No se me olvida una concentración en la Puerta del Sol, tras los fusilamientos en Cuba en abril de 2003, con presencia masiva del PP, de la extrema derecha, de la gusanera cubana; y a la que asistieron, diputados y miembros de la dirección del PSOE. Por supuesto, estaban también allí Fidalgo y Méndez, máximos […]
No se me olvida una concentración en la Puerta del Sol, tras los fusilamientos en Cuba en abril de 2003, con presencia masiva del PP, de la extrema derecha, de la gusanera cubana; y a la que asistieron, diputados y miembros de la dirección del PSOE. Por supuesto, estaban también allí Fidalgo y Méndez, máximos dirigentes de los sindicatos mayoritarios, CC.OO. y UGT.
En un escenario político dominado por una manipulación extremada de la «opinión pública», y en una coyuntura determinada por procesos políticos extremadamente importantes -tanto internacionales como estatales-, publicamos hoy la segunda parte de la entrevista con Ángeles Maestro . La dirigente de Corriente Roja afronta, sin ninguna reserva ni subordinación a cálculos electorales, los temas políticos más importantes: desde el proceso de auge del fascismo en el estado español y el problema político vasco; hasta la naturaleza fundamental de la política exterior española, subordinada sin reservas a la política global de los EEUU. El origen fraudulento de la entrada en la OTAN y las terribles consecuencias en la pérdida de soberanía, y en la eliminación del movimiento popular y las organizaciones políticas de izquierda, son analizadas extensamente.
AZNAR Y EL FASCISMO
Antonio Maira.- En los últimos meses hemos vivido una movilización del Partido Popular para condicionar y limitar el juicio del 11-M, y para liquidar el proceso de Paz. ¿Cómo explicas esta coyuntura que estamos viviendo?
Ángeles Maestro.- Tras la imprevista victoria electoral del PSOE el 14 de marzo y el fracaso de su estrategia de atribuir los atentados de Atocha a ETA, se desmorona un modelo que ha regido la vida institucional durante casi tres décadas. Los pilares de ese modelo, los remueve el pueblo en la calle, rabioso, exigiendo responsabilidades, dejando en evidencia al PP, y también a toda la clase política.
Ese modelo, clave para legitimar todo el engranaje político de la Transición, tenía su columna vertebral en la política antiterrorista -protagonizada por PSOE y PP- y apoyada en mayor o menor grado por el resto de los grupos parlamentarios. Se sustenta en un gran consenso político y sindical en torno a dos planteamientos ideológicos: el carácter neutral -«por encima de intereses partidistas»- del estado y sus aparatos, y la negación cerril del contenido político del conflicto vasco. Todo ello ha tenido graves consecuencias en la construcción de una ideología casi fascista que ha impregnado a buena parte de la clase trabajadora del estado español.
A.M.- ¿Así pues hay un consenso básico que explica la barbarie, la irracionalidad y la manipulación extrema, presentes en el escenario político? ¿Puedes poner otros ejemplos?
Angeles Maestro.- No se me olvida una concentración en la Puerta del Sol, tras los fusilamientos en Cuba en abril de 2003, con presencia masiva del PP, de la extrema derecha, de la gusanera cubana; y a la que asistieron, diputados y miembros de la dirección del PSOE. Por supuesto, estaban también allí Fidalgo y Méndez, máximos dirigentes de los sindicatos mayoritarios, CC.OO. y UGT.
Tampoco se me olvida la «Carta abierta contra la represión en Cuba», aparecida el 7 de junio de ese mismo año en El País, orquestada por la Asociación Encuentro de Carlos Alberto Montaner y el grupo PRISA; y suscrita por decenas de miembros de la «intelectualidad progresista» española -que en su inmensa mayoría come de la mano del grupo PRISA-, y por Gaspar Llamazares.
A.M.- ¿Podría decirse que ese consenso básico le abre un camino franco al fascismo evidente del PP?
Ángeles Maestro .- Ese consenso básico entre «derecha e izquierda» sobre una ideología profundamente reaccionaria: «todos contra el terrorismo» y anticomunista, explica en buena parte que las convocatorias del PP -apoyadas por la jerarquía eclesiástica, y el emporio de la enseñanza religiosa también ingentemente alimentado por todos los gobiernos de la «democracia»-, trufadas de simbología fascista, hayan tenido un eco popular nada desdeñable. A ello hay que añadir la generosa financiación concedida por los gobiernos PSOE y PP a asociaciones como la AVT desde los presupuestos generales del Estado, lo que les ha permitido dotarse de una importante infraestructura organizativa.
A.M.- ¿Qué ocurre con el poder judicial y su proclamada independencia? ¿Cuál es el papel o la autonomía política de Zapatero?
Ángeles Maestro .- El PP está jugando a fondo todas las bazas que le ofrece un aparato judicial -sin depuración alguna desde la dictadura-, y un poder mediático muy importante.
El cambio de guión, tímidamente emprendido por Zapatero, opera a contrapié, con un escenario diseñado para otra película. El PP se opone férreamente al proceso de paz en este momento, porque lo encabeza el PSOE y porque conecta con lo más rancio de la derecha imperial española, hegemónica en el PP. Pero, sobre todo, porque le priva del discurso político de «todos contra el terrorismo» que es el que permite narcotizar el pensamiento, difuminar la lucha de clases e imponer las más dura represión en aras de la «seguridad».
El PSOE, con su presidente a la cabeza, pretende -aparentemente- andar otros caminos; pero sin romper con el discurso anterior, que es el que mejor se adapta al modelo de la derecha y que parece reservar al PP jugosos réditos electorales.
P.- Este diario digital ha lanzado una «Campaña para el procesamiento de Aznar» basada en la realización de cuatro grupos de crímenes: complicidad e intervención directa en una guerra de agresión y genocida; responsabilidad directa en la matanza del 11-M, por situar al pueblo español en una situación de riesgo grave de represalias a consecuencia de la agresión criminal a Iraq; negación de la justicia, con burla y ensañamiento, a las más de 2.200 víctimas del atentado de los trenes; finalmente -tal vez el crimen más infame-, complicidad con los autores del 11-M al desviar la responsabilidad de los actores de la matanza hacia ETA y hacia pueblo vasco en su conjunto. ¿Qué opinas del procesamiento? ¿Es posible? ¿Es la campaña, además de una demanda de justicia contra un criminal de guerra, una idea fuerza para movilizar y para crear conciencia?
Ángeles Maestro .- El procesamiento de Aznar, su encausamiento por crímenes de guerra y por haber urdido un complot contra el pueblo vasco y contra el derecho a la verdad del resto de los pueblos del estado, supondría una derrota de algo que pesa como una losa en la conciencia popular: la impunidad del crimen de estado y, en consecuencia, la total indefensión de los pueblos ante los gobiernos criminales.
La posibilidad de los pueblos de obtener alguna victoria alienta y fortalece la capacidad de lucha, máxime en un país como el nuestro en el que los avances han sido efímeros y la represión feroz.
Sin embargo conviene no olvidar que los únicos gobernantes procesados y condenados han sido los enemigos del imperio -Milosevic y Sadam Husein- que pagaron la osadía con su vida.
A.M.- ¿Cuáles son las contradicciones entre el gobierno PSOE y el PP?
Ángeles Maestro .- El sistema político que surge de la Transición se sustenta en un aparato del estado que deja intacta la herencia de la dictadura y que tiene en la monarquía su garantía de supervivencia. Adopta los cambios formales imprescindibles para homologarse como democracia burguesa, para llevar a cabo la agenda del capitalismo español de integración en la Comunidad Económica Europea y continuar desarrollando su función de supeditación militar y económica al imperialismo de EE.UU.
Ese programa estratégico, y ese es el determinante político fundamental, es compartido al 100% por el PP y por el PSOE.
El surgimiento inesperado del gobierno Zapatero, producto directo de un ascenso de la lucha popular y del enfrentamiento a la guerra contra Iraq, cambia en parte el escenario político. Se mantiene implacable la agresión a la clase obrera, el alineamiento con los imperialismos europeo y estadounidense, pero intenta abordar – una vez más – está por ver si con mayor decisión, la solución del conflicto vasco.
El PSOE y sus acólitos de la izquierda institucional son rehenes de su historia. El pueblo vasco -que ha sabido mantener sus organizaciones ante la más dura represión-, se fortalece ante las agresiones y exige respuestas políticas.
Este gobierno, que pretende abrir vías de diálogo, sin cambiar estructuralmente nada, está atrapado.
EUSKADI Y EL PROCESO DE PAZ
A.M.- Uno de los logros de Corriente Roja ha sido, sin duda, la apertura política e informativa de un escenario antes cerrado a cal y canto, negado absolutamente fuera de las fronteras de Euskadi.
Ángeles Maestro .- Este es, sin duda, uno de los temas fundantes de Corriente Roja y que la sitúa como la organización estatal que más claramente une el cuestionamiento radical de la constitución de 1978, con la necesidad práctica y prioritaria de vincular la lucha de clase y popular en el conjunto del estado con la izquierda abertzale.
La relación con la izquierda abertzale no se plantea para Corriente Roja solamente como vínculo solidario con un pueblo brutalmente reprimido -que también-, sino sobre todo como una necesidad estratégica para la izquierda revolucionaria del resto del estado, a partir del análisis de los objetivos comunes de lucha.
A.M..- ¿Qué problemas encuentra este trabajo político?
Ángeles Maestro .- Es un trabajo duro porque debe enfrentar y deshacer una ideología destilada gota a gota durante treinta años en el pueblo. Es una ideología de tintes parafascistas, de legitimación de los aparatos del estado y su represión; que acepta leyes y tribunales de excepción metiendo en el mismo saco a ETA y al conjunto de medios de comunicación y organizaciones de la izquierda abertzale.
Una vez más, hay que reiterar que todo este trabajo ideológico de dominación no habría podido llevarse a cabo sin la eficaz colaboración de una izquierda política y sindical que no ha dudado en ponerse detrás de pancartas y discursos de «todos contra el terrorismo», como bien se visualizó en la manifestación de Madrid el 12 de marzo de 2004, aceptando «de facto» la autoría de ETA en los atentados de Atocha.
Sin arrogarnos más inteligencia que la que posibilita el pensamiento independiente, Corriente Roja fue capaz de enfrentarse a ese discurso. Emitió dos comunicados el mismo día 11 y el 12 de marzo -que pueden consultarse en nuestra web-, negando la autoría de ETA, desenmascarando a la clase política en su conjunto y señalando la responsabilidad política del gobierno del PP por su complicidad en la invasión de Iraq.
A.M.- ¿Cómo calificas la Ley de Partidos?
Ángeles Maestro .- Es una Ley hecha ex profeso para negar los derechos políticos de la izquierda abertzale. Es una Ley «ad hoc» y por ello vulnera principios jurídicos básicos y niega la más elemental democracia.
Está hecha en el marco de la ola represiva que surge tras el 11S en EEUU y que los partidos políticos de la UE asumen, tirando por la borda la supuesta «especificidad democrática» europea. La Euro-orden de detención europea, que quebranta gravemente la seguridad jurídica, que considera delito terrorista impedir – mediante una huelga, por ejemplo, el normal funcionamiento de los servicios públicos – y que fue votada por populares, socialistas, y buena parte del Partido de la Izquierda Europea – incluidos los representantes de IU – es buena muestra, tanto del sometimiento de la izquierda institucional al discurso dominante, como de la manera en que la burguesía liquida su defensa de las libertades cuando la movilización popular arrecia.
A.M.- ¿Cuáles son los precedentes de la Ley de Partidos en el estado español?
Ángeles Maestro .- Hay un elemento que precede a esta oleada represiva internacional en el estado español y que ha abonado el caldo de cultivo para la criminalización de las ideas que la Ley de Partidos comporta.
El Código Penal de 1996 establece un delito de opinión como es la «apología del terrorismo», con toda la ambigüedad que ello supone. Se traspasa la, hasta ahora, infranqueable frontera de la democracia burguesa de calificar sólo el acto como punible, para arremeter contra la expresión de ideas.
P.- ¿Cómo se está utilizando en este momento la Ley de Partidos?
Ángeles Maestro .- Hay un elemento más en la utilización Ley de Partidos, que está detrás de las dificultades para la presentación de la izquierda abertzale a las próximas elecciones municipales.
La importante fuerza real de Batasuna, que está en condiciones de reflejarse en una creciente representación institucional, es una amenaza directa a la cuota de poder del PNV y de IU-Ezker Batua que, sin duda, está alimentando la escandalosa falta de compromiso de estas organizaciones con un asunto trascendental para el proceso de paz.
La irrupción electoral de la izquierda abertzale amenaza el status quo de la organizaciones vascas y rompería un escenario político en el conjunto del estado, compuesto por partidos sin fuerza y/o sin voluntad, de cuestionar los pilares del sistema político.
A.M.- ¿Qué habéis aprendido de la izquierda abertzale?
Ángeles Maestro .- El tesoro más grande, el ejemplo más importante de la izquierda abertzale es su fusión con el pueblo vasco, la penetración de sus organizaciones en la estructura misma de la sociedad vasca y la capacidad para articular democráticamente esa diversidad de movimientos y esa pluralidad ideológica.
De ahí emana la fuerza para resistir, para saber que hay momentos más difíciles y tiempos mejores, pero que la lucha continúa hasta conseguir la realización de sus objetivos como pueblo. Y eso no es una cuestión de vanguardias, eso lo sable, lo dice y lo vive la gente.
Eso no se reproduce mecánicamente, no se aprende. Es el proyecto histórico, construido y decantado a lo largo del tiempo, y representado en una organización.
A.M.- ¿Qué le habéis enseñado, a tu juicio, a la izquierda abertzale?
Ángeles Maestro.- Por nuestra parte les hemos mostrado con palabras y con hechos, muy modestos, los que hemos podido (un ejemplo fue pedir el voto para el PCTV), que hay organizaciones no nacionalistas que compartimos buena parte de sus objetivos frente al estado español; que buscamos la interlocución y la coordinación con ellos en el marco de la luchas obreras y sociales; y que estamos dispuestas a enfrentar el riesgo de que nos criminalicen, de que nos persigan, por defender el derecho del pueblo vasco y de los demás pueblos del estado español al ejercicio real y concreto de su derecho a la autodeterminación.
A.M.- ¿Es posible una coordinación política en la lucha contra el sistema?
Ángeles Maestro .- Ese proceso está empezando a concretarse.
Está gestándose el camino de la construcción de confianza que debe y puede cosechar frutos importantes en el terreno sindical, de los movimientos sociales y en el ámbito político.
El reencuentro -y digo bien, porque existió y fue truncado-, tiene carácter estratégico, creo que para ambos. Tiene que producirse sin supeditaciones de tiempos, aceptando el desarrollo desigual evidente de capacidades y organización, con independencia mutua y sin pretender copias mecánicas de fórmulas organizativas y de métodos de lucha.
LA OTAN, LA UE, EEUU Y LA POLÍTICA EXTERIOR DE ESPAÑA
A.M.- ¿Fue la entrada en la OTAN el fin y la definición plena de la transición?
Ángeles Maestro .- Eso fue exactamente. La entrada en la OTAN estuvo detrás de la dimisión de Suárez y del golpe de Estado del 23 F . La intervención de EE.UU. en la Transición está ampliamente documentada en dos libros indispensables sobre este asunto: el de Joan Garcés «Soberanos e Intervenidos»(Siglo XXI, 1996) y el reciente de Alfredo Grimaldos «La CIA en España».
El papel militar de España era y es crucial para los intereses imperialistas y los EE.UU. controlaron líderes de partidos y sindicatos, intervinieron, cooptando la cúpula militar, los medios de comunicación y todo aquello que pudiera tener capacidad de influenciar decisiones políticas y opinión pública. El intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, en todas sus versiones de las cuales formaba parte el rey, fueron bien conocidas por la Embajada EE.UU., quien hizo declaraciones públicas en los momentos cruciales, considerándolo un asunto interno.
A.M.- ¿Qué se puso en evidencia en aquél referéndum ganado por Felipe González después de una presión mediática y política enorme, incluidas la coacción y el chantaje, colocando a los partidarios del «no» en una situación de inferioridad que resultó insuperable?
Ángeles Maestro .- Fue la enésima derrota de un pueblo que se intentaba levantar y organizar contra sus líderes traidores.
El «No» ganó en Euzkadi y en Canarias. El «Si» ganó en el resto -dijeron- mediante amenazas brutales de golpe de estado propiciado por EEUU, esgrimido por quien -desde siglas de la izquierda- gobernaba con mayoría absoluta.
Fue un mazazo a cualquier ilusión de pensamiento independiente. Se habló de pucherazo electrónico. Si ocurrió, hasta hoy no se ha podido demostrar, pero es evidente que, para la generación que lideró el movimiento anti-OTAN, supuso una tremenda conciencia de derrota, de impotencia.
Era justo lo que hacía falta para desvertebrar una generación que vivía la penetración de las políticas neoliberales, el hundimiento de los proyectos de transformación social y la disolución/integración de organizaciones políticas que representaban la legitimidad de la lucha.
La narcotización de la juventud de la mano de la «movida de los 80» y la penetración a gran escala de la droga en los barrios obreros hizo el resto.
A.M.- ¿Cómo actuó el PC en aquella ocasión? ¿Aceptó el resultado de un referéndum inaceptable, aferrándose a la vigilancia del cumplimiento de aquellas famosas condiciones que establecía la pregunta: «Reducción progresiva, no nuclearización, no integración en la estructura militar?
Ángeles Maestro .- Hay una anécdota muy significativa que cuento como la viví y que da idea de la degradación del PCE ya entonces.
Cuando se produjo el referéndum de la OTAN en 1986, yo estaba en Talavera de la Reina, militando en la base y sin ninguna idea de lo que se cocía en las alturas. Me dejé la piel allí ,como tantos militantes, consciente de que era un asunto clave en nuestra historia. Recuerdo que al saber que habíamos perdido, allí en la sede del PCE, enfermé literalmente, de agotamiento y de tristeza.
Diez años después, cuando era diputada, supe que Ramón Tamames y algún otro tertuliano, dijeron en alguna radio que había habido un «pucherazo» electrónico. A mí, que nunca había oído semejante cosa, me pareció que era importantísimo poder averiguar qué había sobre ello. Creí y creo, que la pérdida de ese referéndum fue un mazazo más en la larga historia de derrotas populares que pesa como una losa en el inconsciente colectivo y que, dadas las circunstancias en las que se produjo, cuando había la esperanza fundada de que se podía ganar, era importante investigar. Recordaba que se tardó mucho en dar los resultados definitivos. Me puse a ello.
Hablé con Tamames, con Herrero de Miñón, e intenté deshacer la madeja. Alguien me dijo que el pucherazo, relativamente fácil al tratarse de circunscripción única, se había producido en Galicia. Pedí al Ministerio del Interior y obtuve la información electrónica que se conservaba, pero de ella no se deducía nada. Hablé con Gerardo Iglesias, entonces secretario general del PCE. Me dijo que algo habían sabido, pero que no habían hecho nada porque al haber pedido Alianza Popular la abstención, y el PSOE el sí, investigar «hubiera sido hacer la pinza». Me quedé helada. La respuesta de quien era el máximo representante de PCE da una idea contundente de la falta de independencia más denigrante y de la medida de la integración de esta organización en el sistema. Así mismo refleja el grado de intervención y de debilidad política e ideológica con la que surge IU.
La pregunta que cabe hacer es: ¿habrían hecho hoy el PCE e IU ante esas circunstancias, algo diferente de lo que el PCE no hizo entonces? Yo estoy segura de que no.
A.M.- Por un lado, Felipe González rompió con una promesa electoral expresa; por otro lado, los medios de comunicación se alinearon de manera grosera con las posiciones del gobierno. Yo recuerdo a El País recomendando en sus editoriales la confirmación de la permanencia en la OTAN si ganaba el «no» en el referéndum, argumentando que el referéndum no era vinculante y que el parlamento -«verdadero depositario de la soberanía»- había aprobado la integración en la Alianza Atlántica. ¿Supuso eso la ruptura de todo vínculo democrático en los procesos electorales? ¿Supuso también la consolidación definitiva de Falsimedia como estructura orgánica de manipulación informativa y fabricación de opinión al servicio de los grandes poderes económicos?
Ángeles Maestro.- Lo que sucedió en torno al referéndum de la OTAN fue uno de los mayores asaltos a la soberanía popular que han sufrido los pueblos del Estado español. Se orquestó un tremendo chantaje. Se utilizó la amenaza directa de golpe de estado, rememorando el 23 F y la vuelta a la dictadura, se levantó el espantajo de la intervención de EE.UU., la pregunta de quién gestionaría el NO – pervirtiendo la naturaleza de un ejercicio de democracia directa, todo ello desde la Presidencia del Gobierno.
Se clausuró «La Clave» un espacio de TVE de gran audiencia, precisamente tras emitir un programa de debate plural y abierto sobre la OTAN. En cada pueblo, y eso lo viví en Talavera de la Reina, los esbirros del alcalde de turno del PSOE, salían armados con palos a amedrentar o a agredir a los que pegábamos carteles por el NO, los servicios municipales de limpieza arrancaban los carteles – en plena campaña – según los pegábamos. La campaña institucional era abrumadora, mientras los Comités anti-OTAN no tenían ningún espacio. Se utilizó el poder como en los referéndums de Franco. Se hizo lo que siempre ocurre en la democracia burguesa, se utilizan los mecanismos necesarios para aplastar a las organizaciones opositoras y el nivel de represión es, ni más ni menos, que el necesario para conseguirlo.
Se instaló, una vez más, en el inconsciente colectivo, la idea de la derrota inevitable, de que no había nada que hacer, la conciencia de la impotencia. Máxime cuando las supuestas grandes organizaciones no tenían la menor voluntad de dar la batalla en serio.
A.M.- Años después, España participaba en la guerra de Yugoslavia que rompía toda la legalidad internacional: «Sin autorización de la ONU pero siguiendo el espíritu de la ONU», decían en aquel momentos sujetos impúdicos como Solana. ¿Qué supuso aquello? ¿Que lugar ocupamos con la participación en aquella guerra?
Ángeles Maestro.- La guerra contra Yugoslavia supuso la ruptura con la literalidad del derecho internacional que la guerra de 1991 contra Iraq había iniciado. Supuso la sustitución de la ONU por la OTAN en una guerra en el corazón de Europa y la mayor evidencia de la supeditación de la Unión Europea a EE.UU. El ataque más brutal de la OTAN contra Yugoslavia coincidió con la puesta en marcha de la UE y del euro. En medio de los bombardeos contra el pueblo yugoslavo en 1999, tuvo lugar la Cumbre de Washington de la OTAN en la que se decidió que los países del tratado Atlántico podían intervenir fuera de sus fronteras, se definió la guerra preventiva dos años antes del 11 S ante amenazas a la seguridad en el acceso a los recursos energéticos de los países miembros, ante la utilización de armas de destrucción masiva de países no miembros de la OTAN e incluso, ante migraciones masivas. Dos años antes de la Estrategia de Seguridad de EE.UU. , se define, con la aquiescencia de los países miembros, la guerra global permanente. Pero es preciso destacar que todo ello se produjo sin resistencia popular digna de mención. En el estado español, la IU de Julio Anguita tuvo la decencia de oponerse, a diferencia del Partido Comunista de Francia, pero con gran oposición interna.
El aparato mediático del imperialismo logró introducir en amplios sectores e la izquierda la consigna «Ni OTAN, ni Milosevic», reverdeciendo y apoyándose en un anticomunismo visceral y en la identificación del gobierno yugoslavo con la exURSS, que impidió levantar un movimiento potente contra la agresión imperialista.
A.M.- Después del 11-S, a la sombra de este atentado, Bush inicia su gran «guerra mundial antiterrorista» y hace público el documento estratégico fundamental: «Nueva estrategia de Seguridad nacional de los EEUU», que define un «orden internacional» regido por la voluntad imperial de los EEUU. Inmediatamente después de que Bush haya realizado un ejercicio perfecto del poder arbitrario definido en el documento -la invasión de Iraq-, Solana presenta a la UE en la cumbre de Salónica un documento estratégico descaradamente igual al aprobado por el presidente de los EEUU. ¿Qué significado tienen esto? ¿Cómo funciona la estructura EEUU- OTAN- UE?
Ángeles Maestro .- Todo cuadra en la estrategia imperial después del 11S. Sin entrar analizar los datos concretos que apuntan en una dirección compatible con acciones previas como Perl Harbour o el hundimiento del Maine, y nada permite dudar, en la criminal historia de EE.UU., de que sus dirigentes se detengan ante nada en función de sus intereses. Lo que es evidente es que el 11S es utilizado por la maquinaria imperialista como el gran elemento legitimador de una estrategia de guerra antiterrorista sin precedentes contra los gobiernos y los pueblos que se enfrentan a sus intereses económicos y contra las libertades y los derechos de su propio pueblo. El documento de Javi er Solana presentado en la Cumbre de Salónica, el alineamiento de los países europeos de la OTAN – incluida España – en la ocupación de Afganistán, de la ex Yugoslavia o del Líbano, reflejan una estrategia imperialista común. Cada cual juega su papel militar, de garantía a sus empresas en el reparto de los recursos y los beneficios, de cobertura mediática para mantener narcotizados a su pueblos.
El imperialismo de EE.UU y la UE, junto a sus instrumentos comunes la OTAN y el Consejo de Seguridad de la ONU, forman parte de un engranaje común con tareas integradas bien definidas
Valga también para ilustrar esta afirmación el hecho de que el gobierno Zapatero haya conseguido el récord del mayor gasto militar de la historia en 2006 y que haya situado al estado a la cabeza de gasto en I+D militar de la OCDE, sólo por detrás de EE:UU.
A.M.- ¿Cuál es la doctrina estratégica del estado español?
Ángeles Maestro .- Desde que la dictadura de Franco, tan patriota ella, vendió la soberanía militar con la instalación de las bases de EE.UU. a cambio de su reconocimiento internacional principios de los años 50, el lineamiento del estado español con el imperialismo yanki no ha hecho más que reforzarse con todos y cada uno de los gobiernos de la «democ Castro (RR.II.Cuba) ([email protected]) racia».
La penetración de la CIA en la jerarquía militar, política, de los medios de comunicación, de los partidos políticos institucionales, ha sido avasalladora -nunca mejor dicho-, como bien documenta el libro de Alfredo Grimaldos «La CIA en España».
Los gobiernos del estado español del PP y del PSOE, la UE y su -por ahora fracasado intento de Constitución Europea- representan el alineamiento del capitalismo europeo, a través de la OTAN, con el imperialismo de EE.UU. para el expolio de los pueblos de Oriente Medio y del resto del mundo. Las contradicciones, que existen, sólo expresan la competición por el reparto de la tarta que su juega en el terreno estricto del grado de intervención militar.
A.M. ¡Qué diferencias hay entre la intervención militar en Iraq que realizó Aznar y la intervención militar en Afganistán que está realizando Zapatero?
Ángeles Maestro .- La única diferencia es la que la movilización popular impuso. El alineamiento más estricto persiste. La presencia militar del ejército español se ha multiplicado en Afganistán, se ha colaborado de forma destacada en la ocupación de Líbano, se participa en el criminal asedio de Palestina, ejerciendo el chantaje más ignominioso sobre la voluntad política de su pueblo, se aumentan las relaciones económicas privilegiadas y la compra-venta de armas con el gobierno sionista, se colabora decisivamente a través de la OTAN en la escalada militar para el control del mediterráneo oriental y, como expresión concreta del alineamiento militar, el gasto en «defensa» del gobierno PSOE ha sido en 2006 el más alto de la historia, 32 veces más alto que el destinado a cultura.