Los clubes de futbol españoles deben 752 millones de euros a Hacienda. Pero el ministro Montoro, ese beatificador de defraudadores, ya ha bendecido este pestilente carnaval. Sepan que con esos millones de euros se evitarían importantes recortes en Educación, Salud o Servicios Sociales. Esos clubes escaquean también una infamante deuda con la Seguridad Social que […]
Los clubes de futbol españoles deben 752 millones de euros a Hacienda. Pero el ministro Montoro, ese beatificador de defraudadores, ya ha bendecido este pestilente carnaval. Sepan que con esos millones de euros se evitarían importantes recortes en Educación, Salud o Servicios Sociales. Esos clubes escaquean también una infamante deuda con la Seguridad Social que asciende a 10,6 millones de euros. Pero la justicia se llama andana. Les voy a proporcionar dos datos más. Uno posiblemente ya lo sepan: España está jugando la Eurocopa de futbol. Y parece que el mundo se ha frenado en seco para celebrar los funerales de la razón. Hace tiempo que la roja, esa manera estúpida de conferir valor a una camiseta, es más que una marca, es un antídoto contra la recesión, el miedo, el rescate y la Reconquista si me apuran. La roja se anuncia como esa razón y pasión diaria que necesitamos para vivir. Como si la vida nos hubiera quitado las ganas de vivirla y tuvieran que rescatarnos once hombres sin piedad. Esos hombres valen en el mercado 653 millones de euros. Solo una cosa más para vergüenza de este espectáculo de ángeles reaccionarios en medio de tanta ruina moral. El valor de mercado del conjunto de todos los jugadores de la Eurocopa asciende a 3756 millones de euros, justo los que Grecia necesita para no irse a la quiebra total antes de julio. El futbol , ese renovado drenaje de pasiones, que dijera Caballero Bonald, ocupa el cuarenta por ciento del espacio simbólico-mediático y funciona como la nueva idolatría de la desdicha. Las concentraciones de hinchas celebrando incluso el ascenso a Regional, son multitudinarias, bufónicas, histriónicas, desaforadas e incluso mucho más agitadas que las protestas sociales.
En medio de todo este lodazal, un cuarenta y cuatro por ciento de menores que viven en hogares en situación de pobreza – sepan que hemos llegado a los 11 millones de pobres en el reino de España- corren serio peligro de dejar de ser atendidos por los servicios de pediatría. Sus progenitores no pueden seguir manteniendo los costes que conllevan sus tratamientos por falta de ingresos económicos. Más, según el ultimo informe de Unicef sobre la situación de la infancia en el reino de España, en sólo dos años la cifra de pobreza infantil ha crecido un 10%, aproximándose a 2.200.000 el número de menores de 18 años que viven en hogares pobres. Pero esto no es noticia. Ni lo será, ni generará el fragor de este vídeo de Coca-Cola con ocasión de la Eurocopa, véanlo, por favor, http://www.youtube.com/watch?v=FTHn8X895cI y díganme si no es para rajarse las venas, porque cuando se sabe de manera absoluta que ya todo es irreal, no tiene ningún sentido agotarse en demostrarlo.
Paco Roda. Universidad Pública de Navarra
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