Recomiendo:
0

Homenaje a Isaac Arenal en Madrid, 27 de junio

Hoy como ayer

Fuentes: Rebelión

Tengo entre mis manos un libro que me ha conmovido. Es parte de la autobiografía de Isaac Arenal Cardiel: un hombre integro, valiente y generoso que nunca retrocedió. Le conocí hace tiempo y un día dejé de saber de el. Nadie me dijo que estaba en el «95 Batallón de Soldados Trabajadores» que es como […]


Tengo entre mis manos un libro que me ha conmovido. Es parte de la autobiografía de Isaac Arenal Cardiel: un hombre integro, valiente y generoso que nunca retrocedió. Le conocí hace tiempo y un día dejé de saber de el. Nadie me dijo que estaba en el «95 Batallón de Soldados Trabajadores» que es como se llama el libro, aunque seria mas exacto que el titulo dijera: De esclavos maltratados, torturados, asesinados vil mente por Franco.

Isaac era madrileño -de Chamberí- y siendo muy joven participó en la guerra civil, defendiendo la legalidad de la republica. La represión fue inevitable y el lo sabia, pero lo era igualmente que el pudiera integrarse en el mundo que le tocó vivir.

Nada es mas dudoso que mantener una actitud consecuente y acorde en el mundo; con uno mismo. Isaac escogió luchar por la igualdad que es como decir por la armonía. Persiguió la justicia y pagó el precio del dolor y la marginación. La libertad tuvo también para él un alto coste.

Isaac ya no está pero sigue siendo símbolo de lo que debe ser. Hacen falta hombres y mujeres que mantengan viva la ira que produce la autoridad mal entendida, la represión con quienes no tienen la posibilidad de defenderse, el egoísmo de querer tener mas a costa de quienes tienen menos, la miseria de la corrupción y la avaricia. El definitiva, el desprecio de las clases desprotegidas.

Hoy como entonces no hay conciencia para ponerse en el lugar de los que sufren, ni sensibilidad para sufrir por ellos. Isaac sufrió no ya por ellos, sino con ellos. Isaac sufrió por sus ideas durante una larga vida. Jamás lo lamentó y su contar sencillo de lo que vio en aquel batallón es tan limpio y tan sincero que estremece.

Querría aprender la lección aunque, de momento, solo sea capaz de rendirle homenaje. Estoy contigo Isaac.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.