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Destaca que la iniciativa «ha agudizado la crisis estructural del Estado español»

ETA valora de forma positiva los dos años de tregua en Catalunya

Fuentes: Gara

En un documento escrito en euskara y catalán y, según subraya, dirigido especialmente a los independentistas catalanes, ETA hace una valoración positiva de la tregua decretada hace dos años en Catalunya. La organización armada vuelve a hacer hincapié en los principios de «solidaridad, respeto y no injerencia» entre ambos pueblos, y recalca que aquella iniciativa es «un ejercicio práctico de que la solución al conflicto pasa por el diálogo, el acuerdo y la negociación».

Euskadi Ta Askatasuna, con motivo del segundo aniversario de la declaración de alto el fuego en Catalunya, recuerda las «tres bases» en las que sustenta esa iniciativa en vigor desde el 1 de enero de 2004: «Solidaridad, respeto y no injerencia». Unos principios que, afirma, «al margen de que la iniciativa estaba dirigida a las relaciones entre Euskal Herria y Països Catalans, deben regir las relaciones entre los pueblos y las organizaciones de todo el mundo que luchan por su supervivencia y por la libertad».

En un documento redactado en euskara y en catalán, la organización armada hace una reflexión sobre esta tregua, incide en las razones que le llevaron a adoptarla y en sus objetivos, además de valorar sus consecuencias. «Y es que, tal como dijimos en su día, su influencia debe medirse con el paso del tiempo», destaca ETA.

El folleto recoge un análisis y una cronología de la iniciativa, la valoración que realiza ETA sobre la misma, un listado de las acciones que ha llevado a cabo en tierras catalanas, los dos comunicados que hizo públicos explicando la reunión con ERC y anunciando el alto el fuego (enero y febrero de 2004) y algunas de las reacciones político-institucionales que suscitó la iniciativa hace dos años. Todo ello junto a un comunicado fechado este mismo mes.

En este último texto, ETA considera que «los vínculos solidarios entre Euskal Herria y Catalunya se han reforzado», y lo argumenta resaltando que «Euskal Herria ha recibido por parte de Països Catalans un apoyo activo. Y la voluntad de ETA es que, también en el futuro, la relación entre ambos pueblos vaya fortaleciéndose».

Explica que la finalidad de la publicación del documento es «acercar la reflexión que hace ETA de la iniciativa de Catalunya a todos los que estáis luchando por la liberación nacional de Països Catalans. Queremos compartirla con los independentistas catalanes, porque in- teriorizar el sentido de la iniciativa ayudará al fortalecimiento de las relaciones y de las luchas de liberación de nuestros pueblos».

No olvida que el alto el fuego en Catalunya «también tenía un segundo objetivo: agudizar la crisis estructural que vive el Estado español». En ese sentido, la organización armada asegura que en los últimos meses ha quedado en evidencia que «los temas principales del debate sobre el modelo de Estado son los problemas nacionales de Països Catalans y Euskal Herria. En el origen de la crisis del Estado español está el desgaste causado por la lucha» de ambos países «en pro de sus derechos».

Y en esa situación, a su entender, ha tenido mucho que ver el cese de sus actividades en Catalunya, que «causó un terremoto político» y que posteriormente «ha tenido sus consecuencias en el Estado español: ha iniciado y revitalizado debates, motivado cambios en algunas posturas políticas y profundizado en la citada crisis».

«La iniciativa también tenía otra proyección importante ­prosigue el comunicado­, relativa a las situaciones internas de Euskal Herria y Països Catalans. Parece evidente que la iniciativa de ETA ha repercutido notablemente en la situación de Països Catalans, así como en los cambios políticos que se han producido allí en el último año». Sin embargo, incide en que «con todo respeto, consideramos que el análisis de la situación catalana corresponde a sus agentes». Sobre Euskal Herria, resalta que «ha tenido consecuencias políticas directas y se ha convertido en una referencia del pasado reciente».

Este texto finaliza con «un saludo revolucionario a todos los independentistas de Països Catalans».

En otro apartado de la publicación, ETA realiza una «valoración positiva» de su iniciativa. A su juicio, ha servido para evidenciar que «la clave del conflicto reside en el derecho de autodeterminación de los pueblos», así como para «ahondar en la crisis estructural» del Estado español, al que tilda de «cárcel de pueblos».

«Ha mostrado que el Estado español, además del de Euskal Herria, tiene abierto el frente de Catalunya», afirma la organización armada. Dos países en los que, según destaca, «es más evidente que nunca la necesidad de cambio en el marco político». Además, «debilitó al Gobierno del PP y le obligó a adoptar una postura defensiva. Podemos concluir que aquellas posiciones que sostienen y garantizan la opresión española perdieron fuerza». Al mismo tiempo, considera que sirvió para «dejar clara la capacidad y eficacia política» de Euskadi Ta Askatasuna.

Sostiene que los principios de «respeto, no injerencia y solidaridad se fortalecieron en la sociedad vasca con respecto al proceso de liberación de Països Catalans», además de «reforzar el respaldo» hacia ese proceso entre la ciudadanía de Euskal Herria y de «abrir una puerta» a la consolidación de las relaciones entre los movimientos independentistas de los dos pueblos.

Apunta que se ha tratado de «una prueba práctica de la voluntad de ETA» y que ha plasmado «quién tiene voluntad para una resolución política y democrática del conflicto» de Euskal Herria. «La izquierda abertzale aparece fortalecida en la situación creada» tras el anuncio de la tregua, agrega.

Tras asegurar que «ha mostrado los mezquinos intereses partidistas» de las partidos vascos que valoraron negativamente el anuncio, la organización armada concluye que, ante todo, ha sido «un ejercicio práctico de que la resolución del conflicto pasa por el diálogo, el acuerdo y la negociación


La reunión con Carod y sus consecuencias
ETA también rememora el terremoto político que generó su reunión con el líder de ERC Josep-Lluís Carod-Rovira, encuentro que ambas partes confirmaron en su día. Una vez más, incide en que en la reunión no se cerró ningún acuerdo, «sino que sirvió para expresarle nuestra disposición a lograr la libertad de Euskal Herria y a superar el conflicto». Además, censura a aquellos que auguraron que, a causa del alto el fuego, Carod saldría perjudicado. «Es evidente que estaban equivocados», señala