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Comandos antipublicidad en Francia

Horizontes vendidos

Fuentes: 20minutos

Un tribunal francés está apunto de condenar a 500 euros a unos tipos por emborronar carteles publicitarios. Blandos: por delito tan atroz habría que retirarlos de la circulación. Pero, ¿en qué consistía exactamente el borrón?: ¿un escupitajo?, ¿una firma de auto afirmación adolescente?, ¿alguna derivación del caca, pedo culo, pis o, atrevidos, pollas y coños […]

Un tribunal francés está apunto de condenar a 500 euros a unos tipos por emborronar carteles publicitarios. Blandos: por delito tan atroz habría que retirarlos de la circulación. Pero, ¿en qué consistía exactamente el borrón?: ¿un escupitajo?, ¿una firma de auto afirmación adolescente?, ¿alguna derivación del caca, pedo culo, pis o, atrevidos, pollas y coños dibujados? No. Lo que quedó escrito sobre los enormes cartelones de Clear Channel, la gran mayorista mundial de las vallazas – decenas de metros cuadrados que parcelan el horizonte y envuelven las fachadas: hubo un momento en que eso era arte– lo que pintaron los desalmados fue lo siguiente: esto puebla el espacio de nuestro sueños y es todo mentira. Todo. Son los déboulonneurs, es decir, los desmontadores, los que, según el diccionario, se dedican a echar abajo el prestigio, en este caso, de la publicidad, para bajarla de su pedestal, tal y como ha contado LLuis Uría. Se citan una vez al mes sin que nadie se apunte el tanto y garabatean contra-esloganes en el corazón de la vallas; entran como hordas en los grandes almacenes y simplemente desenvuelven paquetes y paquetes y acumulan envoltorios hasta levantar montañas absurdas, explícitas, ridículas, sin quedarse nada, sin pagar por nada; rescatan toneladas de folletos de los buzones y los colocan delante de los portales en gigantesco gurruño. Y reparten consignas: Garantizamos precios bajos todo el año evoluciona a Garantizamos salarios bajos todo el año. En un hipermercado el Consumir mejor, es urgente «, es retocado hasta Consumir menos, es urgente o Trabaja, consume, muere . No pretenden que desaparezca la publicidad – no sueñan- sólo quieren ponerle puertas al campo y reducir sus tamaños, sus impactos, su agresiva invasión de nuestra vista, de nuestro horizonte. Ahora visitan los tribunales pero llevan años retorciendo los mensajes. El fiscal, melifluo, paternal, protector, ignorante, les ha pedido a estos destrozadores del sistema, que «reflexionen» sobre su comportamiento. Ellos, con sus acciones políticas visibles y sin discursos vacíos dicen que eso es precisamente lo que han hecho. En Sao Paulo se discute y se hace política necesaria desde meses con el asunto. Y aquí, entre nosotros, hay quien lo intenta – con exposición de contra-anuncios: vistazo, es un reclamo que ni vende ni cuesta nada, pero vale. Vale.