Regresé un poco tarde, después de la presentación en Madrid de un nuevo libro sobre los cinco luchadores antiterroristas cubanos, que cumplen prisión injustamente en cárceles de Estados Unidos, y pensaba escribir sobre este suceso, pero otras circunstancias me estimularon a tratar otro asunto. En conversación con varios cólegas recibí la información de que algunos […]
Regresé un poco tarde, después de la presentación en Madrid de un nuevo libro sobre los cinco luchadores antiterroristas cubanos, que cumplen prisión injustamente en cárceles de Estados Unidos, y pensaba escribir sobre este suceso, pero otras circunstancias me estimularon a tratar otro asunto.
En conversación con varios cólegas recibí la información de que algunos suecos, daneses y noruegos, están indignados por una cumbre contra Cuba y Venezuela, que se prepara en Tallin capital de Estonia, una de las ex-repúblicas comunistas soviéticas del Báltico. Ellos solicitaron denunciar ese complot y piensan acudir a la capital estona para darle una lección a estos servidores del imperialismo norteamericano. Entre los invitados se encuentran la democrata Madeleine Albright, exsecretaria de Estado de Washington y la exrepresentante de Estados Unidos en la ONU, la republicana y ultra reaccionaria Jeane J. Kirkpatrick.
Los escandinavos están preparando una moción para preguntarles a las dos señoras, el porqué no solicitaron un bote salvavidas para ir a rescatar los cadáveres flotando por más de una semana en las aguas putrefactas de Nueva Orleans, y porqué no denunciaron a Bush como culpable de la muerte de los presos comunes y ancianos abandonados que se ahogaron en la bella y legendaria ciudad de la desembocadura del Mississippi.
Ellos quieren saber porque estas damas no le exigieron a Bush la protección de los negros, latinos, pobres, abandonados, ante las furias del huracán Katrina. Y tratándose de Cuba, porqué han permanecido calladas ante la violación de los derechos humanos en el campo de concentración que Estados Unidos mantiene en la ilegal base naval de Guantánamo y de Venezuela, porqué no condenaron el llamamiento del pastor Paul Robertson formuladas en su programa televisivo «The 700 Club», de la necesidad de asesinar al presidente venezolano Hugo Chávez.
La proyectada cumbre se realizará el 13 y 14 de octubre y tiene como objetivo analizar la violación de los derechos humanos en Cuba y Venezuela, y buscar mecanismos de presión internacional contra los gobiernos de Chávez y Castro. Afirman que la descarada injerencia en los asuntos internos de esos países, huele a podredumbre, en estos momentos en que Estados Unidos lanza napalm sobre ciudades indefensas en Irak.
El evento estará financiado por la CIA, el Departamento de Estado norteamericano, la terrorista Fundación Cubano Americana, el Partido Popular de España, el Partido Acción Nacional de México y organizaciones afines de Europa.
Relataron que el señor Carlos González, vinculado a los ex servicios de inteligencia de Augusto Pinochet, y representante del Comité Internacional para la Democracia en Cuba, aseguró que participaran parlamentarios de Estonia, Letonia, Lituania, Suecia y Polonia y representantes de las cancillerias de los mencionados países.
En la relación de los invitados aparecen entre otros: José María Aznar, Mario Vargas Llosa, Jorge Castañeda, Enrique Krauze y varios parlamentarios del Partido Acción Nacional de México, entre ellos, Manuel Espino, Adriana González y un tal Boyo Hallorán,
En la larga lista figuran el argentino Marcos Aguinis, los cubanos Carlos Alberto Montaner y Raúl Rivero, el polaco Adam Michnick, la rusa Elena Boner y los ex presidentes de Uruguay Luis Alberto Lacalle, de Costa Rica, Luis Alberto Monge, de El Salvador Francisco Flores; y de Panamá Mireya Moscoso. Les recuerdo a los lectores que esta señora fue la que indultó a los cuatro terroristas de origen cubano que querían dinamitar el paraninfo de la Universidad de Panamá y uno de ellos, Luis Posada Carriles, fue responsable de la voladura de una nave de cubana de aviación con todos sus ocupantes dentro.
También conocí que según Carlos González, confirmaron su asistencia el exprimer ministro de Bulgaria, Filip Dimitrov, el presidente del Parlamento de Eslovaquia, Pavol Hrusovsk, Vackla Havel ex presidente de la república Checa y el antiguo primer ministro de Estonia, Mart Laard y que están esperando la confirmación de varios opositores a Chávez y algunos miembros de la disidencia cubana.
Traté de buscar por internet algunas informaciones sobre esta cumbre y encontré que el periodista mexicano Héctor Delgado, publicó en el periódico Unomásuno, que México ha sido víctima durante 46 años del terrorismo de los traidores cubanos a su patria, exiliados, protegidos y subvencionados por dinero del pueblo y gobierno de Estados Unidos y afirmó: » Feroz ha sido Luis Posada Carriles y su compinche Orlando Bosch. A grosso modo se pueden contabilizar 63 acciones terroristas en el interior de México…»
Pude leer que el diputado Jesús Martínez Álvarez, presentó al Parlamento mexicano un punto de acuerdo, que fue aprobado por unanimidad y que dice: » exhortar al secretario de Gobernación, con fundamento en las fracciones I y II del Articulo 5, de la Ley de Seguridad Nacional, para que la Fundación Nacional Cubano-Americana sea investigada por las actividades anticubanas dentro del territorio de los Estados Unidos Mexicanos, e informe a esta Soberanía sobre el resultado de la investigación».
Importantes diputados señalaron que se debe divulgar y conocer la nefasta historia de lo que representa esa Fundación, perfectamente recogida en el Documento desclasificado del Federal Bureau of Investigation (FBI), número 105-8280-190, con fecha del 1 de julio de 1965, en el cual se hace una crónica de los actos terroristas del fundador de la misma, Jorge Mas Canosa, principal empleador de Luis Posada Carriles y Orlando Bosch.
Aquí me detengo para hacer una pregunta. ¿Los parlamentarios suecos, polacos, estones, lituanos y letones comprometidos con esa cumbre contra Cuba y Venezuela, desconocerán estos antecedentes? Porque yo no puedo creer que ignoren el informe que en septiembre de 1999, rindió el Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Enrique Bernales Ballesteros, en su visita a La Habana, quien hizo notar que ha sido demostrado y reconocido por sus autores, que las acciones terroristas ejecutadas en Cuba fueron urdidas, preparadas y financiadas por encargo de la Fundación Nacional Cubana Americana, desde su matriz en Miami, Florida .
En estos comentarios se plantea que la solidaridad y el internacionalismo de cientos de congresistas mexicanos ha permitido neutralizar esas intentonas. La posición digna de los parlamentarios mexicanos y la solidaridad del pueblo , han obligado a los neofascistas a emigrar para el Báltico.
Por otro lado leí la entrevista al señor LLuís Amiguet, residente en Nueva Orleans, quien declaró el horror vivido en esa ciudad, después del huracán Katrina y afirmó que se avergüenza de su país, donde se ha sufrido la quiebra total del principio de responsabilidad colectiva y su sustitución por el capitalismo depredador y que Nueva Orleans es una ciudad con niveles de pobreza similares a Haití y Ruanda. El reportero le preguntó: ¿Qué se vive ahora en Nueva Orleans?. Respondió: «Lo mismo que se vivió en Bagdad. Nos han tratado como iraquies, las multinacionales y el gran capital de los amigos de Bush ya tienen planes para convertirnos en otro Las Vegas».
Sería mejor que Madeleine Albright y Jeane J. Kirkpatrick se ocuparan de estos asuntos y dejaran a los cubanos y venezolanos tranquilos.
Para mi quedó claro que el gobierno norteamericano lo que quiere es convertir a Cuba, en Las Vegas del Caribe y llenarla de prostíbulos, burdeles, casinos y drogas como era antes del triunfo de Castro y a Venezuela en un Iraq en llamas por el petróleo y que la cumbre de Estonia, es un escalón en estos planes intervencionistas de Estados Unidos. Comparto la indignación y alarma de los solidarios suecos, daneses, finlandeses y noruegos, que debería transformarse en una alarma mundial.
Me explicaron la necesidad de hacer un llamamiento para protestar y denunciar ante la embajada de Estonia en Europa y pensaban que los españoles podríamos ayudarles, junto a los cubanos, venezolanos, mexicanos, argentinos, brasileños y a todos los latinoamericanos para detener tantas infamias e injerencias; y para denunciar al gobierno de Estados Unidos y sus sirvientes por todos los medios informativos posibles.
Esto explica el cambio de artículo que pensaba escribir y actuar como los toreros dentro del ruedo, pero empezar por el toril. Para los no entendidos en el arte taurino, les explico que se trata de la zona donde están encerrados los animales antes de ser lidiados.
Ante estos graves hechos, cabe preguntarse si Estonia se convertirá en una nueva madriguera para los planes terroristas de Bush contra Cuba y Venezuela. Espero que el pueblo de la bella estonía, les reclame a sus parlamentarios que se comporten con el valor y la dignidad de los mexicanos y abran una investigación sobre los financiadores de esta cumbre con conexiones terroristas.