El secretario general del PCE, Francisco Frutos, denunció anoche la política «de raíz conservadora, de derechas» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la vez que criticó que defienda «el superávit» económico mientras «existe un profundo déficit social», que según él se manifiesta en la precariedad de salarios, vivienda, educación o en la […]
El secretario general del PCE, Francisco Frutos, denunció anoche la política «de raíz conservadora, de derechas» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la vez que criticó que defienda «el superávit» económico mientras «existe un profundo déficit social», que según él se manifiesta en la precariedad de salarios, vivienda, educación o en la falta de seguridad en el trabajo. En un discurso pronunciado con motivo de las fiestas anuales del PCE, el líder aseguró que su partido «no puede apoyar la política central del Gobierno» en decisiones como la de «mantener y ampliar carencias graves» en la educación y sanidad públicas, en la privatización de los servicios públicos, en economía, fiscalidad, o en materia laboral.
El secretario general del PCE, Francisco Frutos, denunció anoche la política «de raíz conservadora, de derechas» del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la vez que criticó que defienda «el superávit» económico mientras «existe un profundo déficit social», que según él se manifiesta en la precariedad de salarios, vivienda, educación o en la falta de seguridad en el trabajo.
En un discurso pronunciado con motivo de las fiestas anuales del PCE, el líder aseguró que su partido «no puede apoyar la política central del Gobierno» en decisiones como la de «mantener y ampliar carencias graves» en la educación y sanidad públicas, en la privatización de los servicios públicos, en economía, fiscalidad, o en materia laboral.
Sin embargo, manifestó el apoyo del PCE a los «elementos positivos y democráticos» del Gobierno de Rodríguez Zapatero, tales como la retirada de las tropas de Irak o la presencia militar española en el Líbano «con condiciones claras».
También denunció la especulación sobre el suelo y la vivienda, que, según dijo, es la «consecuencia de un tipo de crecimiento fundamentado en la construcción y en la especulación financiera como eje de la economía». Se trata, en su opinión, de «un crecimiento enfermizo que mañana puede pasarnos factura, aunque ahora nos convierte a todos en especuladores de la concentración urbanística mientras se desertizan zonas cada vez más amplías del país».
El líder del Partido Comunista también se refirió a las «migraciones masivas y caóticas», que son «manipuladas por mafias criminales que utilizan la miseria y las necesidades de la gente para enriquecerse a sí mismas y facilitar un ejército de reserva barato al capital».
Por ello, abogó por el desarrollo de los países empobrecidos y por la construcción de una sociedad «equilibrada y justa» en España y en los países subdesarrollados. «No es una opción de buena voluntad, es una necesidad objetiva», sentenció.
MULTINACIONALES ESPAÑOLAS CONSPIRADORAS
El secretario general del PCE criticó que el Gobierno «aliente o tolere» a las multinacionales españolas que «están financiando la conspiración contra Evo Morales, contra Ollanta Humala o contra Hugo Chávez». Frutos calificó estas actitudes como «prácticas mafiosas del capitalismo internacional», entre el cual se encuentra también, según él, el sistema económico español.
En su opinión, las elecciones en Perú o en México demuestran que las «fuerzas del capital y sus mariachis», lideradas por Estados Unidos, «están dispuestas a hacer lo que sea para evitar un cambio, por moderado que sea», utilizando para ello «el terrorismo o el dinero».
Frutos también denunció la actitud de la Unión Europea y de España al conflicto bélico en el Líbano, que consideró un «nuevo crimen de guerra perpetrado» por Israel. Así, criticó que los países europeos no hayan presionado al país hebreo, «ni piensen hacerlo», suspendiendo el acuerdo de asociación UE-Israel.
Las acciones de Israel son, según él, manifestaciones de un «fascismo que pretende anular al pueblo palestino como sujeto político, matándolo, destruyendo sus casas, apoderándose de su agua.
OBJETIVOS DEL PCE
El líder comunista también se refirió a los objetivos del PCE, tale como mantener las conquistas sociales y políticas en España, «evitando que el ‘bienestar’ material de una parte sea una droga mortal contra la conciencia». Asimismo, defendió la necesidad de «no retroceder ni un palmo en la defensa del derecho de cubanos, venezolanos, bolivianos, vietnamitas, a construir una vida digna».
También manifestó la necesidad de luchar por la democracia participativa y por el socialismo «como horizonte para luchar por la extensión solidaria, internacionalista, justa y posible de los bienes materiales: económicos, sociales, educativos, de la salud, de la cultura». El Partido Comunista de España también deberá, en su opinión, plantear «la defensa de la paz como eje vertebrador de todas las políticas económicas y sociales».
Así, emplazó al PCE a prepararse para las elecciones municipales y autonómicas de 2007, a defender una Ley de la Memoria Histórica que «haga justicia a quienes defendieron la legalidad republicana durante la guerra y después», a movilizarse y a elaborar un programa del partido para «la nueva fase».