Osamuyia Aikpitanhi, nigeriano de 23 años y sin papeles, falleció el sábado cuando era deportado a Nigeria en un avión de Iberia que tuvo que dar media vuelta y aterrizar, con el inmigrante ya muerto, en Alicante. Osamuyia, que tenía 11 antecedentes policiales, estaba siendo trasladado a Lagos en cumplimiento de una orden judicial de […]
Osamuyia Aikpitanhi, nigeriano de 23 años y sin papeles, falleció el sábado cuando era deportado a Nigeria en un avión de Iberia que tuvo que dar media vuelta y aterrizar, con el inmigrante ya muerto, en Alicante. Osamuyia, que tenía 11 antecedentes policiales, estaba siendo trasladado a Lagos en cumplimiento de una orden judicial de expulsión. La familia del inmigrante acusa a la policía que lo custodiaba de malos tratos; los agentes dicen que fue una «muerte súbita». Un portavoz del sindicato policial SUP aseguró el domingo que el inmigrante pudo morir al tragarse el esparadrapo que le tapaba la boca.
El avión, en el que viajaban 97 pasajeros, llevaba entre ellos a cuatro nigerianos con orden de expulsión de España. Según fuentes policiales, cuando los agentes se percataron de que Osamuyia había fallecido avisaron al comandante de la nave, que dio la vuelta -llevaban poco más de una hora de vuelo- y solicitó permiso para aterrizar en Alicante, cosa que hizo a las 18.30.No era la primera vez que la policía intentaba expulsar al inmigrante nigeriano, que llevaba cuatro años en España y no tenía papeles. En dos ocasiones anteriores los agentes tuvieron que suspender su expulsión por la resistencia física que opuso para no ser deportado. La juez de Elche que se ha hecho cargo del caso no ha decretado el secreto del sumario. Fuentes policiales afirmaron que se ha abierto un expediente informativo pero descartaron que el hombre fuera agredido; su hipótesis, a la espera de la autopsia, es que Osamuyia sufrió un infarto por sobreesfuerzo. Eso pudo ocurrir si estaba resistiéndose a embarcar al avión o si forcejeó una vez dentro.
La familia del inmigrante nigeriano tiene otra versión. El hermano del fallecido, Chester, se mostró ayer convencido que la policía ha sido la culpable de la muerte de su hermano. «Estaba sano, no tenía ninguna enfermedad. Ha sido la policía la que le ha machacado y le ha matado», denunció. Chester afirma que ha contactado con otro nigeriano que fue expulsado en el mismo avión, que se encuentra ya en Lagos, y que vio cómo golpeaban repetidamente a Osamuyia antes y después de embarcar. «Me ha prometido que me va a enviar un vídeo de lo que sucedió en una semana», subraya.
Chester asegura que su hermano fue atado de pies y manos y que se le colocó cinta adhesiva en la boca antes de entrar en el avión, ya que se estaba resistiendo. También cree que los agentes le golpearon. «Lo han matado como a un perro», se lamentaba ayer, tras poner una denuncia en comisaría. Osamuyia llevaba viviendo cuatro años en España, y residía en Torrejón de Ardoz (Madrid) antes de su detención. «Al principio vivió conmigo en Alcalá de Henares, pero cuando me casé tuvo que buscarse otra vivienda», señala su hermano. Presente en la autopsia
Chester viajará hoy a Alicante para hacerse cargo del cuerpo de su familiar, y quiere estar presente con su abogado cuando se realice la autopsia porque no se fía de lo que puedan hacer los agentes de policía.
Según un amigo de la víctima que se encuentra en el Centro de Internamiento de Emigrantes de Carabanchel (Madrid), donde estuvo Osamuyia en espera de su expulsión, los agentes habían intentado en dos ocasiones expulsar al nigeriano: el lunes y el miércoles de la semana pasada. Pero el inmigrante se había resistido porque el domingo se cumplían 40 días desde que se dictó su orden de expulsión, y creía que, si conseguía permanecer en España hasta ese momento, ya no podría ser deportado. Según este inmigrante, que está también a la espera de ser expulsado, cinco agentes rodearon a Osamuyia el pasado miércoles y le golpearon hasta hacerle sangrar con la intención de reducirle para trasladarle al aeropuerto, pero ante la resistencia del ciudadano nigeriano decidieron aplazar su expulsión hasta el sábado.
Tras el aterrizaje del Airbus con dirección a Lagos en Alicante el pasado sábado, Iberia tuvo que habilitar otro avión para que los pasajeros pudieran continuar el vuelo a Nigeria. La aeronave debió permanecer en el aeropuerto de Alicante a la espera de que el juez de guardia procediera al levantamiento del cadáver, informa Efe. Ésta es la primera vez que se produce una muerte de un inmigrante sin papeles en un avión durante su expulsión de España.
Habitualmente, los sin papeles que son deportados a otros países por vía aérea son trasladados hasta el avión atados con una especie de esposas de plástico, que se ajustan con nudos corredizos. Después de despegar, si no muestran signos de violencia, se les permite hacer el viaje sin ir atados. Cada inmigrante debe ir acompañado, teóricamente, por dos agentes de la policía durante el traslado.