Pep Gimeno «Botifarra», (Xàtiva, 1960) es un cantaor tradicional valenciano con casi treinta años de experiencia. Pensar en música tradicional valenciana adaptada a los nuevos tiempos es hacerlo en Pep Gimeno ‘Botifarra’. Cuenta que en 1975, con solo 15 años, ya cantaba en la calle, en su tierra, Xàtiva. Poco después empezaría su obsesión por […]
Pep Gimeno «Botifarra», (Xàtiva, 1960) es un cantaor tradicional valenciano con casi treinta años de experiencia.
Pensar en música tradicional valenciana adaptada a los nuevos tiempos es hacerlo en Pep Gimeno ‘Botifarra’. Cuenta que en 1975, con solo 15 años, ya cantaba en la calle, en su tierra, Xàtiva. Poco después empezaría su obsesión por recopilar, documentar y seguir entonando toda esa sabiduría encerrada en las canciones de siempre, pero con poco pedigrí en el mundo intelectual porque procedía del campo, de las clases trabajadoras.
Empezó a recorrer los pueblos de las comarcas centrales valencianas buscando las personas que conservaban viva la memoria de la música tradicional, y las grababa para poder difundir las canciones a través de las actuaciones en directo y, con el tiempo, fijarlas a través de los discos.
La gran personalidad de este «cantaor» lo convierte en un comunicador irrepetible; un hombre sencillo que se niega a tener teléfono móvil, carnet de conducir o internet; un artista que nunca dice no a una colaboración con músicos y que mantiene intacto el realismo a pesar de su éxito y que como él mismo dice: «hay que tener los pies en el suelo y esas cosas, como suben, bajan».
La suya es la historia de alguien que plantó la semilla en un páramo («cuando nosotros empezamos, la música tradicional era un paisaje en ruinas», advierte Vicente Torrent, del grupo Al Tall); «Botifarra» es el responsable de haber provocado en la gente «un ataque de dignidad que me hace sentir contento de ser valenciano» (como resume Miquel Gil, quien también fue miembro del grupo ya disuelto Al Tall).
En la entrevista, «Botifarra» nos habla de ese trabajo recopilatorio realizado durante años, de cómo la memoria de nuestras abuelas y abuelos hay que mantenerla viva, incluso en la cultura popular, en la música tradicional. Hacerlo es sentirnos vivos.
No te pierdas esta interesante entrevista, que sirve, como es norma general en nuestro trabajo, para el análisis y debate. Os invitamos a su visualización y reflexión. Y si lo creeis necesario,¡compartirla!
Fuente: http://laentrevistadelmes.com/2019/03
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