Más de cien personas viven en este edificio ocupado
Ibercaja «desiste de la medida de desalojo forzoso» de la Corrala Utopía. Así lo ha dado a conocer el Juzgado de Instrucción nº 3 de Sevilla, que insta a la entidad financiera a «comunicar expresamente si se desiste, en su caso, del procedimiento penal a fin de no provocar nuevas diligencias innecesarias». Se refiere al presunto delito de usurpación ilegal seguido en este Juzgado y por el que han declarado las familias como imputadas.
Para la Corrala Utopía, este anuncio implica retomar el camino de una solución dialogada, después de sentir cada vez más cerca la amenaza de un desalojo inminente. El pasado 7 de marzo fue la última vez que Ibercaja se sentó en una mesa de negociación con las familias, el Ayuntamiento de Sevilla, la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, y el entonces Defensor del Pueblo Andaluz como mediador. Allí se dio a conocer que en pleno proceso de negociación, Ibercaja había insistido en la petición judicial de desalojo. Desde entonces no responde a las llamadas del Defensor para una nueva convocatoria de la mesa de negociación. Así se denunció en rueda de prensa el pasado 15 de mayo. La Junta amenazó a la entidad financiera con futuras sanciones si insistía en vaciar el inmueble y acumular viviendas deshabitadas, pero Ibercaja siguió sin dar señales de vida.
El diario no escrito de la Corrala en este último mes es de vértigo. Se inicia la campaña «Salvemos la Utopía», que recoge numerosas muestras de solidaridad en diversos lugares del Estado y otros países del mundo. Al mismo tiempo, varias familias se desplazan hasta el corazón de Ibercaja, su sede central en Zaragoza, dispuestas a resistir hasta lograr que las reciban. Y lo consiguen, con el apoyo de colectivos de la ciudad aragonesa. Allí se forja el preacuerdo que ha provocado la retirada de la petición de desalojo, firmado a mediados de mayo y ratificado a principios de junio por las familias. Aun así, Ibercaja siguió sin retirar la petición de desalojo del inmueble y, además, el fiscal del caso remitió un escrito a la jueza en el que apoyaba al banco en esta demanda.
Ante este panorama, el Grupo 17 de Marzo, encargado de la defensa legal de las familias, informó al Juzgado del acuerdo extrajudicial y pidió que fueran llamados a declarar Raúl Conesa -administrador solidario de Residencial Murillo, sociedad titular del inmueble participada al 100% por Ibercaja- y Amado Franco, presidente de la entidad financiera. Al mismo tiempo, la Corrala Utopía difunde públicamente el acuerdo e insta a Ibercaja a que lo cumpla. Estamos a mediados de junio. A los pocos días, al fin se conoce la noticia de que Ibercaja ha remitido al Juzgado su desistimiento de la petición del desalojo.
Viviendas dignas para todas
Tras este primer paso, la «hoja de ruta» establece «alcanzar un acuerdo en cuanto a la forma en la que pueden ser realojadas en otras viviendas las familias que acrediten estar en situación de necesidad». Desde la Corrala Utopía se realiza un llamamiento a las administraciones implicadas en este largo proceso de negociación para que se involucren en esta parte del acuerdo y, en definitiva, garanticen el acceso de todas las familias a una vivienda digna de forma estable. Y mientras tanto llega algo fundamental para las personas que habitan la Corrala, el compromiso de Ibercaja de realizar las gestiones necesarias «ante los organismos públicos y privados competentes para que se concedan las licencias normativamente correspondientes al uso y suministros del inmueble». Es decir, para restituir lo antes posible el agua y la luz.
Las familias de la Corrala respiran con esta noticia. Más de cien personas, entre ellas 40 menores de edad, además de enfermas crónicas y personas mayores, llevan más de un año sobreviviendo sin luz ni agua y sin dejar de luchar, no sólo en las acciones propias de la Utopía, también en cualquiera en la que se reivindicara el derecho a una vivienda digna. Esta historia es propia de aquello que Alejo Carpentier llamó «lo real maravilloso», en contraposición al «realismo mágico»: cuando la vida, por sí misma, parece ficción, por toda la crudeza y belleza que encierra. Familias que han sido portada de la edición internacional del New York Times y que siguen bajando cada día a la fuente de la «vergüenza», instalada por el mismo Ayuntamiento que decidió dejarlas sin agua. Que siguen recibiendo a todas las personas que allí se acercan con una sonrisa amplia. «Que todas las personas tengan derecho a techo, luz y agua», se pedía el pasado 6 de junio, en el estreno de la inédita compañía de teatro infantil formada por los pequeños y pequeñas de la Corrala Utopía. Con tan pocos años, luchan por todas las personas y se enfrentan a condiciones de vida muy duras. Belleza y crudeza.
Una obra social que se extiende por todo el Estado
La Corrala Utopía nace el 17 de mayo de 2012. Familias con graves problemas de vivienda anuncian su realojo en un edificio vacío, propiedad entonces de MAEXPA, empresa en quiebra, cuyo propietario está acusado de fraude fiscal y corrupción urbanística. Ese día lanzan su primer comunicado, en el que realizan un llamamiento a las personas sin vivienda «a que no se resignen (…) y sigan nuestro ejemplo, organizándose y ocupando las miles de viviendas vacías que existen en nuestro país». Desde entonces, han nacido 13 corralas más en Sevilla y provincia, otras cuatro en Málaga, 11 edificios ocupadas en la campaña «Obra Social de la PAH» en Cataluña, realojos en Madrid, Toledo… El más reciente, en junio, cuando más de 80 familias ocupan dos urbanizaciones vacías en Bollullos Par del Condado (Huelva).
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/goliat-no-puede-con-la-corrala-utopia.html-0