La visita realizada ayer por el juez de guardia de Arrecife Jerónimo Alonso ha empujado a Aminatu Haidar a renunciar a todo atención médica, según ha indicado la activista saharaui a través de un comunicado. Haidar ha declarado que se siente «aterrorizada» por la forma «violenta» en la que el juez entró en el habitáculo […]
La visita realizada ayer por el juez de guardia de Arrecife Jerónimo Alonso ha empujado a Aminatu Haidar a renunciar a todo atención médica, según ha indicado la activista saharaui a través de un comunicado.
Haidar ha declarado que se siente «aterrorizada» por la forma «violenta» en la que el juez entró en el habitáculo en el que se encuentra y ha comparado la actuación de Alonso y las personas que le acompañaban con la de la «Policía marroquí, encendiendo la luz, expulsando» a las personas que se encontraban con ella
Ha manifestado que esta manera de actuar del juez le «ha empujado a tomar esta decisión de renunciar a cualquier atención médica pública o privada». Ha agregado que, además, le «amenazaron con obligarla a alimentarla contra su voluntad», lo que «viola mis derechos, está contra la Ley y va contra los derechos humanos».
Bruselas pide una «solución política»
Horas antes, la Unión Europea ha pedido una «solución política o humanitaria» al caso de la activista saharaui Aminatu Haidar, que ha pasado una noche «regular».
«Esperamos que todavía se pueda encontrar una solución política o humanitaria de compromiso», ha indicado la comisaria europea responsable de Política de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner, en una rueda de prensa tras una reunión ministerial UE-Marruecos.
La comisaria ha mostrado preocupación «por el deterioro de la salud» de Haidar, en huelga de hambrere desde hace 23 días tras ser serle negada la entrada en Marruecos, pero ha recalcado que «se trata de una cuestión bilateral» entre Madrid, que ha dado los primeros pasos para alimentarse forzosamente, y Rabat.
La UE ha manifestado su «preocupación e inquietud», así como la «esperanza de encontrar una solución humanitaria a este caso dramático», ha señalado el secretario de Estado sueco de Asuntos Exteriores, Frank Belfrage, en nombre de la presidencia de turno de la UE.
Rabat amenaza sobre el peligro de su «coloboración en el control de inmigración» con el ejecutivo español.
El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi Fihri, pregunto ayer a las autoridades de España con quién quiere que Marruecos construya el futuro, si con el que coopera en materia de inmigración para combatir la inseguridad o con el que «no quiere ni Magreb ni Europa».
Asimismo, reprochó a Haidar usar el pasaporte marroquí «como un trapo». «Un pasaporte en Marruecos tiene un símbolo y no se puede usar como un trapo, como algo para acceder a un territorio con un plan político», dijo tras insistir en que Aminetu Haidar «recibe instrucciones de sus socios» y que son ellos «los responsables de la región, de la estabilidad de la región y de la solución del conflicto saharaui».