A primera hora de ayer una treintena de activistas de Greenpeace, procedentes del Rainbow Warrior han realizado un acto de protesta frente a la sede de la Autoridad Portuaria de Cartagena para denunciar la prohibición de atraque en el puerto para el buque de la organización. Los activistas han desplegado frente a la sede de […]
A primera hora de ayer una treintena de activistas de Greenpeace, procedentes del Rainbow Warrior han realizado un acto de protesta frente a la sede de la Autoridad Portuaria de Cartagena para denunciar la prohibición de atraque en el puerto para el buque de la organización. Los activistas han desplegado frente a la sede de la autoridad portuaria una gran pancarta en la que se lee «¿No hay sitio para el Rainbow?. Greenpeace quiere denunciar con la misma las posibles presiones que está recibiendo dicha institución por parte de la industria de engorde de atún local. Simultáneamente la organización ha puesto en marcha una ciberacción (www.greenpeace.es) para preguntar al Presidente de la Autoridad Portuaria las razones de esta negativa.
«Resulta inaceptable que ser niegue el acceso a nuestro barco al puerto de Cartagena, cuando éste es un servicio público y no hay ningún motivo objetivo que lo impida, salvo que sea de índole política. Sólo las presiones de la industria atunera puede explicar esta situación», -ha declarado Mario Rodríguez, director de Campañas de Greenpeace.- «De cualquier forma, no vamos a alterar nuestras actividades, independientemente de que tengamos o no permiso para atracar»
El Rainbow Warrior llegaba en la mañana del domingo a Cartagena, tras una escala en Altea (Alicante) y más de tres meses de campaña por el Mar Mediterráneo, para denunciar la crisis que sufre este mar. Entre las amenazas del Mediterráneo destacan la sobreexplotación de especies como el atún rojo, la pesca pirata y la actividad de las granjas de engorde de atún, entre otras.
El pasado sábado, antes de llegar a aguas de Cartagena el capitán del Rainbow Warrior recibía la negativa de atraque del presidente de la Autoridad Portuaria sin haber una razón objetiva para ello y a pesar de contar con la autorización de Capitanía Marítima para entrar en sus aguas. Durante estos tres días responsables de la organización ecologista han realizado diferentes gestiones para conocer las causas por las que se negaba el atraque sin haber conseguido una explicación. A primera hora de hoy lunes Greenpeace se ha puesto en contacto con el Ente Público de Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento, para intentar desbloquear esta situación lo antes posible.
El Rainbow Warrior acude a Cartagena para presentar los resultados de más de tres meses de campaña por el Mediterráneo. Entre los asuntos en los que ha estado trabajando la organización se encuentra el agotamiento de la población atún rojo en el Mediterráneo, en el que juega un papel fundamental las llamadas granjas de engorde. Precisamente Cartagena es el lugar de la costa mediterránea donde se encuentran las más importantes empresas de esta actividad.
Los atunes son capturados, mantenidos vivos y transferidos a jaulas, para ser llevados a la costa donde serán engordados durante meses. Un pequeño número de compañías e inversores dedicados al engorde de atún se están quedando con lo que antes era un recurso compartido por cientos de pescadores que vivían del atún rojo en el Mediterráneo.