Se me podría etiquetar de egocéntrico o de exceder en el culto a la personalidad al relacionar el sujeto del título, sin leer la frase continua, con el autor del artículo. Más por suerte que por desgracia no existe ninguna correlación, ni siquiera sanguínea lejana (que sepa…), entre yo mismo y el mediático juez Baltasar […]
Se me podría etiquetar de egocéntrico o de exceder en el culto a la personalidad al relacionar el sujeto del título, sin leer la frase continua, con el autor del artículo. Más por suerte que por desgracia no existe ninguna correlación, ni siquiera sanguínea lejana (que sepa…), entre yo mismo y el mediático juez Baltasar Garzón.
Fuera de vinculaciones familiares y dentro de vinculaciones con los medios de comunicación, entre yo y él existe una gran diferencia; la (des)información con represión y la información de liberación .
Baltasar Garzón el 31 de Enero del 2002 fue presentado por La Fundación de Artistas e Intelectuales por los Pueblos Indígenas de Iberoamérica y la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, entre otras, al Comité del Premio Nóbel de la Paz en el 2002. La causa de esta candidatura estuvo inspirada en su reclamo jurídico a sujetos relacionados con el poder de diferentes dictaduras latinoamericanas en los años 70 y 80; gobiernos de Videla en Argentina y Pinochet en Chile principalmente. Con los crímenes de lesa humanidad que se cometieron en estos dos países del Cono Sur y lo mediatizado que han sido con fuertes y singulares grupos de presión y denuncia, como las Madres de la Plaza de Mayo, era fácil recibir un apoyo internacional de actores sociales izquierdistas. Aún sin conseguir Garzón ser proclamado Premio Nóbel de la Paz (título que obtuvo en 1973 el «pacifista» Henry Kissinger), junto al periodista Vicente Romero dirigió un documental llamado El alma de los verdugos donde se entrevistaba a diferentes personalidades que padecieron la represión en Argentina durante la dictadura, entre 1976-1983, para continuar su papel mediático de «buen juez».
Intelectuales latinoamericanos de izquierda han aplaudido en todo momento la actuación jurídica del juez Garzón. Adolfo Pérez Esquivel (nombrado Premio Nóbel de la Paz en 1980) calificó de merecedora la candidatura de Garzón por su labor en la defensa de los Derechos Humanos[1], o el escritor uruguayo Eduardo Galeano aceptó su intervención en el documental El Alma de los Verdugos donde fue entrevistado.
Galeano es un escritor que con un estilo propio hace un gran uso del juego de palabras donde nos acerca a una realidad social y política internacional desenmascarada con breves cambios en los enunciados más cotidianos. Su primera frase en la excelente obra Las Venas Abiertas de América Latina es algo ejemplar; «La división social del trabajo internacional consiste en que unos países se especializan en ganar (referente a desarrollado) y otros en perder (referente a subdesarrollado). Aprendiendo de su estilo de escritura pero no cayendo en su error personal de ser entrevistado por cierto demagogo; Garzón, el alma de los verdugos, o mejor dicho , Garzón el rey de los verdugos .
Viajando del Cono Sur a la zona norte de Sudamérica, el juez Garzón, el pasado 20 de Junio del 2007, visitó Venezuela para participar en una conferencia organizada por la organización patronal Conindustria. Cuando se nos hacía ver mediáticamente que el pueblo venezolano en su mayoría estaba en contra de una «injusta» no renovación de emisión a la RCTV (Radio Caracas Televisión)[2], el juez hizo comentarios autoculpándose indirectamente ; « cerrar un medio de comunicación no es el mejor sistema para garantizar la libertad de expresión». Una frase con un contenido tergiversador ya que el medio de comunicación no se cerró sino simplemente no se renovó su contrato. Pero si cerrar un medio de comunicación es una falta de libertad de expresión que tanto denuncia el mismo juez, ¿por qué colaboró en el cierre de los diarios vascos Egin o Egunkaria? ¿Qué es más terrorismo mediático que un canal de televisión colaboré en el golpe de estado del 11 de Abril de 2002 contra un gobierno venezolano elegido por sufragio universal o unos diarios vascos que informan sobre el conflicto desde una óptica alternativa?
Su exceso de demagogia no fue solamente el cierre de los diarios sino la vista gorda en la represión sufrida y que sufren algunos de los ciudadanos vascos miembros y simpatizantes del movimiento abertzale[3] que tanto luchan por un principio jurídico internacional que el juez debe conocer pero olvidar; El derecho de libre determinación de los pueblos o derecho de autodeterminación recogido en la carta de las Naciones Unidas.
La represión anunciada no contiene un exceso de abstracción hipotética sino una afirmación empírica comprobada socialmente con casos como las torturas sufridas por el joven vasco, Unai Romano[4], o periodistas del Egunkaria[5] (2003) o al diario Egin (1998) a quien el juez Garzón dictaminó prisión a periodistas como Pepe Rei[6]. Parece ser que a Garzón, junto a toda su camarilla, le molesta la libertad de expresión en el exterior pero no dentro del estado español.
Podemos pedir la extradición de Videla, podemos pedir la extradición de Pinochet, podemos…pedir el olvido de los crímenes del franquismo y presentes como Fraga. Qué fácil es Sr. Garzón ver la mierda en la casa del vecino pero seguir sin limpiar la propia, o mejor dicho, pertenecer a la misma mierda pero añadiéndose perfume. Algo similar que le podría decir Galeano si le conociese mejor. Creámosle.
[1] http://www.pangea.org/olivar/castellano/060718.HTM
[2]Véase la crónica que elaboré en Caracas por una manifestación minoritaria en contra del cierre de RCTV. http://www.kaosenlared.net/noticia/estas-son-movilizaciones-masivas-an
[3] http://www.kaosenlared.info/noticia.php?id_noticia=33267 [4] http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=15435
[5] http://www.barcelona2004.org/esp/actualidad/noticias/html/f046067.htm
[6]Véase: Rei, P. Garzón. la Otra cara. Txalparta (1999)