Recomiendo:
0

Fidel presente, ahora y siempre

Fuentes: Rebelión

Fidel ha renunciado a la posibilidad de ser elegido una vez más como Presidente del Consejo de Estado y de Ministros así como al cargo de Comandante en Jefe. Lo expresó en un mensaje enviado al pueblo cubano el 18 de febrero de 2008: «A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de […]

Fidel ha renunciado a la posibilidad de ser elegido una vez más como Presidente del Consejo de Estado y de Ministros así como al cargo de Comandante en Jefe. Lo expresó en un mensaje enviado al pueblo cubano el 18 de febrero de 2008:
«A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución, les comunico que no aspiraré ni aceptaré- repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe».

La razón que conllevó a Fidel a tomar esta determinación tiene que ver con el quebranto de su salud, producto de una enfermedad que estuvo a punto de conducirle a la muerte, lo cual lo ha limitado físicamente.

Considero, personalmente, que la decisión ha sido acertada. Lo importante no es el cargo que Fidel ocupe, sino que él se recupere totalmente, lo cual nos permitirá contar con sus ideas y reflexiones que se constituyen en una guía necesaria para los pueblos en la lucha por el socialismo.

Jamás ha sido el objetivo de Fidel el ocupar cargo o puesto administrativo alguno con el propósito individualista y egoísta de mandar sobre los otros, sobre el pueblo. Tampoco ha sido su intención el querer en forma vanidosa construir una imagen suya a partir de un determinado liderazgo que lo convierta en un héroe o en un hombre de gloria para la posteridad, para la historia.

En entrevista concedida en el año 1992 al Comandante de la Revolución Sandinista, Tomás Borge, Fidel dijo:
«Creo que me faltaría expresarte una cuestión que forma parte de mi pensamiento, de mi idiosincrasia personal. Considero que un revolucionario, un luchador que está envuelto en la esfera de la política, en la esfera de una revolución, no puede pensar ni en la gloria ni en la historia; albergo sobre eso la más profunda convicción».

Fidel señaló además:

«Una de las razones por las que yo fui martiano y una de las frases más bellas que en mi vida leí de Martí -y he leído muchas frases bellas de Martí y me han causado un infinito placer muchos de los pensamientos martianos- fue una frase que decía: Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz ¡Qué pensamiento tan clarividente, qué humildad, qué modestia! Eso es lo que tenía Martí. Tú no ves nunca a Martí hablar de su proyección histórica, ni de su imagen histórica. Tú lo ves consagrado a la obra de la Revolución, al pensamiento de la Revolución».

Escribí hace algún tiempo un ensayo dedicado a Fidel que titulé: «El más sobresaliente discípulo de Martí». Los hechos objetivos, la realidad concreta así lo ha demostrado.

Fue el Che, con su profunda capacidad de análisis, quien vio en Fidel al conductor, al revolucionario, al brillante estadista a quien se enorgullecía de haberle seguido sin vacilaciones y de haberse identificado con su manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.

Para Fidel, las nominaciones y los cargos formales no son los que condicionan el papel que cada hombre o mujer deben cumplir en un proceso revolucionario.

Como señala Iñaki Gil de San Vicente:

«Un revolucionario ha de estar preparado para cumplir las tareas más diferentes y hasta desconocidas. Es la práctica, con la ayuda de la teoría y de la organización, la que enseña, la que «gradúa». No es el capricho subjetivo e individualista el que decide qué tarea cumplir, sino las necesidades de la lucha, las urgencias muchas veces, pero siempre buscando la orientación estratégica del proceso. Respondiendo a una dialéctica entre las necesidades de la lucha revolucionaria y el desarrollo teórico creativo en su esfera relativamente autónoma, el marxismo ha desarrollado una concepción integral de la praxis en la que la persona militante tiende conscientemente a multiplicar sus aptitudes de trabajo, sus capacidades optativas, su formación multidisciplinar, su versatilidad y adaptabilidad de modo que, sólo con pequeñas dificultades de acoplamiento, puede pasar de una tarea a otra».

En las circunstancias actuales, Fidel ejerce otro tipo de liderazgo. Este se expresa a través de su lucha incesante porque los pueblos se conciencien de la realidad que la humanidad vive bajo el dominio del sistema capitalista y la necesidad de luchar por la construcción de una sociedad más justa y más humana.

Las reflexiones escritas por Fidel son un instrumento valioso para el análisis, para la comprensión de los problemas actuales; pero sobre todo son un arma valiosa para luchar, como señalara Marx, por la transformación del mundo en el que vivimos.

Estamos conscientes que esta nueva contribución hecha por Fidel nos nutrirá de los elementos teóricos indispensables para lograr este objetivo revolucionario.

Fidel, con la lucidez mental que siempre lo ha caracterizado, ha denunciado la voracidad del capitalismo que, encabezado por el imperialismo yanqui, es el causante de la destrucción del medio ambiente, de la agresión bélica contra los pueblos del mundo, de la pobreza, del hambre, de la alienación de las mentes de las personas a través de los medios de incomunicación que difunden cosas banales para fomentar el consumismo por medio de la publicidad, etc.

Para Fidel esto no es una cuestión puramente escolástica, de carácter académico. Se trata de una batalla importante para hacerle frente precisamente a ese sistema explotador porque, como dijo Marx, «también la teoría se convierte en arma material, una vez que prende en las masas. La teoría es capaz de prender en las masas, en cuanto demuestra ad hominem; y demuestra ad hominem, en cuanto se radicaliza. Ser radical es tomar las cosas de raíz. Y para el hombre la raíz es el mismo hombre». Las ideas son armas de combate para derrotar al enemigo. Martí expresó: «De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace, ganémosela a pensamiento».

El liderazgo de Fidel también esta dado por su constante ejemplo. Fidel es la expresión del «hombre nuevo» del que habló el Che: inclaudicable e incorruptible; trabajador incansable, incluso en medio de las serias dificultades provocadas por la enfermedad que lo aquejó; investigador y estudioso permanente de la realidad; lector incesante, etc.

Hoy estamos tristes porque no vamos a poder contar con la presencia física de Fidel en distintas actividades como en los congresos sobre diferentes temáticas donde él siempre participó activamente, en las tribunas abiertas, en los primeros de mayo organizados en la Plaza de la Revolución, en los escenarios a nivel mundial donde con su capacidad pedagógica nos instruyó con sus enseñanzas a la vez que desenmascaraba la política criminal del imperialismo estadounidense y sus socios europeos, escenarios donde siempre Fidel fue recibido con entusiasmo, amor y cariño por los pueblos que luchan por la construcción de un mundo mejor. Eso nos hará falta. Y creo que también a Fidel.

En este nuevo campo de batalla estaremos contigo Comandante en Jefe. No te defraudaremos. Vigilantes, siempre críticos, como nos enseñaste a lo largo de estos años, del camino que elijamos en este hermoso proceso, pero difícil a la vez, de construir la sociedad socialista.

«El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.»

Nuestra obligación está en estudiar la realidad en su constante movimiento para así evitar tergiversaciones, desvíos que pretenden ser utilizados por los oportunistas, los burócratas, los reformistas y los cobardes quintacolumnistas, aliados del imperio.

Esa es la tarea urgente que tenemos. Ser críticos y autocríticos. Solo de esta manera podremos construir en forma efectiva el socialismo, lucha a través de la cual lograremos en forma efectiva la libertad y la derrota de la barbarie.
Querido Comandante, amigo, maestro, padre, hermano ¡Ordene! que nosotros estaremos siempre dispuestos a combatir bajo tu guía.

¡Patria o muerte venceremos!