Jon Anza Ortúñez, de 47 años, natural de Donostia, aunque ahora residía en la localidad vasco-francesa de Ahetze, se encuentra desaparecido desde abril. Pasó 20 años en prisión por su pertenencia a ETA. ¿Cuál es la versión de los hechos de la familia? El 18 de abril acompañé a la estación de Baiona a Jon, […]
Jon Anza Ortúñez, de 47 años, natural de Donostia, aunque ahora residía en la localidad vasco-francesa de Ahetze, se encuentra desaparecido desde abril. Pasó 20 años en prisión por su pertenencia a ETA.
¿Cuál es la versión de los hechos de la familia?
El 18 de abril acompañé a la estación de Baiona a Jon, se subió en el tren de Toulouse, a las 7 de la mañana. Lo vi dejar su bolsa y sentarse en un compartimento. El viernes siguiente, teníamos una cita en un hospital de Burdeos donde debían hacerle una resonancia magnética, una prueba previa al inicio de sesiones de radioterapia, tratamiento sin el cual se iba a quedar ciego. Tenía que llevarle yo porque Jon padecía un tumor que le afectaba al nervio óptico y le causaba problemas de vista y de memoria. El día antes de la cita, cuando comprendimos que no iba a acudir al hospital, empezamos a preocupamos. Nos lanzamos tras distintas pistas: hospitales, periódicos… pensando que Jon había sido víctima de una agresión o de un accidente. Pero en vano. Tras haber hecho lo que estaba en nuestras manos presentamos una denuncia en los juzgados de Baiona. Los precedentes nos hacían temer lo peor.
¿Qué hizo entonces la policía francesa?
La fiscal de Baiona, Aniñe Kayanakis, tras nuestra denuncia, trasladó el caso a la Policía Judicial. La policía inició la comprobación de los desplazamientos de Jon e intentó reconstruir su trayecto después de que le dejara en el tren. También rastrearon posibles movimientos a través de su carnet de la seguridad social y de su tarjeta de crédito.
¿Cambió la actitud de las autoridades francesas tras el comunicado de ETA en el que reconocía la pertenencia de Anza y que llevaba dinero para esta organización?
Los juzgados de París abrieron una investigación preliminar por delitos de «financiación del terrorismo» y de «asociación criminal con finalidad terrorista». Vinieron policías de París que me interrogaron. Había una mujer policía que me preguntó por qué hablaba de Jon en pasado. Yo ni me daba cuenta.
¿Cuál ha sido la reacción de las autoridades españolas?
El ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba declaró que Jon podía haber sido víctima de un ajuste de cuentas interno de ETA, luego de que se había fugado con el dinero. Esta segunda posibilidad fue retomada por Michèle Alliot Marie, ex ministra de Interior francés, y alcalde adjunta de San Juan de Luz. Rechazamos esto categóricamente habida cuenta del estado de salud de Jon. En cuanto a la primera afirmación, no es más que especulación.
¿Cómo has pasado estos meses? ¿Ha habido iniciativas solidarias?
Estoy siendo respaldada por la familia, los amigos, el movimiento abertzale… Es muy importante. No obstante, es muy difícil vivir el día a día preguntándote qué le ha podido pasar.
El 2 de octubre el diario Gara implicó, en una información, a policías españoles en su desaparición. ¿Qué reacciones ha habido?
Gara informó de que, según fuentes fiables, Jon habría sido interceptado en el tren que tomó en Baiona el 18 de abril para viajar a Toulouse. Habría sido interceptado por agentes de un servicio policial español. Después de haberle hecho bajar del tren, Jon, casi ciego y con una salud muy precaria, habría sido secuestrado y sometido a un interrogatorio ilegal, durante el cual habría muerto. Estas mismas fuentes aseguran que su cuerpo habría sido enterrado en territorio francés. Pero las fuentes ignoran si los policías españoles pudieron contar con la connivencia o la colaboración de las autoridades o de la policía francesa. Como me señaló el responsable de policía judicial en mi segundo interrogatorio (tras el comunicado de ETA), Gara es un diario que toman en serio. Por eso esta información, por muy grave que sea, es importante y debe ser tenida en cuenta. Hubo una reacción inmediata de las autoridades de Baiona. Marc Mariée, fiscal adjunto, ofreció una rueda de prensa en la tarde del mismo día en que el artículo fue publicado. «Nada nos permite confirmar o invalidar esta tesis. Recogeremos toda información que haga avanzar la investigación. Si hay personas que tienen alguna información, explotaremos los datos recibidos y los comprobaremos. Es necesario ser prudente, se trata de un artículo de prensa y debemos avanzar con base en elementos estables. Nuestra única prioridad es descubrir la verdad».
En tu opinión ¿qué efecto debería haber producido esta noticia?
¡Tendría que haber producido el efecto de una bomba! Estos hechos son graves y ponen en duda a personas, a un sistema, a todo un aparato de Estado. Vista la pusilanimidad de los medios de comunicación ante la presión del poder político, tengo miedo de que el silencio continúe… Dicho esto, no pararemos hasta saber, hasta conocer la verdad.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Estos-hechos-son-graves-y-ponen-en.html
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