Confirma que se ha deshecho el espacio negociador creado en la era Zapatero con conocimiento del PP y augura «consecuencias negativas», como «dejar en el aire» nuevos avances y «atrasar y dificultar la resolución». Reclama aportaciones a Euskal Herria y a la comunidad internacional. Dieciocho días después de que trascendiese públicamente lo ocurrido en Oslo, […]
Confirma que se ha deshecho el espacio negociador creado en la era Zapatero con conocimiento del PP y augura «consecuencias negativas», como «dejar en el aire» nuevos avances y «atrasar y dificultar la resolución». Reclama aportaciones a Euskal Herria y a la comunidad internacional.
Dieciocho días después de que trascendiese públicamente lo ocurrido en Oslo, ETA ha hecho llegar a GARA y NAIZ un extenso comunicado en el que denuncia la actitud del Gobierno español actual y también del anterior, y augura «consecuencias negativas» a la decisión de «deshacer el espacio de diálogo y negociación».
La organización vasca considera esta medida como «un claro paso atrás» en la medida en que «atrasa y dificulta la resolución de conflicto». Explica que, en consecuencia, «han quedado en el aire las opciones de hacer aportaciones constructivas que se estaban estudiando».
ETA contrapone esta medida de cancelar ese espacio de negociación con la actitud de la organizacion vasca, «que está cumpliendo todos sus compromisos», como recuerda que ha certificado la Comisión Internacional de Verificación.
En este punto, introduce un dato nuevo al saludar «la responsabilidad y el nivel de compromisos de todos los militantes de ETA, dado que está siendo determinante para evitar enfrentamientos y accidentes frente a la irresponsabilidad de los estados».
Junto a ello, ETA hace una matización sobre la cuestión del desarme que tanto está dando que hablar. Indica que este tema «queda fuera del mandato que se dio la Comisión Internacional de Verificación en su origen y, en consecuencia, no ha estado ni está en la agenda de trabajo de ETA y la Comisión». Opina que el tema se está utilizando intencionadamente de forma «malévola» para «ocultar la total responsabilidad que tienen los estados en el bloqueo del proceso». En cualquier caso, recalca a continuación que ETA mantiene su disposición a hablar de desarme y del resto de consecuencias del conflicto, y recuerda la agenda que hizo pública en noviembre para ello.
«ETA quiere hacer público que seguirá trabajando por construir una resolución definitiva y que mantendrá activa la representación que ha designado. No cederemos ante las dificultades, porque Euskal Herria merece y necesita la paz y la libertad», concluye el comunicado llegado a GARA, que puede leerse íntegramente en su versión original en euskara en las dos páginas siguientes. Está fechado el 17 de marzo, es decir, apenas nueve días después de que se difundiese la noticia de Oslo.
Antes de Aiete
El comunicado no incluye detalles sobre lo ocurrido exactamente en Noruega pero sí constata que el espacio de diálogo «se ha deshecho». De hecho, ETA recuerda que siempre ha tratado «con discreción» las cuestiones relativas al «frente de negociación», pero matiza que ahora se ha sentido obligado a dar explicaciones «ante las filtraciones e intoxicaciones interesadas que no tienen otro objetivo que dañar el proceso» y que lo hace «para que la ciudadanía vasca tenga noticia directa de estos acontecimientos».
El comunicado sí aporta un dato que ya era público a través de otras partes implicadas: «La conformación de la representación de ETA y el nacimiento de la mesa de negociación fue el resultado de los compromisos tomados por ETA y el Gobierno de España, antes de la decisión histórica de ETA y con el apoyo de conocidos agentes internacionales». Sitúa su origen, por tanto, en la recta final del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque apunta a continuación que este «se comió su palabra y, para sorpresa de todos los agentes internacionales que conocían el proceso, suspendió todos sus compromisos después del anuncio de la decisión de ETA». Concreta que el Gobierno del PSOE siguió con la represión y se negó a conversaciones de paz. ETA explica que hizo gestiones ante Madrid y Lakua para reconducirlo, «pero para entonces el PSOE tenía la decisión de deformar y dejar pudrir el proceso, como luego ha quedado claro a diario».
ETA sigue diciendo que el nuevo Gobierno del PP tuvo «conocimiento exacto de lo adelantado, desde el principio». Indica que ETA actuó «de modo serio y constructivo en todo momento, tanto cuando el Gobierno de España ha pedido tiempo para hacer una reflexión como cuando ha surgido la opción de construir una vía de relación discreta y estable. Sin embargo, el Gobierno de España no ha mostrado ninguna seriedad y se ha decantado por dejar morir el espacio de diálogo, cuando no por atacarlo y sabotearlo mediante los Servicios de Inteligencia», añade.
En cuanto al Gobierno francés, ETA revela que ha reconocido «la solidez de las propuestas» de la organización vasca pero luego «ha decidido alinearse con la cerrazón del Gobierno de España, dejando en sus manos cualquier paso».
PNV y dos llamamientos
Tras todo este resumen, el comunicado muestra la incomprensión de ETA por el apoyo que presta el PNV al Gobierno español en este terreno. Considera que está «tapando la cerrazón» del Ejecutivo del PP y «utilizando el argumento de la discreción para eludir todas las críticas, al mismo tiempo que especulan de modo irresponsable en público cuando se trata de temas realmente delicados».
Además de recalcar su voluntad de perseverar, ETA concluye con un llamamiento a la reflexión a todos los agentes, «para que analicen la aportación que puede hacer cada uno ante los intentos de perpetuar el bloqueo». Se dirige expresamente a Euskal Herria y a la comunidad internacional para indicarles que cualquier iniciativa por la resolución resultará favorable.