Como cada Gudari Eguna, el cementerio de Zarautz acogió ayer el acto en recuerdo de Jon Paredes Txiki y Ángel Otaegi, fusilados por el régimen franquista hace 38 años. Familiares y allegados estuvieron acompañados por una amplia representación institucional, que ya estuvo presente en el acto del año pasado, aunque en menor número. El de […]
Como cada Gudari Eguna, el cementerio de Zarautz acogió ayer el acto en recuerdo de Jon Paredes Txiki y Ángel Otaegi, fusilados por el régimen franquista hace 38 años. Familiares y allegados estuvieron acompañados por una amplia representación institucional, que ya estuvo presente en el acto del año pasado, aunque en menor número. El de ayer fue el primer acto en recuerdo de ambos militantes vascos desde que fueran reconocidos como víctimas de la violencia del Estado por la Cámara de Gasteiz.
En el homenaje participaron el coordinador de Política de Víctimas del Gobierno de Lakua, Txema Urquijo, y la exparlamentaria de Aralar y actual asesora de la Secretaría de Paz y Convivencia que dirige Jonan Fernández, Aintzane Ezenarro, así como la exdirectora de la Oficina de Atención a Víctimas del Terrorismo de Lakua, Maixabel Lasa, junto al representante de Sortu Joxean Agirre, el exdiputado general y portavoz del PNV en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Markel Olano, y concejales y junteros de PNV, Bildu y PSE, o el periodista zarauztarra Gorka Landaburu, entre otros.
El hermano de Txiki Kepa Paredes destacó que el reconocimiento ha supuesto «un paso adelante» y abogó por que otras víctimas también lleguen a ser reconocidas.
Martxelo Álvarez, representante de Ahaztuak 1936-1976, la asociación por la recuperación de la memoria histórica que organizó el homenaje, denunció que «la impunidad del régimen franquista está más vigente que nunca». La Ley de la Memoria Histórica es «una ley de punto final», porque avala «la ley de amnistía que hace imposible juzgar a responsables del franquismo», manifestó
La herencia de la lucha
Sortu recordó ayer, Gudari Eguna, la muerte de Txiki y Otaegi fusilados junto a cinco militantes del FRAP el 27 de setiembre de 1975 y denunció que a lo largo de 38 años los estados español y francés «han escondido y blanqueado la represión contra todos aquellos sectores y personas que han luchado por Euskal Herria y la libertad» y «han silenciado también nuestro sufrimiento». «Como en los últimos 38 años, como desde siempre, con todos los caídos en la lucha en el recuerdo, seguiremos organizándonos y luchando hasta liberar Euskal Herria», indicó.
En Ipar Euskal Herria, la celebración del Gudari Eguna estuvo marcada por el recuerdo de las víctimas del GAL. En la movilización en Baiona Ttipia tuvo especialmente presente el secuestro de Joxi y Joxean o la ejecución de Kattu, y se rindió homenaje a Xabier Lopez Peña, muerto meses atrás en una prisión francesa, y a Popo Larre, desaparecido hace 30 años.