“En un universo en el que todos buscan el rostro de la verdad debajo de la máscara, la mejor manera de descarriarlos es llevar puesta la máscara de la verdad”. Slavoj Zizek
“Es la única que pasea a la noche en pleno día. Y desde entonces, se salió de la fila, arrebató su antorcha y mostró sus dientes”. Fernando Maclanil
Algo entusiasmador ocurre en Colombia. Es la primera vez -en mucho tiempo- que “los de arriba” están asustados con la voz de alguien “de abajo” que habla por “los nadies”. Tal vez desde los tiempos de Gaitán no ocurría ese fenómeno. Aunque ahora es más dramático dado que Francia Márquez, quien es esa voz, en realidad no tiene otro poder más que el de ser ella misma.
Francia y los nadie
La irrupción de Francia Márquez en la política colombiana ha sido una verdadera “bomba”. Lo es, porque nadie se lo esperaba. Poco a poco, en los debates de campaña y entrevistas con los medios de comunicación, la fueron reconociendo. Su acento caucano, sus “otras” expresiones (“los nadie”, “las mayoras”, etc.) y la inteligencia y firmeza al responder, llamaron la atención y generaron simpatía.
Además, es una mujer en un país machista; negra en una sociedad racista; campesina y minera en un sistema excluyente y depredador; víctima del conflicto armado en un régimen guerrerista; madre cabeza de familia en un Estado que desconoce y no cuida a las gentes humildes y trabajadoras; y luchadora ambientalista en un país que asesina a diario a sus líderes sociales.
Francia se formó como lideresa social a partir de sus experiencias familiares y comunitarias en Suárez, un municipio del Cauca (Colombia). Afinó sus cualidades enfrentando los megaproyectos minero-energéticos depredadores como la represa de la Salvajina (hidroeléctrica) y la gran minería legal e ilegal, que arrasa con las formas de vida que han construido sus pueblos ancestrales.
Existe bastante información sobre su vida y pasado reciente. Seguramente no conocemos lo suficiente sobre los valores éticos y humanos que recibió de su familia y comunidad. Estudió la carrera de Derecho en Cali con mucho sacrificio y esfuerzo, siendo ya parte de un proceso de organización comunitaria. En la actualidad impulsa el movimiento “SoyPorqueSomos”.
Ha popularizado el concepto de “Vivir Sabroso” que es similar al “Buen Vivir” de los indígenas. Se trata de no negar los deseos y disfrutar con alegría de lo que somos; de transformar el mundo ahora y ya; de no separar lo pequeño de lo grande; de dejar de correr detrás de la ilusión de la riqueza cuando estamos en medio de ella. “Vivir sabroso” es vivir sin miedo; es pensar y actuar juntos. Es una filosofía que está por concretarse en un mundo súper-acelerado, triste, insípido y soso.
Francia y la política actual
La irrupción de Francia (y lo que ella representa) en la política colombiana se puede asimilar a la aparición del M19 en 1970. En esa época, dicho movimiento fue expresión de un sector de las clases medias citadinas que impactó en toda la Nación. También, es comparable con la incursión del movimiento indígena en los años 80-90s del siglo pasado (XX), con ocasión de las luchas por la tierra, culturas, lenguas y costumbres, y su aporte en la Asamblea Constituyente.
Es importante recordar que los trabajadores colombianos asalariados habían irrumpido en la política en los años 20 y 30 del siglo XX, pero no lograron construir una identidad política propia. Igual los campesinos desde 1936. Sus luchas fueron canalizadas por los partidos tradicionales y no pasaron de la lucha gremialista y economista (sin visión propia, sin proyecto de largo aliento).
Ahora, Francia Márquez ha llegado hablando de “los nadie”, “los invisibles” y “los ninguneados”. Con un nuevo lenguaje y una estética de ruptura con el establecimiento clasista, racista, patriarcal y excluyente, esta mujer ha logrado desencadenar una nueva mística y un enorme entusiasmo entre amplios sectores del pueblo que no se siente representado por nadie.
Ese pueblo que en las estadísticas aparece como los “informales”, desempleados, marginados y “sin datos”, es el que empieza a tener consciencia de sí mismo cuando escucha a Francia. Se ve y se siente interpretado e interpelado por ella. Y ella los menciona a todos, todas y todes; negros, indios y mestizos; mujeres, jóvenes y diversos; los sin empleo y sin vivienda digna. “Los nadie”.
Y por ello, el movimiento que ella representa es realmente “algo nuevo” que está por desarrollarse. Es una expresión viva y concreta del estallido social que recientemente vivió nuestro país.
Diferencias visibles
Francia Márquez llegó al Pacto Histórico en un momento oportuno, inyectó mística y entusiasmo en sus filas y marcó algunas diferencias que señalamos en forma sintética:
– Francia es parte de un movimiento étnico (afro) pero su discurso es social y amplio.
– Su visión y acción enfrenta al sistema, al modelo y al régimen, y no solo a un gobierno.
– Unifica diversas causas que otros “sectorizan” (clase, etnia, mujer, víctimas, jóvenes, etc.).
– Participa en la política electoral pero no se deja imponer prácticas y cálculos electorales.
– Utiliza un lenguaje popular y directo pero envía mensajes con profundidad ética y filosófica.
– Convoca a organizarse a todo nivel para transformar la sociedad y no solo a las instituciones.
La acción de Francia se ha podido potenciar y visibilizar porque -a diferencia de anteriores procesos- en la actualidad existe un entorno político de carácter nacional y global (con el tema del cambio climático) que es fruto de un camino recorrido que se ha concretado en el Pacto Histórico.
En ese sentido, Gustavo Petro ha sido determinante en ese proceso porque ha ayudado a unificar a casi toda la izquierda y progresismos y se han podido agrupar una serie de fuerzas no solo políticas sino de movimientos y organizaciones sociales, experiencia que supera lo ocurrido en el pasado.
Expectativas hacia el futuro
En cuanto a las expectativas se pueden plantear algunas ideas a la espera de que:
1. Francia sea bien aprovechada en lo que resta de la campaña electoral y en el fortalecimiento del Pacto Histórico. Tal parece que la dinámica de los acuerdos políticos con “fuerzas tradicionales” no ha podido compaginarse plenamente con la tarea de seguir buscando el apoyo de “los de abajo” con decisión y transparencia.
2. Lo que representa Francia hacia el futuro, o sea, un verdadero rompimiento y deslinde con las prácticas políticas tradicionales, logre consolidarse en Colombia. Ello incluye muchas de las actitudes de nuestras “izquierdas” y fuerzas alternativas que han venido siendo influenciadas por la tradición clientelar y el burocratismo cuando se llega a instancias de gobierno.
3. Que las ideas, prácticas y comportamientos políticos de Francia, que han mostrado un enfoque diferente (diverso, plebeyo y firme), una ética exigente (viva y presente) y una estética retadora (colorida, alegre, de ruptura, sin complejos), logren cuajar en procesos de organización popular que enfrenten -en verdad- las causas estructurales que hoy conducen a la humanidad a la hecatombe ambiental y a la extinción como especie. Se requiere una actitud “antisistémica”.
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