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Felipe, esa boquita…

Fuentes: Rebelión

«Por consiguiente, créanme cuando les digo que les miento …» Esta frase, aparentemente absurda, la acuñó mi hija mayor hace más de 20 años, y la recitaba enfáticamente imitando a la perfección el acento del entonces presidente, Felipe González. Yo pensaba para mis adentros qué agudeza política tiene esta hija mía, y qué mala leche […]


«Por consiguiente, créanme cuando les digo que les miento …» Esta frase, aparentemente absurda, la acuñó mi hija mayor hace más de 20 años, y la recitaba enfáticamente imitando a la perfección el acento del entonces presidente, Felipe González. Yo pensaba para mis adentros qué agudeza política tiene esta hija mía, y qué mala leche al retratar al personaje de un modo tan estrambótico como certero.

Viene esta disgresión a cuento porque Felipe González, Felipe en lo sucesivo, nos la acaba de liar de nuevo hace un par días.

Fue en un acto público, no recuerdo dónde ni a cuento de qué, pero lo más probable es que su presencia fuera ampliamente retribuida dado el caché de Felipe, camino del de Alejandro Sanz… A preguntas de periodistas, originales ellos, Felipe declaró con ese énfasis en forma y fondo que mi hija imitaba tan bien, que está absolutamente convencido de que Pujol no es un corrupto; que lo que ha hecho responde a otras causas, como amparar a los suyos, pero que no es un corrupto, insistió.

En este océano de tinta y de deshonor -y de mierda, con perdón- en el que se está convirtiendo el «caso Pujol», la declaración de Felipe es la más sorprendente de cuantas he oído, la más flipante al menos. Teniendo en cuenta que Pujol se ha autoinculpado como evasor y corrupto, la exculpación de Felipe resulta entre cómica y patética.

¿Por qué lo has vuelto a hacer, Felipe, presidente?. Probablemente por alguna de las siguientes razones o por todas ellas a la vez:

… Por afán de notoriedad a toda costa. Cuando se vive a las alturas y al nivel de encumbramiento que vive Felipe, imagino que se produce un cierto síndrome, el de impactar como sea cada vez que se abre la boca en público porque, de no hacerlo, peligra tu caché mediático, político y crematístico.

… Por esa pose tonta de «hombre de Estado», consistente en estar siempre al lado de los poderosos sin importar el pelaje y ralea de los mismos. Felipe, desde que tocó el pelo del poder, real y/o aparente, cultiva esa concepción y esa praxis de «hombre de Estado». Tal vez fue por eso que, cuando Italia en los 90 amenazaba con desintegrarse a causa de la corrupción generalizada -¿les suena hoy y aquí?-, Felipe presidente exculpó de infinidad de delitos de corrupción e intrigas a personajes tan siniestros como Giulio Andreotti y Bettino Craxi, ambos plácidamente fallecidos. La foto del primero acercando sus labios a los de Totó Riina, «il capo de i capi», circulaba profusamente por Italia, salvo en los periódicos y en la televisión. El segundo huyó a Tunez perseguido por la policía y la justicia italiana; allí murió amenazando con hablar, y de paso murió con él el histórico y heroico Partido Socialista Italiano, del que Craxi era líder «en el exilio…»

… O quizás ha sido por aquello de «hoy por ti mañana por mí, Jordi». No quiero ni pensarlo. Pero el río de la fortuna, patrimonio, propiedades, conexiones, influencias, de Felipe, es tan ruidoso, tan vistoso, como para que no lleve agua… Inisisto, no quiero ni pensar que Felipe haya exculpado al confeso delincuente Pujol por aquello de que «lobo no muerde a lobo». No obstante, sí afirmo con rotundidad que detrás de grandes fortunas no hay nunca ni moralidad, ni legalidad siquiera las más de las veces. Es algo que me enseñó mi padre siendo yo muy chico y que la vida me ha ido confirmando.

En todo caso, estos excesos verbales de Felipe vienen haciendo mucho daño al PSOE, un partido ampliamente centenario, que tuvo por muchos años el perfil mimético de su ingenioso líder, Felipe, y que se esfuerza ahora por salir del hoyo en forma digna y solvente. Y yo apuesto porque así sea en beneficio de impulsos positivos para nuestra sociedad, y en especial para aquellos conciudadanos mas injustamente maltratados, y para nuestro país.

Ese esfuerzo, que yo considero sincero, por sacar al PSOE del hoyo lo lidera desde hace un rato un muchacho joven, inmaculado, voluntarioso, que debió jurar en arameo cuando se enteró en Italia de que Felipe -su ídolo de cabecera- exculpaba a Pujol del confeso delito de evasión y corrupción… El líder del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE), y buen colega, Miquel Iceta, a causa de la dulzura de Felipe con Pujol, debió gozar esa suave sensación de encajar una patada en toda la boca del estómago…

Pero, de Pedro Sánchez y de lo que hizo en Italia escribiré otro día porque me regañan a cuenta de que mis artículos son muy largos.

Por cierto, esto es un sinvivir; que acabe esta ansiedad; que su silencio no nos mortifique más … Que Alfonso Guerra diga algo cuanto antes sobre el «caso Pujol» y algo sobre lo dicho por Felipe sobre el «caso Pujol». Lo digo muy en serio; yo lo necesito y me temo que el PSOE mucho más que yo. Siempre y cuando sea una declaración del Guerra más luminoso.

Manuel Zaguirre. Exsecretario General de la USO

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.