El concepto de terrorismo Es necesario aclarar previamente que el vocablo «terrorismo» es un término utilizado a menudo de forma unilateral y ambigua. La Real Academia Española (RAE) lo define sin lugar a dudas: terrorismo 1. m. Dominación por el terror. 2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. terror 1. m. […]
El concepto de terrorismo
Es necesario aclarar previamente que el vocablo «terrorismo» es un término utilizado a menudo de forma unilateral y ambigua. La Real Academia Española (RAE) lo define sin lugar a dudas:
terrorismo
1. m. Dominación por el terror.
2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.
terror
1. m. Miedo muy intenso.
El terror como arma
Muchos estados actuales -como el de Argelia o el de Israel, por poner tan sólo dos ejemplos- nacieron de un parto alumbrado entre explosiones: acciones terroristas que segaron muchas vidas inocentes y cuyos ecos están lejos de haberse extinguido.
La Resistencia al nazismo, en la Francia ocupada por el ejército Alemán del III Reich, y también en la zona «administrada» por el gobierno colaboracionista de Vichy, consistió en una resistencia armada en la que participaron valerosos republicanos españoles, contribuyendo con su generosa lucha a la Libertad. Utilizaban métodos irregulares, apoyándose en atentados mortales, incluidos sabotajes con explosivos. Su himno es bien explícito. (1)
También se han llevado y se llevan a cabo -bajo falsos pretextos de lucha contra el terror- guerras neocoloniales: Afganistán, Irak, Libia, etc. etc. Hay que añadir a esta cadena de criminales «hazañas bélicas» hechos tan abominables como los bombardeos de la OTAN sobre lo que fue Yugoslavia. Operaciones militares a escala masiva sobre poblaciones indefensas o débilmente armadas. Poblaciones víctimas de la arrolladora maquinaria de muerte y destrucción de la mayor potencia militar de todos los tiempos, con la cobarde complicidad de gobiernos mercenarios.
Son pueblos atacados por coaliciones militares que han dado lugar a gravísimas inestabilidades políticas y sociales. Estos pueblos martirizados siguen siendo pasto de una locura sanguinaria que no parece tener fin.
La criminal participación del gobierno de Aznar en la ilegal invasión de Irak, con el pretexto de una falsa lucha contra el terror, sirvió también de pretexto para que un grupo de enloquecidos yihadistas cometieran la mayor matanza en la historia reciente de nuestro país: el llamado 11-M. Matanza aprovechada a su vez por el gobierno de Aznar para lanzar bulos que se demostraron falsos. Esa falsedad en periodo preelectoral le costó a su partido el ser desalojado del gobierno, pues provocó gran indignación en el pueblo español. Pueblo español que -por otro lado- ya había manifestado, masivamente en las calles, su rechazo a la guerra.
El sentimiento contra la guerra, contra todo tipo de «ardor guerrero», está muy arraigado en nuestro el pueblo. Prueba de ello fueron los carteles de No a la guerra que portaban muchos de los manifestantes contra la ilegal invasión de Irak. También las masivas manifestaciones contra el autogolpe terrorista del 23-F, o las que recorrieron todas las ciudades de España durante el secuestro y cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de un comando de ETA. (2)
La muerte reciente de 15 subsaharianos, mientras intentaban alcanzar la orilla española, es otra manifestación del terror como medio de disuasión. No es aventurado sospechar que el Ministerio del Interior ordenase a la Guardia Civil cerrarles el paso. Seres humanos, que braceaban agotados en el mar, huyendo desesperadamente del hambre y de las guerras, fueron cruelmente condenados a morir ahogados. Esta terrible tragedia debe avergonzarnos a todos, particularmente a los numerosos miembros honrados de la Guardia Civil, que tantas vidas han salvado en la mar, en su reciente historia humanitaria y marinera.
Llovía sobre mojado: Una fragata de la Armada no socorrió a una embarcación de subsaharianos a la deriva que huía del conflicto de Libia. Este incidente se saldó con 63 víctimas mortales. (3)
Del terror del franquismo al terrorismo de ETA
Es evidente que los crímenes cometidos con una finalidad política, como son el recurso al golpe militar, o los derivados de «la guerra como continuación de la política por otros medios», son hechos que han de ser juzgados y condenados. Como también es evidente que los crímenes cometidos por la organización armada del Movimiento de Liberación Nacional Vasco, es decir Euskadi Ta Askatasuna (ETA), fueron llevados a cabo con una finalidad política, mediante acciones armadas injustificables, que también han de ser juzgadas y condenadas
Sin embargo, sería hipócrita condenar los crímenes de ETA -que los condeno sin paliativos- sin referirme también a los crímenes del franquismo, cuya investigación judicial causó tantos sinsabores al juez Garzón. Juez que finalmente quedó expulsado de la carrera judicial por la presión irresistible de poderes extrajudiciales, de nauseabundo hedor franquista, emboscados tras la Constitución borbónica de 1978.
Si los crímenes de ETA se cuentan por cientos, ¿qué decir de los crímenes del franquismo? Fue un régimen amigo de la Alemania nazi, aunque ahora sus herederos políticos escenifiquen su arrepentimiento derramando lágrimas de cocodrilo por la Shoah. Sus crímenes se cuentan por cientos de miles. Aquella terrible realidad de la dictadura -sobre todo en los años previos a la capitulación incondicional de la Alemania nazi- dio lugar en los años 60 a un movimiento terrorista que ha durado más de medio siglo, con el riesgo añadido de una inquietante realidad: que renazca de sus cenizas. (4)
El régimen borbónico
El régimen del 78, procedente de una dictadura implantada mediante el terror, padece de una incapacidad congénita que le impide dar una solución efectiva al fenómeno del terrorismo. Prueba de ello es que emerge nuevamente con fuerza un clamor popular en Euskadi reclamando ciertos derechos para sus presos. Escuchemos, por lo tanto, ese clamor exigiendo a la vez verdad, justicia y reparación para todas las víctimas.
El régimen borbónico está en franca descomposición. No tiene ya credibilidad ni capacidad política alguna para dar solución a los graves problemas a los que se enfrenta nuestro pueblo. Entre otros, la grave crisis social, política e institucional. A este tremendo panorama hay que añadir el riesgo real de una o de varias secesiones. También una gigantesca deuda impagable, que arrasa derechos sociales, provocando un enorme sufrimiento en amplias capas populares.
Mi dolor -mi sentimiento de compasión- no es tan sólo por las víctimas de los criminales atentados de ETA, lo es también por las víctimas del 11-M y por todos los cometidos desde las cloacas del Estado borbónico: Batallón Vasco Español, GAL, etc. etc. Y, desde luego, por las víctimas de la dictadura. La implacable locura genocida del franquismo -condenada por la ONU- constituyó un auténtico crimen de lesa humanidad, que no prescribe.
Proceso constituyente
El inicio de un proceso constituyente desde abajo -del pueblo y para el pueblo- es, pues, inaplazable. Por lo tanto, se plantea la necesidad de un referéndum que abra paso a la III República. Un referéndum que no quede al albur de un grupo de tramposos impostores, actualmente en declive, como lo fue el de la OTAN. Referéndum ilegítimo apoyado en el shock provocado por el auto golpe del 23-F, que dejó noqueado al pueblo español.
Esa estrategia de terror del régimen continúa. Por ello, el ex-teniente coronel Tejero y sus cómplices, descaradamente manipulados por el poder, siguen siendo un espantajo militar utilizado profusamente por los medios borbónicos (falsimedia) como cortina de humo. Para decirlo simple y llanamente: esos medios intentan ocultar la verdad. Dicho sea esto con el máximo respeto a algunos excelentes profesionales que trabajan en dichos medios, presionados día a día por la implacable autocensura impuesta por sus propietarios.(5)
Hago un llamamiento a todas las compañeras y compañeros militares republicanos -tanto de izquierdas como de derechas- para que asuman la autoridad del futuro gobierno provisional, que ha de proclamar la III República federal. Os pido también que respetéis la Amnistía, que sin duda será decretada, y traerá por fin la auténtica paz y reconciliación a todos los pueblos de esta entrañable Sefarad, a la que muchos llamamos España
Paz, piedad y perdón
Luchemos todos y todas pacíficamente -con voluntad indomable- por la III República. Inauguremos un verdadero periodo de paz, en el que el terror no vuelva a ser utilizado como medio odioso para alcanzar objetivos políticos. Luchemos por una república en la que los valores de libertad, igualdad y fraternidad no sean nunca más una declaración vana. Una república federal cuya Constitución proclame con letra indeleble: España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
No toleremos nunca más que el pueblo llano sea humillado. No toleremos nunca más que prepotentes «espadones», al servicio de los poderosos, nos amenacen con sus bravatas. El vértigo del miedo se vence mirando al frente y a lo lejos. Frente al vértigo del miedo exijamos verdad, justicia y reparación. Después: «Paz, Piedad y Perdón».
Manuel Ruiz Robles es Capitán de Navío de la Armada
Referencias:
(1) Himno de la Resistencia Francesa al nazismo: http://m.youtube.com/watch?v=sUZWlf_vuKg
(2) «La guerra, un mal infinito», Capitán de Navío de la Armada Arturo Maira Rodríguez: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=174651
(3) «Llanto por los náufragos olvidados», Capitán de Navío de la Armada Manuel Pardo de Donlebún Montesino: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=179375
(4) Entrevista del profesor Salvador López Arnal al Capitán de Navío de la Armada Manuel Ruiz Robles: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=171788 y http://www.rebelion.org/noticia.php?id=171829
(5) Entrevista de José Daniel Fierro, miembro del Consejo Editor de Rebelión, al Capitán de Fragata de la Armada Antonio Maira Rodríguez: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=181704 y http://www.rebelion.org/noticia.php?id=181745
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