Un grupo de pasajeros protestó ante el estado de ansiedad que mostraba la persona esposada y deportada y eso les valió la expulsión del vuelo y la denegación de embarque en el siguiente
Un grupo de pasajeros impidió este sábado la salida de un avión desde Barcelona a Dakar al levantarse de sus asientos en protesta por la expulsión de un ciudadano senegalés que estaba en el aparato. El avión, de la aerolínea española Vueling, pudo salir hacia la capital senegalesa unas horas después, después de que agentes de la Guardia Civil se personaran en el aparato.
El joven estaba esposado por las muñecas y escoltado por la policía y, según el abogado Andrés García Berrio, los testigos aseguran que «estaba quejándose, dando señales de que no quería ser deportado». Ante esta situación, entre una veintena y una treintena de personas pidieron explicaciones a la compañía aérea y manifestaron su malestar de forma espontánea, según indican los propios pasajeros. Ante la negativa del piloto a renunciar al inmigrante sin papeles, se decidió bajar a todos los pasajeros. La Guardia Civil procedió a identificar a al menos 11 personas, a las cuales la compañía denegó posteriormente embarque. Según los desalojados, se les se les ha acusado de infringir la Ley 21/2013 de seguridad aérea, pero la compañía dijo que sería ayer lunes cuando los servicios jurídicos tomaran una decisión.
El hombre estaba siendo obligado a regresar a su país de origen después de haber intentado entrar en España aunque no tenía permisos de residencia o trabajo. Fue detectado en el aeropuerto y no se le llegó a permitir la entrada en territorio español. La compañía dice que su condición es de «inadmitido» no de deportado, y que por tanto su condición es diferente.
El vuelo estaba programado a las 16:30h, si bien finalmente salió sobre las 19h, con el ciudadano senegalés a bordo. Los afectados aseguran que la compañía ha interpuesto una denuncia en la que les acusaba de «generar peligro para volar». Dependiendo de la gravedad de los hechos, podrían enfrentarse a una multa va desde los 60 a los 45.000 euros -infracción leve-, de los 45.001 a 90.000 euros -infracción grave- y de los 90.001 a 225.000 euros -infracción muy grave-.
El abogado recalca que la reacción de los pasajeros «no ha sido una acción premeditada», sino que simplemente eran personas que «iban a tomar un vuelto a Dakar y han manifestado una reacción espontánea».
Para García Berrio, esta situación demuestra que «hay una gran parte de la ciudadanía que está activa contra la situación injusta de los deportados», al mismo tiempo que pone de relieve «hasta qué punto llega la desproporción» de estas expulsiones.
Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/pasajeros-despegue-Barcelona-Dakar-expulsion_0_665633437.html