hemos demandado ambición histórica. Las escenas que estamos viendo nos recuerdan a las de los años 1977 y 1978. Son prácticamente las mismas escenas, con la diferencia de que en el 77 se hizo una transición liderada por los sectores franquistas -padres políticos y biológicos del PP- y por tanto fue una transición no democrática, que a nuestro país le impuso la partición territorial y la falta de capacidad de decisión, y ahora hay la oportunidad de hacer la transición democrática que no se hizo en el 1977. Eso pasa por el reconocimiento de los derechos nacionales de los pueblos que estamos en el Estado español. Esa es la oportunidad abierta ahora. Eso debería hacerse con el concurso del PP, pero el problema es que este partido no está en posiciones de derecha democrática sino de extrema derecha.
Desde algunos sectores se está planteando que, ante el acoso que sufre Zapatero, la izquierda abertzale debería hacer algo que le facilitara las cosas…
Sin entrar en ese esquema, sí es preciso recordar que la izquierda abertzale hizo la propuesta de Anoeta, que ETA mantiene un alto el fuego permanente, que estamos dispuestos a hablar en cualquier condición y que acabamos de hacer una propuesta -que no es nuestro proyecto político- que permite una solución democrática y acordada. Es decir, hemos puesto sobre la mesa la solución defintiva al conflicto y las condiciones que posibilitan se pueda lograr ya. Por eso es urgente hacerlo. Hay que dar ese paso, que es una tarea de dimensiones históricas. Lo que el PP está haciendo es intentar sabotear es cambio en profundidad, que se puedan resolver los problemas que no resolvió la reforma franquista. Cree que así podrá mantener maquillada la reforma franquista y ganar las elecciones.
Hablando de elecciones, que están prácticamente a la vuelta de la esquina, ¿qué va a hacer la izquierda abertzale?
La izquierda abertzale se va a presentar. En primer lugar, porque tenemos vocación también de lucha institucional. Nosotros nacimos como unidad popular para hacer lucha institucional entre otras cosas. No somos una formación que quiera estar fuera de las instituciones, queremos ser alternativa también en las instituciones. En segundo lugar, nos vamos a presentar porque desde las instituciones se puede profundizar en el proceso de soluciones. Y, en tercer lugar, porque si nosotros no estamos en las próximas elecciones esas elecciones no serán democráticas.
¿Están pensando en legalizar alguna sigla u otra fórmula?
En lo que insistimos es en que tenemos la vocación y el derecho de estar en las elecciones, y ese derecho tiene que ser respetado. El proceso de solución necesita que la izquierda abertzale esté en las elecciones, si no ¿cómo se puede hacer un proceso?