Responsables del diario GARA, que ayer cumplió 20 años en los kioscos, anunciaron un principio de acuerdo con la Seguridad Social para hacer frente a la deuda de «Egin», que el juez Garzón endosó al nuevo periódico cinco años después de cerrar de forma ilegal el primero. «Un duro golpe» que la dirección de GARA […]
Responsables del diario GARA, que ayer cumplió 20 años en los kioscos, anunciaron un principio de acuerdo con la Seguridad Social para hacer frente a la deuda de «Egin», que el juez Garzón endosó al nuevo periódico cinco años después de cerrar de forma ilegal el primero. «Un duro golpe» que la dirección de GARA ha calificado de «expolio» y ante el cual ha pedido «amparo a las instituciones y apoyo a la sociedad vasca».
Primero, los antecedentes. El juez Baltasar Garzón decretó en 1998 el cierre del periódico «Egin», a lo que siguió, cinco años después -y de forma coordinada con el cierre de «Egunkaria»-, la adjudicación al periódico GARA de la deuda que «Egin» tenía con la Seguridad Social. Lo hicieron bajo el pretexto de una «sucesión ideológica de empresas». La cifra era de 4,7 millones de euros y nada cambió que en 2009 el propio Tribunal Supremo declarase ilegal el cierre del periódico con sede en Hernani.
Ayer por la mañana, en el mismo día en que 20 años atrás vio la luz GARA, la dirección del periódico anunció en rueda de prensa un principio de acuerdo con la Seguridad Social que supondrá realizar pagos de medio millón de euros cada seis meses durante los próximos años. Cuando se formalice el convenio de acreedores, el montante a pagar será de más de tres millones de euros. «Es un expolio y un ataque a la libertad de prensa», se puede leer en la declaración presentada por el director de GARA, Iñaki Soto.
Flanqueado por el presidente del Consejo de Administración de Euskal Komunikabideen Hedapenerako Elkartea (EKHE), Juanpe Plaza, la primera directora de GARA y consejera de EKHE, Mertxe Aizpurua, la responsable de la sección de Euskal Herria, Iraia Oiarzabal, y el administrador de Baigorri Argitaletxea -editora del diario-, Rubén Andrés, Soto consideró, no obstante, que con el pago se cerrará «un periodo de resistencia».
En la declaración dada a conocer ayer a mediodía, los responsables de GARA explicaron que se han «preparado para este momento», lo que no quita para considerarlo «un duro golpe». Ante lo que consideran un despropósito, pidieron «amparo a las instituciones y apoyo a la sociedad vasca», dado que, según afirman, en 2019 en Euskal Herria «solo una minoría autoritaria y marginal puede querer el cierre de medios de comunicación o la quiebra forzada de una empresa que da trabajo de manera directa e indirecta a más de 200 trabajadores».
«Ningún medio soportaría un golpe así»
La dirección del periódico recordó el contexto de «crisis permanente» de un sector «que ha realizado una reconversión a pulso», y ha considerado que ningún otro medio del entorno «podría soportar un golpe así». De ahí el agradecimiento «a las instituciones, organizaciones y personas» que han ayudado a abrir una vía de solución, así como «al resto de acreedores». «Seguimos necesitando su apoyo para lograr cerrar este triste episodio», se añade en la declaración.
Con todo, en el texto se recuerda que, «pese a la discriminación», el periódico sigue siendo el segundo en los kioscos de Gipuzkoa y el tercero en los otros tres territorios de Hego Euskal Herria. También se subraya que ha realizado «la transición digital con éxito» y que en internet compite «con fuerza con empresas mucho mayores y que reciben muchas más ayudas».
«Pese al golpe, nuestra idea es seguir influyendo en el debate público, formando personas críticas y ejerciendo el control del poder», se lee en la declaración dada a conocer por Soto, en la que se informa de la apertura de «un periodo de interlocución» con instituciones, partidos y sociedad civil». Un tiempo en el que también se desarrollará «una reflexión interna sobre cómo hacer frente a este golpe».