Una mujer de 81 años de edad falleció en la madrugada de este pasado miércoles mientras esperaba a ser atendida en el servicio de Urgencias del Hospital General de Vigo, según han confirmado a Europa Press fuentes del Servicio Gallego de salud (Sergas). Las mismas fuentes han explicado que «se ha abierto una investigación interna» […]
Una mujer de 81 años de edad falleció en la madrugada de este pasado miércoles mientras esperaba a ser atendida en el servicio de Urgencias del Hospital General de Vigo, según han confirmado a Europa Press fuentes del Servicio Gallego de salud (Sergas).
Las mismas fuentes han explicado que «se ha abierto una investigación interna» para conocer las circunstancias del fallecimiento, el tiempo que tuvo que esperar y cuál era la situación clínica de la mujer cuando llegó a este servicio.
Trabajadores del hospital consultados por Europa Press han señalado que, en principio, «no parece que se produjese una mala praxis», ya que la mujer pasó «el primer filtro» al llegar a Urgencias, es decir, fue valorada por un médico y, en función de lo observado y de lo que la propia paciente refería, se consideró que podría pasar a la sala de espera hasta que pudiera ser atendida en un box.
Además, la mujer presentaba una patología cardíaca previa, por lo que esas mismas fuentes han apuntado que, «podría haber sido atendida antes» y que se hubiera producido el mismo desenlace posteriormente. «La desgracia, lo triste, es que se murió sin haber entrado siquiera en un box», han lamentado.
COLAPSO EN URGENCIAS
Desde el pasado lunes, el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo ha tenido que recurrir a medidas excepcionales, como la derivación de pacientes a otros centros –incluso a una clínica privada– o el ingreso en otras áreas del Hospital General, debido al colapso en el servicio de urgencias, con «picos de actividad» que han llegado a los 630 pacientes, cuando la media es de unos 509 en esta época.
Aunque a última hora de la tarde del martes se dio por «estabilizada» la situación con la adopción de esas medidas, el Sergas ha advertido de que se mantiene el dispositivo de derivaciones por si volviese a aumentar la actividad y fuera necesario.
Fuentes sindicales han denunciado la escasez de personal en el hospital, que relacionan con la política de recortes de la Administración, y han apuntado que «hay bajas que no se cubren», entre ellas, la de un médico internista de Urgencias.
Asimismo, tras la situación de colapso de los últimos días, han reclamado que, al igual que se ha hecho en otras ocasiones de gran afluencia de pacientes, se habilite un anexo que anteriormente se utilizaba como sala de reanimación. Con ese espacio, el servicio de Urgencias ganaría seis camas.