La Madrid de su presidenta, Esperanza Aguirre, vuelve a convertirse en escenario de una nueva operación publicitaria contra Cuba que agrupa, en singular amalgama, a conocidos elementos terroristas, fracasados aspirantes presidenciales, efímeros gobernantes y figuras de los polos más opuestos de los partidos políticos españoles. La llamativa combinación se producirá en un autotitulado V Foro […]
La Madrid de su presidenta, Esperanza Aguirre, vuelve a convertirse en escenario de una nueva operación publicitaria contra Cuba que agrupa, en singular amalgama, a conocidos elementos terroristas, fracasados aspirantes presidenciales, efímeros gobernantes y figuras de los polos más opuestos de los partidos políticos españoles.
La llamativa combinación se producirá en un autotitulado V Foro Atlántico, auspiciado por las derechistas fundaciones Iberoamérica-Europa e Internacional para la Libertad, con el apoyo del gobierno de la Comunidad de Madrid y de otros grupos participantes en el negocio de la propaganda anticubana.
La lista de ingredientes contiene al comprobado terrorista Carlos Alberto Montaner, quien perteneció, como lo confirmó en su tiempo el periódico The New York Times, a las llamadas Unidades Militares Cubanas del Ejército de Estados Unidos, organizadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a principios de la década de 1960.
Ese criminal, estrechamente vinculado a la Fundación Nacional Cubano-Americana y a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, esta última dirigida por el ex presidente español José María Aznar, tiene un amplio historial de actividades subversivas contra Cuba y su nombre forma parte de una lista de periodistas de Miami que alquilan su pluma al Office of Cuba Broadcasting, eje de la desinformación en torno a la isla del Caribe.
Montaner se codeará en el foro de Madrid con el escritor y fracasado aspirante presidencial peruano Mario Vargas Llosa, titular de la denominada Fundación Internacional para la Libertad, considerada otra fachada de la CIA y de la cual recibe jugosos recursos.
Se trata de una agrupación integrada por elementos vinculados a instituciones norteamericanas de la derecha fundamentalista, como el Cato Institute, la Heritage Foundation, el Manhattan Institute y el Atlas Research Foundation.
Otro invitado al show madrileño es el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, quien gobernó sólo por un año gracias a que su antecesor Hugo Bánzer le traspasó el mando cuando tuvo que renunciar por motivos de salud.
Quiroga no pudo superar la prueba de las urnas en 2005 al conseguir un exiguo 28 por ciento de los votos y perdió las elecciones frente al líder indigenista y sindical Evo Morales que obtuvo casi el 54 por ciento de los sufragios.
A todos esos personajes -y otros de la conocida orquesta de «cubanos exiliados o disidentes» que residen cómodamente en Madrid y otras capitales de la vieja Europa- se unen también figuras de la política nacional española en una mezcla que sería intrascendente si no incluyera a la diputada y secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano.
Es la misma persona que desde su cargo partidista tuvo que defender la política oficial para eliminar las sanciones de la Unión Europea contra Cuba, pero que también hace menos de dos semanas declaró, a su regreso de Estados Unidos, que «somos (España) un país amigo y aliado de los Estados Unidos y hemos de estrechar esos lazos desde el diálogo franco entre países soberanos que comparten múltiples objetivos».
Para algunos analistas, la participación del PSOE y de uno de sus dirigentes de alto nivel en la reunión anticubana demuestra que las diferencias con el PP en política exterior no son más que tácticas, porque en realidad todos tienen el mismo objetivo, ansias e intereses: echar las garras imperialistas al pueblo cubano.
Antes de Valenciano estuvieron por el país norteamericano el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, y el secretario de Estado de la cancillería, Ángel Lossada.
A su regreso a Madrid, Moratinos declaro ante el Senado español que las relaciones entre Madrid y Washington marchan felizmente y con contactos en todos los campos, y no olvidó puntualizar que el año pasado España fue el cuarto inversor mundial en Estados Unidos, por detrás de Reino Unido, Alemania y Países Bajos.
En tanto, Lossada aseguró que los vínculos con Washington se acentuarán tanto con un gobierno republicano de John McCain como con uno demócrata de Barack Obama.
«La cooperación está llamada a intensificarse, sea cual sea la administración que haya», aseguró el recién estrenado secretario de Estado, quien tuvo como interlocutores a John Negroponte y Thomas Shannon, dos personajes muy bien conocidos por sus posturas anticubanas.
Y la lista de viajeros continuará en agosto venidero cuando el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, viaje a Denver para asistir a la Convención Nacional Demócrata que hará oficial la designación de Obama como candidato demócrata a la Casa Blanca.
¿Coincidencias? …