Estos días, televisión, periódicos y demás medios de comunicación nos han bombardeado con la noticia de que en el pleno del Ayuntamiento de una ciudad se ha aprobado una moción que dice que se debe escuchar el himno de España en los colegios. Pronto esta se ha convertido en objeto de debate político por los diferentes partidos. Sin entrar a valorar esta ridícula propuesta, y sabiendo que un Ayuntamiento no tiene competencias en cuanto al currículo escolar, solo quiero gritar alto y claro que estoy HARTO.
– Harto de que los medios de comunicación den más relevancia a cualquier majadería que se le ocurra a la extrema derecha que a las reivindicaciones que los colectivos en defensa de la educación pública llevamos haciendo años.
– Harto de que se debata sobre si debe sonar el himno todas las mañanas y no sobre qué diablos hace la religión en los colegios en pleno siglo XXI.
– Harto de escuchar a políticos hablar sobre si debemos poner una foto del Rey a presidir las clases y no sobre si debemos seguir apostando por la anomalía de la educación concertada (pagada con el dinero de todos y que pertenece en su mayor parte a congregaciones religiosas cuyo principal reclamo y fin es intentar evitar al alumnado más “conflictivo” para así atraer a las “familias de bien”).
– Harto de no parar de oír a todas horas que en Cataluña no hay libertad para estudiar en español, cuando en Madrid y en muchas regiones de España sin lengua cooficial enseñamos nuestra propia Historia, la naturaleza y el arte en una lengua extranjera que los niños no entienden y que convierte la educación en la memorización de una serie de palabras sin sentido.
– Harto de que los partidos políticos lleven en su programa electoral si están a favor o no del denominado Pin Parental y no digan nada sobre la barbaridad de que haya colegios que no admiten niñas y colegios que no admiten niños, además pagados con dinero de todos. ¿Os imagináis que hubiera colegios solo de blancos y otros solo de negros?
– Harto de que el debate político y mediático gire en torno a ridiculeces ideológicas que ni docentes, ni familias, ni alumnos reclamamos y no se diga nada respecto a los verdaderos problemas de la educación que sufrimos los que trabajamos en ella (más inversión, bajada de ratios, acabar con la segregación…)
– Harto de los medios de comunicación y de los políticos que por interés, cobardía o ignorancia contribuyen a que la educación vaya cada vez a peor y a que no se atisbe, ni de lejos, un horizonte de mejora.
Francisco Serrano es maestro de Primaria y director del documental La Chapuza del Bilingüismo.