Señor Rajoy, negar a un enfermo la mano y el derecho a la esperanza no es cristiano ni humano. Es sabido que el ansia de vivir, la energía de quien tiene fuerza y voluntad para luchar contra la enfermedad obra milagros. ETA, con la Democracia, debió entregar las armas y hacer política utilizando el valor […]
Señor Rajoy, negar a un enfermo la mano y el derecho a la esperanza no es cristiano ni humano. Es sabido que el ansia de vivir, la energía de quien tiene fuerza y voluntad para luchar contra la enfermedad obra milagros. ETA, con la Democracia, debió entregar las armas y hacer política utilizando el valor y la fuerza de la palabra, pero no fue así -por desgracia para todos- y ETA perdió el norte haciéndole el juego a la derecha más rancia. Hace casi cuatro décadas de la muerte de Melitón Manzanas y treinta años de la muerte de Franco, sin que la UCD ni el PSOE de Mister X, Barrionuevo, Corcuera y Vera, ni el PP de Aznar, Rajoy, Acebes, Mayor Oreja y San Gil hayan podido terminar con ETA. No saben, no quieren, no comprenden la compleja realidad de Euskadi ni les interesa, que les sale más cuenta y les da más votos en la España castiza y profunda la burda y sesgada utilización partidaria del terrorismo etarra.
La Real Academia Española define el Terrorismo como: «la dominación por el terror». Sabemos que la violencia engendra más violencia, que el terrorismo en sus múltiples formas y variantes -del más vil y cobarde: el terrorismo de Estado y del Imperio, que se nutre y justifica del terrorismo que se auto inmola en Afganistán, Irak, Israel., al de ETA- más que una lacra universal, es el peor cáncer de la Aldea Global.
El 29-7-1997 decía en Deia: «Las balas no matan ideas», «ante la ejecución de Miguel Ángel cuyo único delito fue vivir en Euskadi y ejercer sus derechos de ciudadano». Y añadía el 15-10-1998: «¿Quién teme a Euskadi?» «El GAL cargó la pistola y apretó el gatillo de ETA que asesinó a Miguel Ángel Blanco Garrido.Jamás la policía ni el terrorismo del Estado acabaron con el terrorismo de quienes cuentan con el apoyo de la base social. que ha tenido y tiene ETA -nos guste o no- sin que eso signifique aceptar o justificar sus crímenes bajo ningún concepto. y de poco sirven las acciones de la Guardia Civil y la Ertzaintza si no vemos que un mal de origen político necesita de un tratamiento político correcto para erradicar el mal. Para curar un enfermo se precisa un equipo médico solícito, capaz y humano y no a cuatro mafiosos matasanos»
Hoy, sigo sin compartir la idea de los loros «al enemigo ni agua», «ETA esta acabada y no mata por que no puede». Opino que todo acto de fe es una estupidez o una estafa. Si ETA ya no mata: es por que sabe que la movilización social después de la infamia del 11 M ha cambiado muchas cosas en España y en Euskadi, que continuar por la senda del terrorismo es jugar a la ruleta rusa con cinco balas en la recamara y sin el apoyo de HB, por ello, ETA busca la mejor salida negociada -sin abandonar a sus presos- para poder entregar las armas e incorporarse lo más pronto posible a la sociedad civil con un régimen de libertades formales y una democracia más o menos tutelada.
Frente la inmadura incontinencia verbal de Rajoy, me uno a las palabras de Pepe Blanco «Este PP cada vez se parece más a AP» y añado: calificar las palabras del Presidente del Gobierno de España «de cobardía sin limites» y de una «humillación más ante Batasuna» es más propio de un matón a sueldo que del futuro candidato a la presidencia del club de su pueblo. El «dedocrático» Súper Ratón pierde la razón y la decencia al emular a Blas Piñar y superponerse al retrato, en sepia, de Santiago Matamoros. Rajoy desprecia cuanto ignora de la política y la táctica militar «A enemigo que huye, puente de plata» lo decía el Tao de Lao-Tsé, lo sabían Cervantes y Lope de Vega y lo aplicaron Hô Chi Minh y el general Giap al echar al Tío SAM -el Jefe de Rajoy- del Vietnam. El PP, con el apoyo entusiasta de Díez y Terreros, le exige al juez Fernando Grande-Marlaska que prohíba el derecho constitucional de reunión, en un congreso que puede hacer historia y abrir en Euskadi la vía a la paz y la esperanza. Rajoy no puede tolerar que ZP y Patxi López acaben con el terrorismo de ETA y hará cuanto pueda para crispar la sociedad y abortar todo atisbo de negociación o posible pacto. Rajoy no acepta la normalización política de Euskadi y no le temblará el pulso al sacrificar en el tablero de ajedrez a todos sus peones, torre y alfil si es preciso, con tal de salvar su ego y sus maracas. A la cúpula del PP ni le duele ni le preocupa España, lo suyo es alcanzar el poder e incrementar su patrimonio y el saldo de sus cuentas corrientes, sin dudar en derramar la sangre del Cordero de Dios en el altar de «su Patria» si hace falta.
15-1-2006, domingo y fiesta de guardar, Antonio Burgos en el ABC y Alfonso Ussía en La Razón le clavan a ZP el colmillo retorcido del chacal, acusándole de «inútil y cobarde», de «Traición a la Ley. y al Estado de Derecho». Burgos y Ussía han perdido el ABC de la decencia y la razón, el sentido del pudor y la dignidad. Ellos, reserva espiritual de la Raza, dicen: «estos señores, con su cobardía, ni dan la talla de españoles ni dan la talla de europeos», ya sólo falta, para empezar a temblar de pavor, que vuelvan a gritar bajo palio y brazo en alto «¡Arriba España! ¡Viva Franco y Pinochet!» mientras lanzan maíz a la puerta de los cuarteles. Burgos, Ussía, Vidal y Losantos, pueden echar fuego y víboras por su «boquita chiquita» que no dan miedo ni a un bebe en su cuna. En la España plurinacional y solidaria, adulta y culta, en la Nación de Naciones o el Estado Federal, sólo un taliban bobo de nacimiento puede pensar que una parabellum o un tanque y un cetme de asalto pueden hacer la ley y suplantar el dialogo y el pacto democrático.