Escribimos esta estas líneas antes de conocer los resultados electorales pero en una semana marcada por la inminente contienda. Consumado el atropello, esta última semana ha sido la del bombardeo ideológico contra la ciudadanía que simpatiza con la izquierda vasca: deben de apostar por el «voto util» y como sus candidaturas han sido ilegalizadas… Difícil […]
Escribimos esta estas líneas antes de conocer los resultados electorales pero en una semana marcada por la inminente contienda. Consumado el atropello, esta última semana ha sido la del bombardeo ideológico contra la ciudadanía que simpatiza con la izquierda vasca: deben de apostar por el «voto util» y como sus candidaturas han sido ilegalizadas… Difícil dilema: o depositar una papeleta ilegalizada de antemano o (y eso es lo que buscan), apostar por unas siglas que ofrecen dar utilidad a ese voto. Es decir, apostar por los que han claudicado dando la espalda a los coherentes.
Cuando muchas personas se debaten en tales dudas, han brillado en el universo de Euskal Herria dos luminarias que irradian con fuerza la luz que tanto necesitamos: Eva y Juanra. Dos referentes políticos y morales a quienes dedicamos con intensa emoción y reconocimiento este trabajo. Eva Forest se nos ha ido (19 de mayo) dejando tras ella un reguero de admiración y pena. Descanse en paz. Juanra, tras varios años de cautiverio, ha recuperado la libertad. Enhorabuena y bienvenido. Dos vidas diferentes con importantes elementos comunes. Dos catalanes a los que Euskal Herria quiere profesar un reconocimiento público lleno de gratitud.
Juan Ramón Rodríguez, «Juanra», ex preso político catalán
Natural de Barcelona, activista comprometido en los movimientos sociales y vocalista del grupo de música rock Kop. Detenido en Amsterdan en 2002 acusado de colaborar con ETA. Desde entonces ha vivido un periplo por numerosas cárceles, siendo la de Zuera (Zaragoza) la última de ellas. Durante su periodo de cautividad formó parte del Colectivo de Presos Políticos Vascos.
Acaba de abandonar la cárcel y ha recibido en su Catalunya natal el calido recibimiento que se merecen los luchadores honestos. En el momento de abandonar la cárcel guarda un recuerdo entrañable para todos los compañeros del Colectivo que quedaron dentro. Confiesa que el día a día en la cárcel, a pesar de la dureza, le ha permitido conocer una experiencia muy hermosa. No se ha arrepentido de nada, por el contrario, considera que el haber participado en la lucha de liberación por Euskal Herria es algo que le ha engrandecido y enriquecido. Experiencia de lucha liberadora que ha dado pleno sentido a su vida y que le ha marcado para el futuro. Vivencia de solidaridad como un flujo de apoyo mutuo y bidireccional. Su proyecto de futuro tras cinco años de reflexión no puede ser más ilustrativo: seguir luchando por la liberación de los pueblos.
Eva Forest
Nacida también en Barcelona (1928) en el seno de una familia anarquista. Se traslada a Madrid para estudiar medicina y luego se adentra en la sociología. Los sábados intensos (década de los 50) en la Universidad Libre Gambrinus despiertan en ella una intensa toma de conciencia que se traducirá en compromiso a lo largo de toda su vida. Se casa en 1955 con Alfonso Sastre, escritor brillante y comprometido que fue enjuiciado por los tribunales franquistas. En 1962, Eva es detenida por la misma policía dictatorial tras haber participado en una manifestación de mujeres a favor de los mineros asturianos. Tras la detención, es encarcelada durante un mes.
En 1966 viaja por primera vez a Cuba y se introduce de esa forma en el apasionante camino de la solidaridad internacional. En 1967 crea en Madrid el Comité de Solidaridad con Vietnam. Posteriormente, y en plena dictadura obsesionada por acabar con la lucha del pueblo vasco, crea también en Madrid el Comité de Solidaridad con Euskadi (compromiso arriesgadísimo en aquella coyuntura). El régimen sigue al detalle su trayectoria y en septiembre de 1974 es detenida, acusada de colaboración con ETA. Permanece encarcelada durante tres años, tiempo que aprovecha para escribir «Cartas desde la cárcel» y «Testimonios de lucha y resistencia». A la salida de la cárcel, y desde 1977, la familia se afinca en Euskal Herria alineándose de lleno en la defensa de los derechos de este pueblo. En 1979 impulsa la creación del TAT, grupo contra la tortura, tan tristemente habitual en contra de la militancia vasca: escucha a quienes la han sufrido, les ayuda a verbalizar sus traumas, recoge sus testimonios, trabaja incansablemente en su divulgación.
Su inmersión en la lucha nacional vasca es un tampolín para implicarse en otros procesos y en numerosas iniciativas antiimperialistas. En 1998 realiza su primer viaje, que no el último, a Irak. Recoge el latido de aquel pueblo, publica las experiencias que descubre, lucha desesperadamente para intentar frenar la agresión imperialista que le atormenta. Participa en el Foro Social Europeo de Florencia, en las Jornadas celebradas en Cuba de Humanidad frente al imperialismo, en el Encuentro Mundial en Defensa de la Humanidad, en el Tribunal Internacional Benito Juarez de México. Toda esta actividad se entremezcla con su compromiso editorial en Hiru, sus responsabilidades familiares y su tenaz empeño por escribir a favor de los oprimidos.
El aporte de dos militantes ejemplares
Nacidos en cunas distantes en el tiempo y cercanas en la geografía. Dos personas especialmente necesarias en este tiempo tan espléndido con los reptiles y tan riguroso con los militantes. Dos personas abiertas a la realidad de la opresión y lúcidas en el señalamiento de los causantes de la misma. Sensibles al dolor ajeno y empeñados en buscarle alguna solución. Activistas de las causas perdidas que san las causas por las que realmente merece la pena luchar. Artistas de la palabra y de la canción como herramienta de combate. Luchadores de todas la horas de todos los días. Recalcitrantes en su empeño por situarse al lado de los peor situados y de quererlos con un amor comprometido. Firmes en sus convicciones revolucionarias y reafirmados en ellas tras haber soportado en carne propia la represión
Como revolucionarios del mundo, aplaudimos la trayectoria de estas dos personas y trasladamos este testimonio reconfortante a quienes luchan por los mismos objetivos. Como ciudadanos de la izquierda vasca, queremos dejar constancia de la gratitud que nos merecen. Cuando el despreciarnos se ha convertido en tópico y el machacarnos en costumbre, Eva y Juanra se han puesto a nuestro lado. Y, con su opción, han revalidado y reforzado la causa por la que luchamos. Como miembros de Askapena, organismo internacionalista, destacamos en ellos su compromiso antiimperialista y su sensibilidad solidaria. Como dijo Manolo en el homenaje a Eva en Hendaia, Eva frente a los que preguntaban ‘¿cómo puedes ser internacionalista y estar con esos nacionalistas?’ ella respondía ‘¿Como puedes ser internacionalista y no tomar un compromiso y luchar por la cultura y la tierra de tu pueblo? Ser internacionalista es estar junto a los pueblos que luchan contra el imperialismo’. Manolo añadió que había gentes de izquierda que entendían y compartían el derecho de los pueblos a decidir y a organizarse, pero siempre lejos y con un grito finalizó ‘y lo teníamos a 300 kms de Madrid, y no lo querían ver! Pero algunos lo entendimos una vez… y para siempre! Eva vivirá en nuestro recuerdo reavivando nuestras utopías socialistas y atizando nuestro antiimperialismo. Con Juanra, seguiremos encontrándonos en el compromiso compartido por la liberación de los pueblos. A los dos, muchas gracias.