La actividad que Israel ha podido mantener durante tantos años, ha sido posible y lo es ahora, gracias al apoyo económico y financiero y al apoyo político, legal y mediático de EEUU, pero también de la Unión Europea y de nuestro Gobierno. Sin todo esto, un país impuesto y mantenido con tanta violencia no hubiera […]
La actividad que Israel ha podido mantener durante tantos años, ha sido posible y lo es ahora, gracias al apoyo económico y financiero y al apoyo político, legal y mediático de EEUU, pero también de la Unión Europea y de nuestro Gobierno. Sin todo esto, un país impuesto y mantenido con tanta violencia no hubiera podido existir. Israel es fruto de la complicidad, lo mismo que sus crímenes.
Es tremendo lo que está pasando ahora en Líbano, Gaza, Nablus, Jericó, Jenín y en toda Palestina. La destrucción en un tiempo record de las infraestructuras libanesas, impide la llegada de ayuda humanitaria y, en Palestina, es el propio ejército israelí quien bloquea la ayuda. El objetivo es causar el mayor daño a la población, como está sucediendo, y las víctimas y el objetivo es la población civil. No hay efectos colaterales, simplemente se está destruyendo la infraestructura civil que es la única que hay. Líbano no tiene ni tecnología ni infraestructura militar ¿Alguien ha visto en Líbano algún avión o tanque que no sea israelí made in USA? y ¿qué tiene Palestina?
El bloqueo, bombardeo y la destrucción tanto de Líbano como de Palestina está siendo dirigida por Amir Peretz, Ministro de Defensa y líder del Partido Laborista israelí, que forma parte de la Internacional Socialista (IS) en la que también se encuadra el PSOE. Nadie desde la IS, ni desde el PSOE ha movido ni un dedo para condenarlos y expulsarlos de la IS. Claro que su predecesor Simón Peres, el promotor que ideó El Muro y tantos atropellos contra Líbano y Palestina, participó durante años en la reuniones de la IS y nunca fue amonestado y menos expulsado.
La condena por parte del Gobierno español, sólo es pasa de lamentar una situación desagradable, sin que parezca haya responsables. Pero, seguimos exportando armas a Israel para que puedan continuar con las matanzas. No se denuncian los acuerdos comerciales preferentes y siguen las importaciones y exportaciones de todo tipo. El Gobierno mantiene a su embajador y ni siquiera le llama a consulta. No expulsan al embajador israelí que, además, está realizando intervenciones y haciendo declaraciones ofensivas. El Gobierno no ha tomado ningún tipo de medidas y no ha presentado denuncia alguna ante los organismos internacionales por la agresión a un país soberano como es Líbano, o a una tierra ocupada como es Palestina.
En cualquier diccionario a todo esto se le llama complicidad y cuando se condena con tanta falsedad, hipocresía.
El apoyo sin paliativos del Partido Popular al bombardeo y bloqueo de Líbano y de Palestina, les lleva más allá de la hipocresía y de la complicidad, aunque de una manera o de otra, los efectos de la actitud de ambos sean los mismos, pues los asesinatos continúan, los muertos aumentan y la tragedia parece no tener fin.
Gobierno y oposición, dicen que hay que luchar contra el terrorismo, pero para poder hacerlo a gran escala, la mejor solución que se les ocurre es colaborar con Israel; son los expertos.