La multinacional norteamericana Procter and Gamble ha decidido cerrar la planta que la marca Braun tiene en Esplugues, dedicada a la producción de planchas y batidoras. De consumarse la operación, serían en torno a 3000 los empleos, entre directos e indirectos, que se perderían. Nuevamente estamos ante un problema social y político. Social, porque lo […]
La multinacional norteamericana Procter and Gamble ha decidido cerrar la planta que la marca Braun tiene en Esplugues, dedicada a la producción de planchas y batidoras. De consumarse la operación, serían en torno a 3000 los empleos, entre directos e indirectos, que se perderían.
Nuevamente estamos ante un problema social y político. Social, porque lo que está en juego no son sólo los 3000 puestos de trabajo, sino el futuro laboral de las nuevas generaciones de trabajadores de Esplugues y el Baix Llobregat, así como la actividad económica que genera (comercio…). Braun como muchas otras multinacionales (como Samsung, Philips…) tiene un mercado para sus productos en el Estado Español (ha aumentado la producción y venta en los últimos años de forma ininterrumpida) y beneficios (más de 20 millones de euros desde el 2000). Plantea el cierre porque trasladando la producción a países del Este o a China pretende multiplicar sus ganancias. Y es un problema político porque corresponde a la autoridad laboral, es decir, al gobierno de la Generalitat, autorizar o denegar este atropello.
LA GENERALITAT TIENE LA PALABRA
Hay que poner freno a la rapiña de las multinacionales. El comité de empresa y los dirigentes de CCOO y UGT, los sindicatos mayoritarios en Braun, han denunciado la intención de la empresa y han exigido a la Generalitat que rechace el cierre. También el conseller de Treball de la Generalitat ha declarado que no ve motivos para ello, máxime cuando Braun tiene beneficios. Sin embargo, no hay que fiarse: tanto unos como otros han acabado cediendo a los intereses de las multinacionales en ocasiones anteriores (cierres de Samsung, Philips… despidos masivos en Printer, Seat…). Por su parte el ayuntamiento de Esplugues ya ha anunciado que no recalificará los terrenos de Braun para impedir una operación de especulación urbanística (como en los casos de Samsung, Philips, Reno de Medici…)
EXIGIR QUE LA GENERALITAT DENIEGUE EL CIERRE
La última palabra la tiene la Generalitat, a la que hay que exigir que, en defensa de los intereses generales, rechace tanto el cierre como cualquier despido en Braun, interviniendo la empresa si llegara a ser necesario.
Lograr ese objetivo no será fácil. El 7 de junio Braun irá a la huelga. Ha de ser el primer paso de un plan de lucha que exigirá mucha presión, una movilización sostenida y romper el aislamiento, implicando y buscando un amplio apoyo y pronunciamentos favorables en el ámbito sindical, social y político: del sindicalismo de clase y solidario, de colectivos de jóvenes y unitarios como la Xarxa contra els Tancaments i la Precarietat, de asociaciones vecinales y sociales, de ayuntamientos de la comarca, del Parlament de Catalunya…
El problema es de todos: «si la industria se va, el Baix morirá», como han venido coreando jóvenes y trabajadores en las movilizaciones de El Prat, Cornellà y ante otros cierres. Todo este esfuerzo debe ir encaminado a que quien ha de decidir, la Generalitat, finalmente se decante del lado de los trabajadores.
* A Luchar por el Socialismo es una publicación mensual del PRT-Izquierda Revolucionaria, sección oficial en el Estato Español de la Liga Internacional de los Trabajadores – IV Internacional (LITci)