Ante la celebración del 95 natalicio de Fidel
El proceso revolucionario tiene una larga experiencia de más de sesenta años en una lucha frontal contra sus enemigos internos y externos. En este lapso histórico este enfrentamiento contra la Revolución ha estado liderado por la acción intervencionista de los Estados Unidos, cuyos gobiernos, a través de públicos y secretos planes y estrategias, han asumido la dirección de la contrarrevolución a nivel nacional e internacional.
Durante el mandato de Trump se extremaron las medidas genocidas contra Cuba en medio de la epidemia de la Covid-19. Y también bajo Biden, se han diseñado estrategias comunicacionales a través de las redes sociales y los órganos de prensa tradicionales, orquestados a nivel internacional, en un verdadero zafarrancho de los reaccionarios para subvertir el orden pacífico cubano, teniendo como aliados a una minoría interna mercenaria y vendepatria. Esto originó el 11 de julio algunas escaramuzas que el pueblo y el gobierno revolucionario supieron derrotar.
Ante la proximidad de la celebración del 95 natalicio de Fidel, 13 de agosto, es importante resaltar sus ideas sobre esta lucha entre la revolución y la contrarrevolución cuando ya desde el mismo triunfo de la Revolución en 1959 estaban definidos los campos en el entonces presente y el futuro. El hoy es una copia al carbón del ayer.
Estas ideas del discurso de Fidel del 27 de noviembre de 1959 conservan su vigencia y han demostrado en la práctica que eran garantía del triunfo frente a la ralea mercenaria y yanqui maníaca de la contrarrevolución:
*Los que crean que una revolución es tarea fácil, los que crean que una revolución es camino fácil, los que quieran engañarse, pueden dejar de comprender lo que este minuto significa para Cuba y pueden dejar de ver la celada que nos están haciendo, la trampa que nos están haciendo, las redes que están tejiendo para tratar de perdernos.
*… y aquí todo el mundo sabe lo que pasaría si la Revolución fuera aplastada; todo el mundo sabe lo que les pasaría a los estudiantes y a las milicias estudiantiles, por ejemplo. Todo el mundo sabe lo que les ocurriría a todos los ministros, a todos los revolucionarios, a todos los líderes obreros, a todos los líderes campesinos. Todo el mundo sabe lo que le ocurriría al pueblo… (EXCLAMACIONES).
*Es evidente que la Revolución, los hombres de la Revolución, se juegan la vida. Y que si la Revolución un día fuera aplastada por asociación de intereses nacionales e internacionales, por participación de fuerzas extranjeras contra el país, todo el mundo sabe qué ocurriría con los revolucionarios, como todo el mundo sabe que todos estos señores que nos están atacando posarían en plan de héroes para los contrarrevolucionarios.
*Y siguen esa política. La noticia siempre presentándola como les conviene, siempre desfigurándola, siempre tratando de hacer daño, como si tuvieran derecho a hacerle daño a la patria en sus momentos de lucha y en el momento en que se enfrenta contra todo género de enemigos externos. Esa es la tarea a la que se dedican. Y es bueno que el pueblo la comprenda, como sería bueno que ellos comprendieran también que están en un error, que están dando pasos equivocados, que sus campañas confusionistas, queriendo ponernos etiquetas determinadas, solo pueden conducir a que el país se pueda ver envuelto en convulsiones, donde por cierto la peor parte la van a llevar los privilegiados que se atrevan a enfrentarse al pueblo
*Creo, además, que mientras más generosos hayamos sido nosotros, mientras más pacientes seamos nosotros, más derecho tendremos a adoptar las medidas que sean necesarias cuando el caso las requiera (APLAUSOS). Preferible el gobernante que no haga uso de la atribución y de los recursos con que cuenta para combatir a los enemigos de la Revolución; es decir, preferible el gobernante que no se excede, aunque el pueblo le pida que aplique medidas severas, al gobernante que se excede sin que el pueblo se lo pida… Es decir, preferimos pecar por defecto que pecar por exceso. Y yo sé que ese sentimiento lo comprende el pueblo, porque el pueblo sabe que los hombres en la situación nuestra tienen que ser muy serenos y muy ecuánimes, porque cuanta más confianza nos haya otorgado el pueblo, cuanto más poder y fuerza haya puesto en manos del Gobierno Revolucionario, más medido y cuidadoso tiene que ser el gobierno del uso que haga de esas atribuciones.
*… porque soy cubano, mi idiosincrasia es la idiosincrasia del cubano, y tengo una función de máxima responsabilidad que debo ejercerla para satisfacción de todos los cubanos, que sepan que nosotros no somos partidarios de excedernos, que nosotros estamos revestidos de toda la calma y de toda la serenidad que las circunstancias requieran, y que a nadie le debe quedar dudas de que el día que la Revolución requiera las medidas más severas, el día que la defensa de la Revolución las requiera, el día que los enemigos de nuestra Revolución hayan llevado tan lejos sus planes o hayan tirado tanto de la cuerda que la cuerda se rompa, ¡ese día el Gobierno Revolucionario aplicará las medidas que sean necesarias! (APLAUSOS)
*Preparémonos por si nos atacan. Y cuando nos declaren guerra abierta o nos ataquen, vengan las pandillas esas, o venga quien venga, entonces arreglaremos cuentas con los invasores.
*Recuerden bien que todo lo que hayamos sabido tener de calma y de paciencia frente a las provocaciones, será de fuerza moral si llega cualquier día la necesidad de rendir cuentas como consecuencia de la conducta de estos señores.
*Aquí, aquí tenemos una larga serie de jefes para ponerlos ahí uno detrás de otro sin problema (APLAUSOS), lo que en esos casos el pueblo tiene que mantenerse muy unido, siempre respaldando. Lo que importa es que todos respalden al líder, sea quien sea. ¿Comprenden? (APLAUSOS)
*Tenemos un largo trecho por delante, es bueno saber que contamos con reservas. Tenemos una larga lucha por delante, y es bueno saber que esa lucha no depende de hombres sino de pueblo. Así que para tranquilidad de ustedes y de nosotros, todo lo que importa es la perdurabilidad no de los hombres, sino de la obra revolucionaria que hemos empezado. Y que el pueblo es eterno, porque el pueblo sí perdura. Los hombres pasan, pero los pueblos perduran. ¡Que perdure la obra con el pueblo!
*En la medida en que la Revolución se haga conciencia en la mente de cada ciudadano, la Revolución será más fuerte y más invencible. Nuestro deber es crear conciencia. Mientras más conciencia creemos en nuestros compatriotas, más fuerte será la Revolución y menos necesidad tendremos de usar medidas drásticas. Porque la intriga vale tanto cuanto sea capaz de confundir; las campañas contrarrevolucionarias importan tanto cuanto sean capaces de confundir y desorientar. Y mientras mayor sea la conciencia del pueblo, menos vale una mentira. ¡Qué importan las mentiras que escriban, si el pueblo no les presta atención, si el pueblo ni las lee siquiera!
*Ese es nuestro principio: todo lo que la Revolución realice, tiene que ser realidad primero en la conciencia del pueblo. Eso es lo verdaderamente democrático, ya que esta es una Revolución de mayorías, y por eso es una revolución democrática. Nosotros llamamos democracia a lo que es en esencia democrático: una revolución de mayorías, y una revolución donde todo lo que hace nada lo impone, sino que lo hace realidad primero en la conciencia de los ciudadanos; y, cuando es realidad en la conciencia de los ciudadanos, se vuelve ley, se vuelve medida revolucionaria, y el pueblo mayoritariamente lo respalda.
*Naturalmente, esos señores no pueden entender la Revolución. Están incapacitados de comprenderla. Buscan aliados fuera, tratan de buscar incluso al extranjero para que agreda a la patria y sus intereses. Y frente a una Revolución que no ha hecho sino defender lo cubano, los intereses de la nación, vienen los intereses de los extranjerizantes, los intereses de los defensores de los monopolios extranjeros, de las compañías extranjeras, de los trusts extranjeros y de las consignas extranjeras; vienen los extranjerizantes a idear todos los medios de traer al extranjero a la patria, de mover los intereses del extranjero, la prensa del extranjero, las campañas monopolizadoras de noticias del extranjero contra la Revolución.
*¡Porque cada cubano y cada cubana debe saber que donde la Revolución debe ser fuerte es no solo en la simpatía, no solo en la emoción, sino sobre todo en la conciencia de cada cubano!