La alcadesa se empleará a fondo en las generales y hasta se plantea ocupar un lugar simbólico en la lista de En Comú Podem. Ada Colau se ofrece a reconstruir la mayoría favorable al referéndum en Catalunya, con Podemos como aliado en Madrid -¿Por qué Barcelona en Comú se implica en las generales y no […]
La alcadesa se empleará a fondo en las generales y hasta se plantea ocupar un lugar simbólico en la lista de En Comú Podem. Ada Colau se ofrece a reconstruir la mayoría favorable al referéndum en Catalunya, con Podemos como aliado en Madrid
-¿Por qué Barcelona en Comú se implica en las generales y no lo hizo con Catalunya Sí que es Pot el 27-S?
-Barcelona en Comú fue una fórmula de éxito porque articuló una candidatura muy amplia y transversal. Al ganar las elecciones nos tuvimos que volcar en el ayuntamiento; no tuvimos tiempo de plantearnos el escenario de las catalanas. Ahora hemos tenido más tiempo para afrontar las elecciones estatales, bastante importantes en el contexto actual y también para defender el proyecto municipalista emprendido en Barcelona y en otras ciudades.
-El mal resultado de Sí que es Pot se ha achacado en parte a que no tuvo su apoyo. ¿Se arrepiente?
-No me arrepiento. Yo aquí soy un soldado, formo parte de Barcelona en Comú, pero no de sus órganos de dirección. Las elecciones fueron excepcionales, con un marcado carácter plebiscitario a causa de la anomalía democrática del PP. La polarización dificultó la tarea de ICV y Podemos de articular una voz propia, con matices. No sé si Barcelona en Comú hubiera cambiado eso.
-Si se lo piden, ¿la soldado Colau cerrará la lista de En comú Podem?
-Soy alcaldesa de Barcelona, nunca me plantearía ir en una posición de salida. Pero si la candidatura me pide que ocupe un puesto simbólico y hay un amplio consenso, sí me lo puedo plantear.
-¿La lista que encabeza Xavier Domènech es independentista?
-En Comú Podem es una lista democrática, que está por el referéndum. Recoge la sensibilidad mayoritaria en Catalunya sobre la necesidad de un referéndum, y ahí caben defensores del sí a la independencia, federalistas y partidarios del ‘no’. Somos una candidatura plural con este eje democrático que el PP, Ciutadans y desafortunadamente el PSOE niegan de raíz. Podemos es la única fuerza con vocación estatal que con valentía defiende el referéndum y reconoce las diferentes naciones y soberanías que existen en España.
-Para En Comú Podem y el resto de grupos asociados a Podemos, ¿el referéndum vinculante en Catalunya será una condición sine qua non en la votación de investidura del próximo presidente del Gobierno?
-Habrá que valorarlo en su momento, pero sí, ese es el pacto de mínimos con Podemos.
-¿La república catalana que defiende sería un Estado independiente?
-No necesariamente. Hablo de los valores republicanos, del republicanismo laico, de la memoria de Companys y de Ferrer i Guàrdia. Una república catalana puede estar federada con la república española, puede haber diferentes fórmulas de federación o de confederación, en cualquier caso fraternas. Han pasado muchas décadas desde la Constitución del 78 y hay que actualizar el modelo de Estado.
-El 20-D también dirimirá la hegemonía de la izquierda en Catalunya.
-Todos los votantes de izquierdas tenemos un objetivo común: sacar al PP, que es un obstáculo para la democracia y un problema para Catalunya, la economía, los derechos sociales y la lucha contra la corrupción. Hay que evitar que el PP tenga mayoría, solo o con Ciudadanos.Pero también es preciso mejorar la democracia y la participación política, y creo que ese anhelo de cambio lo recoge mejor, En Comú Podem, con Xavi Domènech, que alguien como Carme Chacón, que lleva décadas en política, aprobó como ministra el desahucio exprés y se opone al derecho a decidir. En el espectro independentista ERC está claramente posicionada, pero no tiene aliados en el Estado. Por contra, En Comú Podem puede atraerse a quienes quieren avanzar en el proceso soberanista, sean independentistas o federalistas, porque sí tiene una aliado estatal en Podemos, favorable al referéndum. Cuando en Catalunya haya un proceso constituyente y un referéndum, pactados o no, interesará mucho temer aliados fuertes en el Estado.
-A su juicio, ¿el 27-S legitimó una declaración unilateral de independencia?
-No, eso no está sobre la mesa porque no ha salido de la votación. Hay una mayoría de diputados independentistas pero no una mayoría suficiente de votos, y por tanto no permite dar ese paso. El Parlament puede hacer las declaraciones que considere oportunas, pero debemos preguntarnos qué es más útil ahora para avanzar en la soberanía de Catalunya. Más allá de quienes se declaran independentistas, hay una gran mayoría favorable al referéndum; esa es la mayoría que tenemos que recuperar. Los independentistas más convencidos ahora deberían trabajar mucho más para tender puentes de diálogo con quienes podemos dudar sobre la independencia pero tenemos un claro compromiso con Catalunya como sujeto soberano y con la necesidad del referéndum. En un contexto electoral como el presente existe la tentación de polarizar, pero es mejor tender puentes y buscar acuerdos amplios.
-Y en este clima preelectoral está en juego la investidura de Mas…
-Aquí expreso mi perplejidad. Junts pel Sí tiene un problema que se llama Convergència, a la que han disfrazado y escondido porque pierde mucho apoyo por los casos de corrupción que se le acumulan. Es contradictorio poner a Mas de número 4 en la lista y tras las elecciones decir que todo el mundo sabía que él sería el ‘president’. Si Junts pel Sí de verdad se cree su relato, que lo importante es la soberanía de Catalunya, no debería ser absolutamente incuestionable que Mas sea ‘president’. Es Junts pel Sí la que debe resolver esta contradicción.