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Entrevista a Claus Groten, bajista y vocalista de Vómito

«Hay historias que con sangre se escriben»

Fuentes: Diagonal

«Regreso a la escena del crimen» supone la vuelta definitiva de la banda de punk-rock Vómito y demuestra que lo suyo va en serio, huyendo de la nostalgia y del ‘revival’ mal entendido. Charlamos con Claus Groten, bajista y vocalista, sobre esta nueva etapa.

La desaparición de Víctor, su vocalista, en 1995, precipitó el final de Vómito, dejando un legado de impresionante punk-rock. Creadores de auténticos himnos, el paso de los años les ha ido haciendo más grandes y son muchos los grupos actuales que los versionan y nombran como influencia. Ahora han vuelto con temas nuevos. Mirar únicamente atrás a estas alturas no es lo que les pide el cuerpo cuando aún pueden ofrecer temas de la calidad de los que ahora presentan. Su ritmo actual es frenético y parecen querer recuperar el tiempo perdido, a este Ep hay que sumar dos versiones de los Clash y Eskorbuto que verán la luz en breve, y para el año que viene preparan nada menos que dos discos.

La primera pregunta es obvia, ¿por qué, tras más de 10 años inactivos y una experiencia como Radio Terror, vuelve Vómito?

Supongo que el principal desencadenante ha sido la aparición de «Siempre fue terror«. A raíz de su edición mucha gente empezó a plantearme la posibilidad de volver a tocar, seguidores de la banda que sabían que podíamos volver a juntarnos. Y la puntilla la puso Pepino, guitarra de Afonía, cuando me llamó para invitarnos a participar en el Holidays in Bardulias.

Hace un par de años, los mismos Afonía me invitaron a tocar con ellos en directo unas cuantas canciones de Vómito en un par de bolos. Yo pensaba que el gusanillo estaba muerto, pero parece que sólo estaba dormido y creo que fue ahí cuando empezó a despertar con rabia. Tras la muerte de Víctor estuvimos un par de años tocando en directo conmigo a la voz, pero anímicamente estábamos muy tocados. Así que Mikel el Gordo y yo hicimos lo de Radio Terror, en una línea distinta de lo que hacíamos en Vómito. Teníamos ganas de experimentar con cosas diferentes. Pero el proyecto no fue más allá por nuestras situaciones personales y profesionales.

No sois los únicos de vuestra generación. Este año hemos asistido a regresos (unos más sonados que otros) de gente como Zarama, Distorsión, Naste Borraste, … ¿A crees que se debe que volváis de golpe unas cuantas bandas a las que algunos pensábamos imposible volver a ver? ¿Hay hueco para vosotros en la escena actual?

Creo que se debe fundamentalmente a dos motivos. El primero es que hay ganas de vernos. Nos guste más o menos nos hemos convertido en referentes. La gente conoce nuestras canciones. Y luego está el gusanillo del que te he hablado. El escenario es como una droga dura. El que la ha probado nunca la olvida y la posibilidad de la recaída siempre está ahí.

Respecto a lo del hueco, eso siempre hay que ganárselo. Tendremos que continuar currando y evolucionando. Seguir solamente con nuestras viejas canciones, tocándolas como lo hacíamos antes sería patético. Por eso hemos currado arreglos nuevos en muchas de ellas y las hemos vuelto a grabar.

Vuestro regreso además parece que va en serio, y huye vivir de las rentas y la nostalgia. Tras las grabaciones de temas antiguos, aparece este EP con temas nuevos ¿Crees que todavía tenéis algo que aportar además de seguir con los antiguos temas? ¿Es este EP un adelanto de algo más, discográficamente hablando?

Joder, creo que el hecho de sacar temas nuevos es algo que aportar, ¿no? Pueden gustarte más o menos pero ahí están. Lo mismo pasaría con un grupo que saca un disco nuevo. Habrá mucho guardián de la llama sagrada que se ponga a criticar enseguida, pero Vómito siempre hemos sido un grupo muy ecléctico e inquieto creativamente hablando. Ya pocos se acuerdan, pero la que nos cayó por parte de nuestro público más punkarra cuando apareció «A un paso de la locura», que si estos ya no son punkis, que si ahora sólo hacen rock´n´roll. Y no te digo nada con «La circulación en el laberinto», hasta hubo quien dijo que nos habíamos vuelto heavies. No sabes lo que nos la suda… y por otra parte, paralelamente nos fuimos ganando el respeto de la crítica. Ahora te voy a dar unas cifras. Desde enero hemos grabado nuevas versiones de 9 de nuestros temas.

Una versión de «Brand new Cadillac» para el disco de homenaje a los Clash que está a punto de aparecer. Otra versión de «Cerebros destruidos» de Eskorbuto, por encargo de la organización del Rock Albox, como homenaje a la banda por parte del festival en su 25 aniversario. También hemos grabado ya 7 versiones de una de nuestras bandas favoritas de siempre, no voy a desvelar todavía cual, a la que estamos preparando nuestro propio homenaje discográfico. Y lo más importante, 8 nuevas canciones de Vómito.

Si no se me han olvidado las matemáticas elementales hacen un total de 26 canciones, que como te digo ya están grabadas, en lo que va de año. Creo que por lo menos de gandules nadie podrá acusarnos. La mayoría de nuestras versiones y la de «Cerebros destruidos» pueden escucharse en nuestra página www.myspace.com/vomito2009 Y si hay discográfica interesada, y todo apunta a que sí, Vómito sacaremos dos discos el año que viene, uno con nuestras nuevas canciones y el otro el de homenaje.

¿Cómo habéis vivido los conciertos de regreso? ¿Qué respuesta habéis encontrado en el público?

Estamos muy sorprendidos, la gente que nos animaba a juntarnos nos decía que había ganas de vernos, pero no esperábamos algo así. Nunca antes Vómito habíamos tocado tanto en un año ni metido tanta gente en nuestros bolos. En muchos sitios se han agotado las entradas y se ha quedado gente en la calle. En Madrid mismamente, para el concierto en la Caracol se habían acabado ya tres semanas antes. Por otra parte teníamos clarísimo que si volvíamos a las andadas había que hacerlo al 150%, así que nos lo hemos currado a conciencia. Y por supuesto sabiendo que no iba a ser sólo para unos cuantos bolos y se acabó. De lo que más ganas teníamos era de ponernos a hacer cosas nuevas. Creo que eso se nota sobre el escenario. Y a la gente que ha venido a vernos no sabes lo agradecidos que les estamos. Se conocen todas nuestras canciones, de la primera a la última y se les ve entusiasmados. Nos hemos encontrado con que en muchos sitios no sólo corean las letras, sino también los riffs y los solos de guitarra. Y muchísimo público joven.

¿Cómo veis ahora el tema de los conciertos, salas, organizadores, etc. comparándolo con cuando comenzasteis?

Tampoco me parece que haya cambiado tanto, quizás ahora se es un poco más profesional en todos los ámbitos. Nos hemos encontrado con gente muy competente en prácticamente todos los sitios. Y en muchas salas es francamente un gustazo tocar. Antes, sobre todo a mediados y a finales de los ochenta, había más conciertos, pero todo era más caótico y frenético. Todo tiene sus pros y sus contras. Tema aparte es el de los megafestivales. Son una manera de ver a muchos grupos de golpe, pero para disfrutar de un grupo en concreto no son lo ideal. Nosotros en el Festival del Oeste, sólo pudimos tocar 50 minutos, sin probar sonido y sin nuestro backline. Lo peligroso es que la gente se acostumbre a ir a esos macroeventos y luego le cueste acercarse a una sala.

Son ya unos cuantos los grupos que os han versioneado ¿Habéis notado que Vómito haya llegado a generaciones posteriores a la vuestra? ¿Quiénes van a vuestros conciertos?

Algunos grupos hasta han grabado versiones nuestras, como Brigada Criminal, Deskontrol, Habeas Corpus… En septiembre nos encontramos en Oñati con una gente que hace un par de años organizó un festi donde tocaron sólo canciones de Vómito. Parece que nos hemos convertido en un referente y nuestros discos en clásicos. Nosotros de chavales prácticamente sólo teníamos para escuchar a grupos extranjeros. Y otra cosa que nos ha sorprendido y ya te he comentado, es la cantidad de gente joven que está viniendo a vernos. En algunos sitios como en el Bardulias, en la Tunk o también en Plateruena, la media de edad del público no pasaría mucho de los veinte años.

El hecho de que vuestros dos últimos trabajos («Siempre fue terror» y este EP) se editen en vinilo, ¿es casualidad o hay algo más?

Los verdaderos amantes de la música, o los seguidores de un grupo, siempre hemos tenido algo de fetichistas. El CD como formato está devaluado, durante mucho tiempo se han descuidado las ediciones, cobrándolas además a precios desorbitados. Y lo mismo puedes escuchar una canción en un CD que bajada de Internet. Frente a eso el vinilo es único. Cuando me propusieron hacer «Siempre fue terror» lo que más me sedujo fue la idea de hacer una edición muy cuidada, en vinilo, con portada desplegable, fascículo con fotos, artículos, entrevistas… Y ahora, para celebrar nuestra vuelta, nos apetecía hacer también algo especial para nuestros seguidores. Eso no quiere decir que no volvamos a sacar un CD, pero siempre lo haremos cuidando mucho las ediciones.

Teniendo en cuenta que la voz de Víctor era una de las cosas más características de vuestro sonido, ¿ves como un handicap el tema de la voz en estos nuevos temas?

Es verdad que Víctor tenía una voz muy personal y una gran presencia sobre el escenario, pero eso no era ni mucho menos lo único que caracterizaba nuestro estilo. La mayoría de las canciones de la banda estaban compuestas por mí y eso incluye la forma de cantarlas. La gente que ha escuchado las nuevas canciones se sorprende de que, a pesar de no escuchar la voz de Víctor, le siguen sonando a Vómito. Víctor tenía una voz oscura y áspera, pero yo tengo otros recursos. Ahora me empiezo a sentir realmente cómodo delante del micro. Invito a cualquiera de esos a los que antes he llamado guardianes de la llama sagrada, dogmáticos del punk, a que se dejen de fundamentalismos y nostalgias y comparen «Soy una bomba 2009» con la versión de nuestro primer disco. Lo mismo vale para cualquiera de las otras canciones que hemos vuelto a grabar.

Algo que también os ha caracterizado frente a grupos coetáneos han sido las letras. Tras el primer disco, se caracterizaron por una temática más oscura e influenciadas por la literatura fantástica (como Lovecraft, por ejemplo). ¿Cual ha sido vuestra inspiración tradicionalmente a la hora de componer? ¿Sigue por ahí en esta nueva etapa?

Siempre nos hemos esforzado por formarnos una personalidad propia. También por evolucionar y no estar siempre haciendo la misma canción y tratando los mismos temas. Letras pueden salirte muchas, ¿pero aportan algo nuevo? Nuestra inspiración está claro que viene de nuestras vivencias y de nuestra visión del mundo, pero para hacer las letras hemos utilizado esa poética de lo oscuro, de lo morboso y sangriento. Que como tú bien has dicho viene de nuestra afición por el género fantástico-terrorífico, ya sea en literatura, cine o cómic. Y sí, está claro que teniendo un estilo, en esta nueva etapa los tiros van por ahí. Pero como ya te he dicho, buscando siempre no repetirnos.

¿Cómo ha surgido la versión de los Clash? El tema es de lo más curioso, porque ya la versión original no está muy próxima a vuestro sonido…

Bueno, te diría que escucharas «No puedo parar» en el «A un paso de la locura«. Si te fijas, tiene los mismos acordes y cadencia que «Brand new Cadillac«, que en definitiva son los del más clásico rock´n´roll. Lo que cambia es el riff. Pintu, que es quien ha coordinado todo lo referente al disco, nos propuso hacer ese tema porque sabía que podríamos «vomitizarlo». Por cierto, la canción tampoco es original de los Clash, sino de Vince Taylor, un rocker de los años 50.

¿Qué crees que queda de aquel espíritu punk que caracterizó a tantas bandas, sellos, fanzines,… hace ya más de 20 años?

Yo siempre he creído que mientras haya quién quiera hacerse su propio camino, cuestionándose el estado de las cosas, con espíritu rebelde en definitiva, siempre habrá punks. Cambiarán las etiquetas pero el espíritu permanecerá. Uno de los mejores retratos de un punk lo tenemos en «Rebelde sin causa«, la película de Nicholas Ray de los años 50. Y ahora mismo veo que siguen surgiendo bandas, fanzines y sellos fieles a ese espíritu.

¿Qué fue el Rock Radical Vasco?

Este nombre surgió en el 84 con motivo del concierto Anti-OTAN en Tudela que reunió a La Polla Records, Hertzainak, Barricada, Eskorbuto, RIP, Zarama y Basura. Posteriormente englobó a todos los grupos de carácter combativo que aparecían en Euskadi. La mayoría renegaban de dicha etiqueta y nunca ha dejado de generar controversia. «En nuestro caso siempre hemos dicho que fue un saco donde se metió prácticamente todo lo que musicalmente se hizo en Euskadi en los 80, con grupos que en muchos casos poco tenían que ver, ni estilística ni ideológicamente hablando. ¿Qué tienen que ver RIP con Potato, Su Ta Gar con Eskorbuto o nosotros, no se, con Hertzainak? Ha sido una etiqueta especialmente reduccionista. Creo que ha habido grupos que se han atribuido la paternidad de la etiqueta, según ellos para así hartarse de tocar en movidas como la de «Martxa ta borroka» [conciertos organizados por Herri Batasuna]» comenta Claus.