bbey Lincoln tras conocer a Max Roach se involucró en las luchas raciales y dedicó su música a difundir un mensaje
A los 80 años de edad, el sábado fallecía en Manhattan la cantante de jazz Abbey Lincoln, tal y como ha anunciado su hermano y la cineasta y amiga, Carol Friedman, que estaba trabajando en un documental sobre su vida. Las causas de la muerte no se han hecho públicas pero su estado de salud era muy endeble desde una operación a corazón abierta en 2007.
Anna Marie Wooldridge, su verdadero nombre, era una de los 12 hermanos de una familia rural. Tras acabar sus estudios se dedica a cantar por diferentes lugares, empezando en «night-clubs», llegando a actuar en Hawai. Es en su regreso a Estados Unidos cuando decide ponerse el nombre artístico de Abbey Lincoln.
Observar las vivencias de muchos artistas de jazz de los años cincuenta y sesenta pueden ser útiles para mostrarnos una visión de la turbulenta sociedad de esas décadas en América. En esta caso, la cantante nacida en Chicago, a través de sus diferentes épocas musicales no es una excepción.
Ya desde sus inicios dejó constancia de su talento y genialidad a la hora de cantar. En sus maneras era lógico ver el reflejo de una de las «divas» del jazz, Billie Holiday. En sus primeras grabaciones se presenta dejando ver toda su belleza y sensualidad, juega con todos esos aspectos que sumados a su portentosa voz, la convierten en una figura.
La aparición en su vida, a finales de la década de los 50, del batería Max Roach, será crucial para ella. La militancia en la causa racial de éste tendrá una gran influencia en ella, tanto en lo musical, en su aspecto y como es lógico en su posicionamiento político, que se vuelve más evidente y radical. Se separa de esa imagen sexy y la prioridad es ahora mandar un mensaje claro a través de su música. Su forma de cantar se vuelve más visceral, heredera de sus ancestros africanos.
De esta época hay dos obras capitales tanto para su biografía como para el jazz en general. La primera es «Straight ahead», un disco soberbio donde se rodea de una gama de magníficos músicos, Max Roach, Coleman Hawkins y Eric Dolphy entre otros. El resultado es un ejercicio de jazz total en la que sobresale la versión de «Blue Monk» del pianista Thelonius Monk, que él mismo alabó. El otro disco reseñable, al margen de su carácter musical, es significativo por el peso político que tuvo. «We insist! Freedom now suite» es un alegato antiracista realizado por Max Roach y escrito por Oscar Brown Jr. Editado por el 100 aniversario de la Proclamación de la Emancipación de Abraham Lincoln es un grito por continuar en esa lucha, en la de los derechos de los ciudadanos negros.
Como no es extraño de imaginar, los implicados en la realización de dicho disco, notaron en sus propias carnes la situación socio-política de Estados Unidos, sufriendo a partir de ese momento muchas trabas para hacer su trabajo. El matrimonio Roach-Lincoln se ve parcialmente apartado de la música, lo que les lleva a centrarse en sus reivindicaciones sociales. Todavía se hará más evidente el parón en ella derivado de su divorcio. A partir de ese momento se centra en sus estudios de arte dramático y en su carrera cinematográfica que ya estaba tomando forma llegando a participar en «Un hombre para Ivy» protagonizada por Sidney Poitier.
Su última etapa musical no llegará hasta los años 90, hasta ese momento y en las dos décadas anteriores no tuvo casi relación con la industria musical Previo paso de retomar su carrera modificó temporalmente su nombre al de Aminata Moseka, buscando sus esencias africanas. En esta nueva temporada Abbey Lincoln no sólo quiere ser la voz que interpreta las canciones sino que se mete de lleno a componer, dando como resultado algunos discos de gran calidad como «Devil’s got your tongue» o «A Turtle’s dream», en los que colaboran nombres tan reputados como Pat Metheny o Charlie Hadden.
Abbey Lincoln dedicó toda su vida a la música y a la facultad que tiene ésta para emocionar y también para servir de altavoz de los oprimidos. Desaparecida ella nos queda su mensaje, cantado de una manera maravillosa e incomparable.
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article17611