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Geena Davis habla sobre su lucha contra los estereotipos de género que los medios ofrecen a los niños

Fuentes: DemocracyNow

Traducido por Sonia Martínez Icardo


En nuestra cobertura del Día Internacional de la Mujer, nos acercamos ahora a la actriz y ganadora de un Oscar de Hollywood, Geena Davis. Ha protagonizado diversas películas, como Thelma y Louise o A league of their own (Ellas dan el golpe). Geena Davis es también la fundadora de la organización See Jane, que trabaja para incrementar los porcentajes de papeles femeninos -y para reducir los estereotipos sobre el sexo femenino- en los medios de comunicación dirigidos a niños. Geena Davis participó recientemente en la Conferencia Nacional para la Reforma de los Medios de Comunicación. Comenzó hablando acerca de su película, Telma y Louise.

Transcribimos su intervención:

Geena Davis: No estábamos en absoluto preparadas para las reacciones que provocó la película. Antes de que se estrenara, cuando estaba, por ejemplo, en la lavandería, solía ocurrir que alguien se acercara y me dijera: «¿Sabes?, me encantó Las chicas de la tierra son fáciles (Earth girls are easy)», o algo parecido. Después del estreno de Thelma y Louise, la cosa cambió radicalmente. De pronto, las mujeres se me acercaban y me decían: «Esta película cambió mi vida. ¡No tienes idea cómo!, mi novia y yo reconstruimos vuestro viaje». Una vez, estaba parada en un semáforo en rojo y de pronto escuché una bocina sonando estrepitosamente cerca de mí, se trataba de un coche lleno de mujeres asomadas por las ventanas y por el techo corredizo del coche, jaleándome «¡¡Woo-hooo!!». Esto no me había pasado nunca. Lo que quiero decir es que recordaréis que apareció en la portada de la revista Time una semana antes de que se estrenara. Se escribían editoriales apasionados que comentaban: «Dios mío, ¿qué está pasando? Veis, ¡las mujeres tienen armas!». Matamos a un violador y nos suicidamos. No sé si es exacto, pero si alguna vez había necesitado algo que me hiciera comprobar el poder de las imágenes en los medios, realmente ahora lo tenía.

La siguiente película que hice fue A league of their own (Ellas dan el golpe), y, de pronto sucedió lo mismo, pero en esta ocasión eran chicas de 13 años las que se me acercaban y me decían: «¡Esta película ha cambiado mi vida. Practico deportes gracias a ella». Fue una enorme doble dosis de ilusión para mí.

Desde entonces, siempre he intentado hacer mis elecciones pensando en las mujeres que van a estar viendo las películas que hago, y siempre espero desarrollar papeles en los que ellas se puedan identificar, con los que se puedan inspirar, y, así, tal vez de nuevo, algún día alguien me vuelva a jalear: «¡¡¡Woo-hooo!!!».

De manera que así estaba yo, cada vez más concienciada. Y fui madre. Tengo una hija de cuatro años y medio, Alizeh, que nos está viendo ahora mismo a través de la Red, y dos gemelos de dos años. Así que hace un par de años comencé a ver videos y programas realizados para niños muy pequeños con mis hijos. Me quedé alucinada al ver que existía el mismo desequilibrio de género hoy, con excepciones dignas de mención como Dora la exploradora, que cuando yo era una niña, cuando todos éramos niños.

¿Recordáis el tipo de material que se creaba para nosotros, para los niños, en los viejos tiempos? Veamos, el primer dibujo, cómo no, fue el de Minnie Mouse y -¿cuál era la otra?- y Daisy Duck, de Disney, que no hacía demasiado, excepto preguntar si podía ir de compras, creo. Había muchos dibujos de Hanna Barbera, Magilla Gorilla, Wally Gator, George de la jungla, prácticamente ningún personaje femenino. Creo recordar que el Oso Yogi tenía una novia, busqué y busqué y finalmente la encontré, la Osa Cindy, como todos podéis recordar.

Winnie the Pooh está presente desde hace muchísimo tiempo, y todavía lo está. Hay nueve personajes en la serie y sólo uno de ellos es femenino, Kanga. No he podido encontrar ni una imagen en la que aparezca ella sola, sin Roo en su bolsillo, en Internet. Y si pensáis en ello, realmente, ¿no se trata más bien de una especie de ‘medio personaje’?, Kanga, Roo… realmente ella no hace nada sola.

En la página web de Looney Tunes, tienen un listado de doce personajes, y sólo uno de ellos es femenino, pero es el mejor. El personaje que más queréis y recordáis mejor: Granny, la abuela. Se trata de la dueña de Tweety, y se tiene que marchar para que la historia se pueda desarrollar.

Ahora, todos sabemos que los niños adquieren a través de los medios de comunicación un poderoso mensaje acerca de la imagen de su cuerpo. El 78% de las chicas adolescentes dicen que no les gusta su cuerpo. Un tercio de las alumnas de tercer curso se han sometido a alguna dieta, lo que me lleva a preguntarme: ¿Está demasiado delgada Judy Jetson? (la madre de la serie de dibujos Los Supersónicos). Me parece que su cintura es del mismo tamaño que su cuello, si no me equivoco. No, creo que no.

Así que mucho del material para niños que se produce, antiguo y también el actual, está altamente estereotipado, sexualiza a los personajes femeninos, incluso en los programas hechos para los más pequeños. Por ejemplo, ¿sabíais que Miss Piggy (de los Teleñecos) tiene canalillo?

Pero mis favoritos sin duda son Los Pitufos. ¿Los recordáis? La Pitufina. Son unos dibujos bastante recientes, de las décadas de los ochenta y noventa. La página web, explica que había cien pitufos y originariamente no había mujeres pitufo. No estoy segura de cómo pudo llegar a suceder. Pero a la larga añadieron a La Pitufina. Y ésta era su imagen original. La describían con poco pelo y pestañas feas. La creó un mago malvado para destruir a los Pitufos. Pero después -y no bromeo- Papá Pitufo, tras una exitosa operación de ‘pitufería’ plástica, la convirtió en el bombón rubio que todos conocemos y adoramos. Y apuntan que, antes de que se mejorara su imagen, los Pitufos la aceptaban y la querían. De acuerdo.

Así que vuelvo un par de años atrás. Estoy viendo estas películas y espectáculos con mi hija, y trato de contar con los dedos de la mano el número de personajes masculinos y femeninos. Rápidamente me quedo sin dedos en mi mano izquierda. Y decido que me gustaría hacer algo al respecto, porque realmente pienso que la gente no se está dando cuenta y es un tema que no se está tratando. Soy miembro de la Women’s Sport Foundation (Fundación de las mujeres por el deporte), así que llamé a mi amiga Donna Lopiano, la directora, y me dijo (algunos lo encontraréis gracioso): «No crees una fundación, es muy duro. Pero intenta buscar una que tenga objetivos similares a los tuyos, y así puedes hacer un programa con ellos». Así que me presentó a Padres e hijas, una organización no gubernamental nacional, que trabaja para mejorar la imagen de las niñas en los medios de comunicación, y juntos fundamos See Jane.

Lo primero que hicimos fue recoger los suficientes fondos para patrocinar el estudio más ambicioso jamás realizado acerca de los contenidos de las películas calificadas para todos los públicos. Lo hicimos en la Annenberg School for Communication porque pensamos que si no obteníamos una información incuestionable, iba a ser imposible convencer a la gente. No queremos dirigirnos a las personas que hacen este tipo de programas y películas y decirles: «Tenemos la impresión de que hay menos personajes femeninos». Queríamos los resultados y los datos.

Y los resultados fueron sorprendentes. De hecho, tres de cada cuatro personajes de las películas calificadas para todos los públicos son masculinos. Estudiamos las 100 películas más importantes estrenadas entre 1990 y 2005. De los personajes que se muestran en grupos, sólo el 17% eran mujeres. Y de los pocos personajes femeninos que encontramos en estas películas, la mayoría estaban muy estereotipados. Y, por cierto, durante el periodo de quince años estudiado, no había mejorado nada, excepto en el porcentaje de personajes femeninos. Así que tenemos que pensar, ¿cuál es el mensaje que nuestra cultura dirige todavía a nuestros niños?, que las mujeres y las niñas valen menos, y que lo que valen es diferente a lo que valen los hombres y los niños. ¿Que pasaría si -en parte porque los medios de comunicación que los niños están viendo desde que nacen, la programación que se dirige a nuestros niños más pequeños, está saturada de esta enorme desigualdad- les afecta cuando sean adultos? Me gustaría saberlo.

Así que, armadas con nuestro estudio, nos reunimos con ejecutivos de los estudios y con entidades que desarrollan películas y programas para niños. Tuvimos una respuesta muy positiva, de hecho fue asombroso. Estas personas, al igual que un espectador medio que realmente, tal vez no se da cuenta, no eran conscientes de la desigualdad de género que existía en los productos que estaban sacando. Y se quedaron atónitos al escuchar los datos que les ofrecíamos.

También hemos terminado el más amplio estudio acerca de programas de televisión dirigidos a niños. Pronto lo publicaremos. Queremos adentrarnos en el estudio de las películas no calificadas para menores de 13 años y aquellas que indican que algunas secuencias pueden no ser apropiadas para niños, y se anuncian resultados sorprendentes.

Así que nuestra meta en See Jane es aumentar drásticamente el porcentaje de personajes femeninos y reducir los estereotipos de género en los medios de comunicación que se dirigen a los niños, de once años en adelante, y vamos a hacerlo trabajando con la industria, como colegas, compartiendo nuestra información con ellos. Todo ello a través de una campaña de educación, porque, francamente, mi sueño es que en cinco años, si una película se estrena y sólo tiene un personaje femenino, todos y cada uno de los críticos y de los padres y madres sean conscientes de ello y digan: «¿Qué demonios está pasando aquí?»

Fuente: http://www.democracynow.org/article.pl?sid=07/03/08/1443236&tid=25

Sonia Martínez Icardo pertenece al equipo de traductores de Cubadebate y Rebelión.